Tiene 13 años y estaba junto a su hermana de 5 cuando mataron a sus padres el domingo por la noche a metros del arroyo Las Piedras en San Francisco Solano. Ambos vieron todo. Pese al shock, el chico se convirtió en una pieza clave del rompecabezas del doble homicidio de sus papás y quien orientó a los investigadores sobre los últimos minutos antes del desenlace fatal.
Algo quedó claro: “La cita estaba pautada”. Con el correr de las horas, los investigadores llegaron a desentrañar la trama detrás del ataque ocurrido el domingo por la noche en el cruce de las calles 867 y 895, en el partido de Quilmes.
Primero, fue el hallazgo de los 491 gramos de pasta base en el baúl del Volkswagen Vento en el que viajaba la familia, junto al dinero y los celulares, lo que no dejó dudas sobre que lo había ido a hacer a esa zona de San Francisco Solano la pareja, que no tenía antecedentes penales.
Luego, se estableció que “las víctimas recibían amenazas, incluso había mensajes en guaraní. También, se determinó que debían dinero”, según detallaron las fuentes de la investigación a Infobae.
Lo cierto es que el domingo, Emérito Bogado Barreto y Laura Mabel Miranda Benítez, ambos de nacionalidad paraguaya y de 39 años, junto a sus hijos de 13 y 5, dejaron Ingeniero Budge, en el partido de Lomas de Zamora, rumbo a San Francisco Solano sin saber que les esperaba una trampa mortal.
El dato de cómo llegaron al cruce cercano al arroyo Las Piedras, donde luego fueron acribillados a balazos, lo dio el hijo mayor de las víctimas. Según la agencia de noticias Télam, dijo que su padre venía hablando por teléfono con un hombre que lo estaba guiando en su recorrido.
El fin de ese viaje fue en el cruce de 867 y 895 del barrio Los Eucaliptus, en la zona Sur del Gran Buenos Aires. Allí, Emérito frenó, se bajó del coche y, siempre según la agencia de noticias, comenzó a hablar en guaraní con uno de los hombres que lo abordó, hasta que finalmente le entregó una caja.
Luego, llegaron las balas. El primero en caer fue Emérito. Un último tiro ingresó por la ventana del acompañante del VW Vento e impactó en el cuerpo de Laura. Ambos murieron en el lugar. Los chicos, los hijos de las víctimas, fueron testigos directos del crimen y resultaron ilesos.
En el lugar, los peritos de la Policía Científica incautaron vainas servidas de una pistola calibre .40 y de otra 9 milímetros. Mientras que fueron los agentes de la Comisaría 4ª de Quilmes quienes, tras realizar un relevamiento del Volkswagen Vento, encontraron 491 gramos de pasta base en el baúl del coche de las víctimas, junto con dinero en efectivo y tres teléfonos celulares.
La hipótesis de un crimen con sello narco lidera la investigación pero no es la única. El matrimonio asesinado, de origen paraguayo, tenía deudas, se sospecha, ligadas a la venta de estupefacientes. Además, también eran amenazados con mensajes, incluso, en guaraní.
En la causa interviene UFI N°3 de Quilmes, a cargo del fiscal Martin Conde, quien investiga el caso como “doble homicidio” y ordenó que se realice un relevamiento de las cámaras de seguridad para intentar establecer la identidad de los autores del crimen.
También se enviaron a analizar los teléfonos celulares de las víctimas y un peritaje balístico.
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