Los dos detenidos por el femicidio de Nancy Videla, cuyo cuerpo fue hallado sepultado en la casa de uno de los dos imputados en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, fueron procesados con prisión preventiva y cada uno embargado por 5 millones de pesos. Considerados como coautores, los acusan de haberla matado con ensañamiento y los detalles de cómo fueron las últimas horas de vida de la mujer son horrendos.
Hay que recordar que Nancy (31) había desaparecido el 26 de noviembre pasado tras salir de su trabajo en Palermo. Las cámaras de seguridad repusieron los blancos en la historia y así se llegó a saber que la mujer se tomó el colectivo en la estación de Lanús. Luego, se esfumó.
Un llamado anónimo fue la clave tras cinco seis de búsqueda. Así, dieron con Damián Lezcano Mendoza (70), de nacionalidad paraguaya, y su sobrino Claudio Andrés Lezcano (29), los únicos detenidos por el caso.
Y también hallaron el cuerpo de la mujer entre las últimas horas del 2 de diciembre pasado y los primeros minutos del 3: enterrado en un pozo de 45,5 centímetros de profundidad, dentro de una bolsa de consorcio, bajo un contrapiso de una de las habitaciones que Lezcano Mendoza administraba en Bucarest al 2.531, en Ingeniero Budge.
Si bien la causa había sido girada a la Justicia de Lomas de Zamora, volvió al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°1 que actuó desde el inicio de la desaparición, para que resuelva la situación procesal de los acusados. Así, el juez de instrucción Diego Javier Slupski procesó a los Lezcano como “coautores” de un “homicidio agravado por haber sido cometido en perjuicio de una mujer con ensañamiento mediando violencia de género” (femicidio), delito que tiene como única pena la prisión perpetua.
Según el auto de procesamiento de 119 páginas -al que tuvo acceso de noticias Telám-, al fundamentar el agravante de ensañamiento, Slupski se basó “en el dolor o sufrimiento excesivo e innecesario que se le produce a la víctima con el fin de ocasionarle la muerte”.
Al describir el hecho por el que los procesa, el juez les atribuye a los Lezcano “haber participado activamente en el marco de un plan coordinado en el que hubo división de tareas tendientes a quitarle la vida a Nancy Beatriz Videla, de forma violenta presumiblemente en el marco de una agresión sexual y por su condición de mujer”.
“Los imputados golpearon y asfixiaron a su víctima en el interior de la finca de mención hasta darle muerte”, agrega el juez que sitúa el crimen el 26 de noviembre luego de las 19, en una de las habitaciones de la casa de la calle Bucarest, donde fue descubierto el cuerpo seis días después.
Slupski reveló en el procesamiento que la sospecha es que presumiblemente fue un “amortiguador” el elemento con el que a Nancy le fracturaron el cráneo, y que quedó probado la relación que tenían la víctima y Lezcano Mendoza por mensajes y audios extraídos de su celular, donde además borró los chats que tenía con ella.
El juez dio por probado que ese 26 de noviembre Nancy llegó a la casa del mayor de los imputados pasadas las 19. Y hace mención a la declaración de dos testigos que contaron que ese día, y pasada esa hora, “la puerta de la habitación de Lezcano Mendoza se hallaba cerrada y un parlante colgaba del lado de afuera, con la música a todo volumen para tapar los sonidos de lo ocurría dentro de la habitación, método que -conforme los testigos- era habitual cuando Videla visitaba al nombrado y se encerraban en la habitación”.
Además, para el magistrado la posible escena primaria del crimen fue la “habitación que ocupaba Lezcano Mendoza”, donde se hallaron “muestras biológicas” y manchas de “presunto tejido hemático” que reaccionaron a las luces forenses en pared, piso, cara interna de la puerta de madera, en las patas de dos sillas y en un amortiguador.
“Videla fue ultimada de manera violenta por los aquí imputados dentro de la mentada habitación, en una secuencia de agresión en la que primeramente fue atacada con un elemento cortante que le produjo las heridas de defensa mencionadas por el médico forense”, se señala en el procesamiento.
El juez describe que después la mujer fue “asfixiada, generándole las lesiones acreditadas en el cuello, golpeada en el ojo, logrando su indefensión, para luego blandirle un elemento con la suficiente masa -posiblemente el amortiguador- como para partirle el cráneo y ocasionar su deceso”.
En tanto, Slupski sostiene que no es posible descartar “la participación de terceras personas” y, por ello, afirma que “Damián Lezcano Mendoza no actuó solo, sino que recibió la cooperación de Claudio Andrés Lezcano, atento la cercanía que tiene con éste”.
Y menciona que esa colaboración pudo ser “tanto en la acción en la que se le dio muerte a la joven, como así también en la acción de excavación y entierro de los restos de Videla en procura de ocultar el delito”.
Tras resolver la situación procesal de ambos acusados, el juez Slupski volvió a enviar la causa a la justicia de Lomas de Zamora, donde quedará a cargo del fiscal José Luis Juárez y del Juzgado de Garantías N°5, ya que se dio por probado que en ese partido del sur de conurbano se cometió el crimen.
Nancy tenía un vínculo con su presunto asesino, según la denuncia anónima que permitió hallar el cuerpo de la mujer y detener a los dos sospechosos: él solía prestarle dinero para que ella pagara el alquiler de su casa y, además, creía que tenían una relación sentimental, lo que despertó las sospechas acerca del hombre, por parte de la propia denunciante.
El resultado de la autopsia determinó que la mujer murió a raíz de un “traumatismo encéfalocraneano y fracturas de cráneo”. Nancy sufrió 20 lesiones en el ataque: tres fracturas en su cabeza y otras 17 heridas en su cuerpo.
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