Nicole Michelle Peña salió decidida de su casa el jueves pasado cerca de las 19. La mujer de 29 años se subió a una bicicleta y fue hasta la estancia rural donde su ex pareja trabajaba como casero en la localidad de General Pirán. Él la había convocado para, supuestamente, decirle algo. Ella le creyó. Juan Domingo Marquestao la recibió, la hizo pasar al interior de la finca y luego la asesino. La autopsia reveló que la víctima fue torturada y arrojada a un aljibe cuando aún estaba con vida.
Marquestao se entregó, confesó ante la Policía el femicidio y fue acusado de homicidio triplemente agravado. Infobae accedió a los detalles del caso.
“El cadáver de la chica estaba en el aljibe junto a restos de su bicicleta. Creemos que, por lo que reveló la autopsia, el asesinó la estranguló y luego, creyendo que la había matado, la tiró donde finalmente la encontramos. Llegamos hasta ahí porque fue él mismo el que nos indicó al momento de entregarse”, explicó una fuente judicial.
Según la reconstrucción, que por estas horas traza el fiscal Ramiro Anchou, Nicole y Marquestao fueron pareja durante 5 años y convivieron en la casa de la que ella salió con su bicicleta el jueves pasado hacia ese encuentro fatal. Recién en octubre de este año, dos meses antes del femicidio, decidieron separarse. Fue en medio de denuncias por violencia familiar que incluyeron la intervención de una jueza.
Tal como pudo corroborar este medio de los documentos que constan en el expediente, la magistrada de familia ordenó una prohibición de acercamiento que vencía el 4 abril del 2022. Lo curioso es que quien la solicitó fue Marquestao. Sin embargo, la medida regía para los dos, aclaraba que era recíproca.
Algunos allegados a la víctima aseguran que, a pesar de la decisión judicial, el contacto entre ambos siguió de manera telefónica con algún que otro mensaje por Whatsapp. “Las peleas eran constantes incluso luego de la separación. Ella no vivía en paz por este tipo”, dijo una de las amigas de la víctima.
El jueves en que fue asesinada, Nicole salió de su casa y fue a la parte trasera del terreno donde vive. Allí se encontró con su tío a quien le pidió prestada la bicicleta. No especificó donde iba. “Hay dos testigos que declararon en sede judicial y que aseguraron que la vieron salir cerca de las 19″, relataron en tribunales.
Lo cierto es que, según se cree, Nicole fue directamente a la estancia rural “La providencia”, ubicada en el partido de Mar Chiquita, donde Marquestao trabajaba como casero y, desde la separación, también vivía. Se trata de un campo al que sus dueños van poco y del que el acusado se hacía cargo desde principios de este año.
Se especula con que Nicole llegó al lugar minutos después de las 19.30 y fue recibida por Marquestao, que estaba sólo. Una vez en el interior de la propiedad, se desató el infierno.
No está acreditado qué fue lo que pasó pero la autopsia, llegada hace pocas horas al despacho del fiscal, ayudó a clarificar los hechos.
El estudio al cuerpo reveló que Nicole fue primero golpeada en la cara salvajemente. Eso probablemente la dejó inconsciente. Luego, fue atada en sus extremidades. No conforme con eso, el asesinó la estranguló con sus propias manos. Luego, y a pesar de tanta brutalidad, Nicole seguía con vida. “Es probable que el femicida haya creído que la había matado luego de ahorcarla pero pudimos comprobar que sobrevivió a eso”, detallaron los investigadores.
Se cree que ante esta situación, Marquestao se cargó al hombro a Nicole y la arrojó al aljibe. El agua encontrada en los pulmones le dio la pauta a los forenses de que la víctima murió por “asfixia por sumersión”. Es decir, ahogada en el agua del aljibe.
El acusado también rompió la bicicleta con la que llegó Nicole y la arrojó al mismo lugar. Curiosamente, no se deshizo del teléfono de su ex, que fue encontrado luego por la Policía.
Nicole Peña fue buscada intensamente por sus familiares y la Policía durante 3 días. Recién el 26 de diciembre, acorralado por la investigación que ya lo indicaba como principal sospechoso, Juan Domingo Marquestao se presentó en la comisaría y confeso el crimen. Fue preciso en indicarle a los agentes en dónde debían buscar el cadáver.
“En su explicación dijo que él la había matado. Contó que se había enojado, que se le salió la cadena, lo mismo de siempre en este tipo de casos”, contaron aquellos con acceso al expediente.
Con las pruebas recolectadas hasta el momento, el fiscal Anchou decidió imputar a Marquestao por homicidio triplemente agravado: por mediar violencia de género, por el vínculo ya que habían sido pareja y por alevosía: por considerar que al estar atada de pies y manos la víctima no pudo defenderse.
Ayer por la mañana, Marquestao se sentó frente al fiscal acompañado de su defensor oficial Mauro Giacomaso. A diferencia de la situación en la comisaría donde confesó todo, en esta oportunidad decidió callar. Cuando terminó la audiencia, fue llevado al penal de Batán.
Si bien la acusación es sumamente grave y conlleva una prisión perpetua casi segura, en los próximos días podría agravarse la calificación legal. Es que la Justicia espera los resultados complementarios de la autopsia para determinar si, además, Nicole fue abusada sexualmente antes de ser asesinada.
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