El 29 de noviembre pasado, en la ciudad balnearia del condado de Miami Dade, Estados Unidos, Delfina Pan, una diseñadora gráfica argentina de 28 años que era empleada de un restaurante de la zona, fue atacada mortalmente por un compañero de trabajo que estaba obsesionado con ella.
A casi un mes de este terrible crimen, y luego de que su padre y su hermano se despidieran de la joven a través de dos cartas que publicaron en las redes sociales, habló por primera vez su mamá, Ana, quien se mostró todavía muy dolida por el femicidio, pero aseguró que tiene “total confianza” en la Justicia del país norteamericano.
“Delfina era un sol que brillaba en todo lo que hacía. No dicho por la mamá, porque yo le marcaba el ritmo y todo lo que hacía y ella me retaba también a mí. Yo aprendí a ser persona y a enderezarme por ella. Yo soy una mamá que aprendió de su hija, no al revés”, destacó al principio de la charla.
En una entrevista con Telenoche, la mujer contó que la última vez que habló con la joven “fue a las 6 y pico” del día de su asesinato, cuando la llamó y la muchacha le contó que ya tenía todo listo para mudarse “con la amiga, que es la que presenció el hecho”, pero cuando intentó comunicarse nuevamente más tarde, no recibió más respuestas.
“A la noche, cuando me estaba yendo a dormir, le puse ‘hola Delfi’ y no me contestó. Bueno, me acosté y tipo 2 de la mañana sonó el teléfono y era el papá de la amiga de ella que me dijo ‘bajá, bajá que te tengo que decir algo’. Le pregunté qué pasaba, (me contestó) ‘no sabemos, la llevaron de urgencias al hospital, apuñalada’. Que me dijeran eso fue como si en la boca del estómago me hubiesen clavado un cuchillo a mí. Yo estaba en shock, era un dolor que no me dejaba respirar. A los cinco minuto me volvieron a llamar y me dijeron ‘murió'”, recordó.
Además, la madre de la víctima aseguró que Delfina “nunca” le había comentado nada sobre el presunto asesino, Agustín Lucas Mariani, también argentino, de 20 años, y que “ni siquiera” le había dicho “que tenía un compañero pensado” en el trabajo.
“Yo creo que no dimensionó que podía llegar a pasar esto, porque, como no tenía maldad, ella no veía el lado oscuro de la gente o el daño que podían causar las personas. Debería pensar que era un pesado, pero la cosa fue bastante heavy”, agregó.
Por otra parte, Ana explicó que otra de las muchachas que trabajan con ella en el restaurante de Miami reveló que un día el acusado, “como Delfina era bajita, la agarró a upa, la sentó en una silla y le dijo que estaba enamorada de ella” y que en otra oportunidad “se le quiso meter” en el auto que la joven había pedido por una aplicación para volver a su casa.
“Las chicas contaban que ella tenía miedo y que ya había pedido el cambio de horario, pero bueno, yo creo que no se tomó la magnitud de esto. Esto es lo que les pasa a los chicos, porque son chicos y a los grandes, porque, bueno...”, lamentó.
Por último, la mujer relató cómo fue el asesinato de su hija, según lo que pudieron reconstruir las autoridades estadounidenses, y explicó que ese día la diseñadora gráfica había solicitado hacer un solo turno y cuando se fue del local gastronómico, a eso de las 4 de la tarde, la llamó su supervisora y le preguntó si había estado “todo bien” con Mariani.
“No le dijo nada más, pero fue porque él se había ido detrás de ella. Llegó antes, borró todo el historial de Whatsapp, cerró la barra, agarró el cuchillo y se fue a perseguirla. Ella llegó cuando justo estaba saliendo Michelle, con quien se iba a mudar, y cuando lo vio venir (a su atacante) por el pasillo le pidió a su amiga que se quedara. Se sentaron los tres y él le dijo ‘mañana me voy a Nueva York, te venís conmigo’, Delfina le dijo que no y entonces empezaron a discutir y ahí la atacó. Es lo que está declarado en la Policía”, precisó.
Sobre el final de la entrevista, la mujer comentó que la última vez que abrazó físicamente a su hija fue “hace un año, en (el Aeropuerto Internacional de) Ezeiza, cundo se fue (a vivir a los Estados Unidos)”, pero destacó que “abrazos virtuales hubo todos los días”.
“Falló todo el entorno de ellos. Nosotros no fallamos, porque es lo que dice la gente y los amigos, y yo me quedo con eso, y con el corazón roto de por vida, pero estamos muy fríos de la mente para que se haga Justicia”, cerró.
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