Fue un olor nauseabundo lo que alertó a los vecinos del barrio Don Américo de la ciudad de San Nicolás. La pestilencia se filtraba por una de las casas de Pellegrini al 1.200 el domingo, la de José Gosén (78). Nada se sabía de él en los últimos días y fue entonces que el llamado al 911 se tornó urgente. Al llegar al lugar, los policías de la Comisaría 1ª se encontraron con una escena espantosa: la casa desordenada y maloliente, y el cuerpo del jubilado en el baño.
Según confiaron fuentes de la investigación a Infobae, José estaba maniatado entre el inodoro y la pared, sobre un charco de sangre, aunque sin heridas ni golpes visibles: “El cuerpo tenía un avanzado estado de descomposición”.
Los datos de la autopsia, realizada esta mañana, revelaron que el jubilado falleció desangrado, a causa de una hemorragia digestiva. “Además, tenía signos de agresión sexual”, detallaron a este medio las mismas fuentes consultadas.
Distintos medios de San Nicolás detallaron que José Gosén vivía solo y no tenía hijos. También contaron que era muy respetuoso y querido en el barrio. Oriundo de la provincia de La Rioja, el hombre había cumplido 78 años el pasado 10 de diciembre y era militar retirado. Sus únicos familiares estaban en Junín y él tenía planeado ir a visitarlos este martes para pasar la Navidad y fin de año todos juntos.
Los primeros en sospechar que a José le había pasado algo malo fueron la vecina de la casa de al lado y un amigo del jubilado asesinado, que vive muy cerca de la propiedad donde encontraron el cuerpo. Según indicaron las fuentes consultadas, la última conexión al WhatsApp de la víctima fue el jueves 16 de diciembre a las 22. Para las investigadores, es probable que alrededor de esa hora se haya cometido el crimen. Nadie se enteró de lo que vivió hasta tres días después, cuando el olor nauseabundo ya era insoportable.
Al ingresar a la casa de José, los policías observaron que había un gran desorden en la habitación, como si hubiesen estado buscando algo. Por otra parte, los peritos no pudieron hallar ni el celular de la víctima ni las llaves de la propiedad. Tampoco dieron con el arma que el jubilado tenía registrada a su nombre.
“Dinero había, con lo cual, o no revisaron bien o no fueron a buscar plata”, apuntaron allegados al caso y especularon, en función a cómo murió el jubilado: “Todavía es muy pronto para asegurar si el asesinato ocurrió en el marco de un juego sexual. Sin embargo, el contexto habla más de violencia que de un juego”.
En la causa interviene la fiscal María Belén Baños de la Unidad Funcional de Instrucción Nº12 del Departamento Judicial de San Nicolás, quien investiga el caso como un “homicidio”.
En ese marco, luego de descubrir el homicidio de José, policías de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) recogieron distintos testimonios y, de ellos, se desprendió que el jubilado mantenía un vínculo sentimental con una de sus vecinas.
Según supo este medio, la mujer fue interrogada por la Policía y, a raíz de que los investigadores consideraron que su testimonio fue contradictorio, quedó aprehendida. Sin embargo, luego fue dejada en libertad.
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