La acusación inicial contra Luciana W., una abogada de la zona sur del conurbano bonaerense, sostiene que el sábado pasado quiso ingresar ilegalmente celulares a la comisaría 3º de Dock Sud para dárselos a dos presos defendidos por ella y que, cuando la descubrieron, se subió a su auto para escapar y en el medio atropelló a un oficial.
Sin embargo, la historia no terminó ahí. Minutos después, la letrada se dirigió a otra sede policial cercana para hacer una denuncia igual de grave: dijo que los policías de la Tercera la retuvieron ilegalmente en una oficina y que, cuando se quiso ir, un uniformado la siguió hasta su vehículo, la tomó del pelo y ella en ese momento, aceleró.
Ahora, el Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús deberá dirimir entre dos versiones diametralmente opuestas. Un posible caso de lesiones, resistencia a la autoridad y hasta intento de homicidio, contra una posible causa por el delito de violencia institucional.
Según revelaron fuentes policiales y judiciales a Infobae, el sábado, en horas de la tarde, W. ingresó a la comisaría para visitar a sus dos clientes. En un momento, presuntamente, sacó de entre su ropa dos teléfonos celulares y se los entregó a los presos. Pese a su intento por evitar que la maniobra fue advertida, un imaginaria de apellido Arias observó todo y le pidió a la letrada que la acompañara hasta una oficina. La abogada accedió y cuando esperaban para avisarle de la situación a un superior, ella decidió escapar de la comisaría.
Cuando salió de la sede oficial para subirse a su auto Peugeot 207, un oficial de apellido De Verón la siguió y trató de evitar que escapara. De acuerdo con la versión oficial, introdujo la mano por la ventanilla del vehículo y fue entonces que la mujer aceleró a fondo. En el medio, supuestamente, arrastró por más de 150 metros al efectivo arriba del capot y le ocasionó heridas en los brazos y las piernas. En ese caso, la investigación quedó en manos de la fiscal María Alejandra Olmos Coronel, de la UFI Nº 1 de Avellaneda. La calificación todavía no se determinó oficialmente. Esperan que avance el expediente.
Cuando requisaron las celdas, las fuentes señalaron que encontraron dos celulares. “Ahora hay que determinar si son los que la abogada habría ingresado. Todo a partir de ahora dependerá de las pruebas”, dijeron. Otro dato que arroja más sombras es que presuntamente W. quiso “coimear” a los policías para que no se armara un escándalo por lo de la entrega de los celulares.
La otra cara de una historia polémica
En este punto es donde la versión de lo ocurrido se contrapone. Hugo Rubén Icazati, abogado defensor de Luciana, dialogó con Infobae y contó lo que según su clienta ocurrió el sábado pasado en horas de la tarde. Aquel día, la letrada habría ingresado a la comisaría 3º de Dock Sud para ver a sus clientes pero inexplicablemente no la dejaron.
“Fue a ver a unos detenidos. No sé si fue por el horario, el protocolo o no sé, pero la privaron ilegalmente de la libertad. La encerraron en una oficina, le sacaron la credencial y le revisaron la cartera”, contó el abogado. Cuando la mujer empezó a preguntar por qué la detuvieron, le dijeron que en realidad no estaba detenida. “Entonces salió caminando, se subió a su auto y ahí viene un policía, la tomó del pelo a través de la ventanilla y ella arrancó. Él corrió unos 5 o 10 metros y la soltó. Ni se cayó ni nada. Fue entonces que se radicó la denuncia en la Comisaría Segunda”, agregó Icazati.
La acusación es por los delitos de abuso de autoridad y privación ilegítima de la libertad en contra de todo el personal policial que intervino en el episodio. El abogado de la acusada sostuvo que hay varios puntos débiles en la versión policial. El primero es el tipo celdas que supuestamente hay dentro de la comisaría. De acuerdo con el abogado, los presos están detrás de una suerte de reja parecida a una colmena. Es decir, sus orificios son muy pequeños como para ingresar un celular.
“Segundo, ¿dónde están esos celulares? Dijeron que ella tenía celulares en sus prendas íntimas, que los tenía ocultos en el corpiño. ¿Quién la requisó? Nadie. Si no le sacaron nada. Si fuera así, debió hacerlo personal policial femenino”, indicó. Y por último, el letrado destacó que la mujer salió caminando de la comisaría sin correr. Lo hizo sin ninguna intención de escapar. “Se vio clarito en las imágenes”, resaltó.
Icazati se refirió a un video publicado por Canal 9, en el que se reflejó lo que vendría después de que la abogada salió de la comisaría. Allí se se puede observar efectivamente que llegó a su vehículo caminando y detrás suyo llegó el oficial Verón. Además, se ve cómo el agente introdujo su mano por la ventanilla para evitar que escapara, pero no sirvió de nada. La mujer aceleró y logró su objetivo.
Hay dos elementos que no llegan a advertirse en las imágenes. El primero es cuando el oficial tiró del cabello de la mujer -tal como denuncia la abogada- ni tampoco se observa que el Peugeot haya atropellado al efectivo y mucho menos arrastrarlo por más de una cuadra. Todo ahora deberá resolverlo la Justicia.
“Para contrarrestar la denuncia de mi clienta se ha querido instalar que ella ha pretendido pasar celulares. Es un abuso policial claro para encubrir la negligencia. Lo que sabemos es que hay un problema de vieja data entre la abogada y una subcomisaria. Eso podría haber sido el motivo por el que la retuvieron”, explicó el abogado, quien recordó que por decisión del gobierno, hoy -por el COVID 19- los presos están autorizados a tener un celular.
La denuncia de la abogada contra el personal policial recayó en la UFI Nº4 del fiscal Mario Prieto, quien interviene en causas de violencia institucional. La calificación de este expediente es por averiguación de ilícito. “Vamos a ampliar la denuncia además por incumplimiento de deberes de funcionario público y falsedad instrumental”, advirtió el abogado de la letrada acusada.
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