Las órdenes de Brandon Bay, el “niño jefe” narco de Rosario que comandaba a su mamá y a policías coimeros desde la cárcel

La organización del capo de 26 años preso en Marcos Paz fue imputada ayer por la Justicia. Lo vinculan a un bestial descuartizamiento doble y quién es quién en su banda

Guardar
Brandon Bay, en foto policial.
Brandon Bay, en foto policial.

Brandon Bay se convirtió en los últimos años en uno de los narcos emergentes en la escena de la violencia criminal de Rosario, detrás de organizaciones como Los Monos, o la supuestamente comandada por Esteban Lindor Alvarado. Descripto por detectives como sanguinario e impiadoso, está preso en el penal de Marcos Paz. Fue detenido en 2017, tras iniciarse en la banda de Los Gorditos en el barrio Tiro Suizo. Fue condenado a 5 años de prisión como líder de una asociación ilícita. En paralelo, fue imputado el año pasado por los fiscales Matías Edery, Luis Schiappa Pietra y Aquiles Balbis por tres homicidios y la jefatura de una asociación ilícita

Tiene apenas 26 años: en términos del hampa, es un niño jefe.

Ayer jueves, un grupo de sus familiares fue imputado por el fiscal provincial Pablo Socca, que integra un equipo especial dedicado a investigar balaceras, por supuestamente recibir las ordenes que Brandon enviaba a través de celulares y del teléfono fijo de su pabellón, tal como “Guille” Cantero, jefe de Los Monos, preso en la misma cárcel. Las órdenes iban desde realizar balaceras y usurpaciones hasta regentear la venta de droga. Entre las personas acusadas se encuentran su madre, sus hermanas y hasta tres policías que supuestamente recibieron coimas para liberar a dos integrantes de la organización que habían caído en un procedimiento en septiembre pasado.

Brandon Bay es conocido en Rosario, precisamente, como el jefe de la organización narco Los Gorditos, que tiene vinculación con Los Monos y opera en barrio Tiro Suizo de la zona sur de Rosario, y en la localidad de San Lorenzo. Fue enviado al penal de Marcos Paz después de una fuga de presos que ocurrió el 27 de junio pasado en la cárcel de Piñero, donde estaba alojado.

Parte de la droga incautada a la banda de Brandon por la AIC.
Parte de la droga incautada a la banda de Brandon por la AIC.

A pesar de ser removido de su territorio, se cree que Bay siguió activo. De acuerdo a datos de la investigación en su contra, la Justicia cree que emitió múltiples órdenes ligadas a delitos provinciales como balaceras, crímenes y usurpaciones. También, delitos federales vinculados a la compra, estiramiento, fraccionamiento y venta de marihuana y cocaína. Esas indicaciones las hizo, siempre según investigadores, desde el fijo del pabellón y desde celulares a través de distintos chips.

Brandon fue mencionado por el ex ministro de Seguridad Marcelo Saín como el hombre que ordenó los asesinatos de dos hombres que fueron desmembrados y arrojados en dos contenedores de residuos que estaban a pocos metros de distancia en la zona sur de Rosario, ocurridos en diciembre del año pasado.

A su vez, se conocieron audios donde Brandon ordenaba desde la cárcel de Piñero cómo matar gente en San Lorenzo. Las órdenes eran sumamente detallistas. “Con la tarta prrrrr (sic) en la jeta. En la jeta. Sí, de ahí arriba, sin bajarse”, indicó vía mensaje de voz de WhatsApp Brandon a un sicario de su banda identificado como Claudio R., quien salió de prisión el 22 de mayo del año pasado y en cuestión de seis días cometió dos crímenes a pedido del líder de Los Gorditos, uno el 25 de mayo y el otro el 28, por lo que volvió a estar detenido.

Parte de la organización que quedaba en la calle fue allanada y detenida el pasado lunes por la noche por Agencia de Investigación Criminal (AIC) bajo ordenes del fiscal Socca. Secuestraron en esos operativos un millón de pesos, cinco kilos de cocaína, dos kilos y medio de marihuana, municiones, tres motos y 21 celulares.

El lote: plata y droga secuestrada a la banda el lunes.
El lote: plata y droga secuestrada a la banda el lunes.

En una extensa audiencia, el fiscal Socca acusó a Érica A. –madre de Brandon Bay– de ser en la actualidad la jefa operativa de la presunta asociación ilícita. Era, según la imputación, la encargada de fraccionar la droga y guardarla en su domicilio de Dinamarca al 500 bis para luego entregarla a otros integrantes.

A la madre del narco también le atribuyeron esconder armas y teléfonos en su casa, así como encargarse de usar el dinero de Los Gorditos para coimear a policías en caso de detenciones, o para pagar abogados particulares.

Como al momento del allanamiento en la casa de Érica A. estaba también su pareja. Ricardo Daniel A., el hombre fue acusado como integrante de la estructura delictiva cuyo rol era colaborar en el fraccionamiento y posterior entrega de la droga.

Las hermanas, Flavia y Giuliana Bay, fueron acusadas por participar en el regenteo narco. Giuliana por un lado fue considerada por el fiscal como la “cadete”, encargada de trasladar plata o droga a búnkeres o domicilios de miembros de la banda. Además, visita periódicamente a Brandon, a quien mantendría informado sobre el funcionamiento del negocio.

Flavia Bay, en tanto, tuvo una ampliación en la acusación. El 22 de diciembre del año pasado ya había sido imputada como integrante de la presunta asociación ilícita. Ahora, el fiscal Socca agregó que se dedica supuestamente a fraccionar la cocaína y marihuana en bolsitas, administrar los quioscos de droga y decidir la ejecución de balaceras contra bandas que disputan el mismo territorio.

Chat de la banda encontrado por la Justicia.
Chat de la banda encontrado por la Justicia.

Los roles continúan. Luis Gabriel S., alias “Gordo”, es cuñado de Flavia y Giuliana, ya que está en pareja con Aldana, otra de las hermanas de Brandon. A él se le atribuye la administración del dinero de los quioscos de droga, la compra de vehículos para cometer balaceras, y formar parte de la planificación para coimear a policías de la comisaría 32ª que lo habían detenido en septiembre pasado.

Otro de los imputados fue Javier Alejandro A., alias “Negro”, que según el encargado de la investigación es el sicario de la banda y quien se dedica a custodiar los búnkeres, donde además vende la droga. También se le atribuyó guardar motos robadas y administrar las armas en caso de ejecución de balaceras.

Por su parte, Mabel A. y Jorge Luis N. fueron imputados como miembros de la organización por tener a su cargo el funcionamiento de un búnker en la calle Lamadrid de la zona sur.

Al finalizar la audiencia, el juez Alejandro Negroni ordenó prisión preventiva efectiva por ley para la pyme narco.

Los policías coimeros son otra historia.

La Justicia logró identificar roles en la estructura familiar.
La Justicia logró identificar roles en la estructura familiar.

De acuerdo a una de las imputaciones que hizo el fiscal Socca, Flavia Bay y su cuñado el “Gordo” Luis S. fueron detenidos el 9 de septiembre pasado por el Comando Radioeléctrico en bulevar Seguí y Rouillón, en la zona oeste, porque se desplazaban en un auto que tenía denuncia por robo.

Flavia y el “Gordo” fueron llevados a la comisaría 32ª, ubicada en Vanzo y Danieri, en el extremo oeste de Rosario. Desde el interior de la seccional, Luis S. llamó desde su teléfono a la madre de Flavia y Brandon Bay para comunicarle que estaban demorados y que el suboficial Axel T. les había propuesto hacer un pago de 50 mil pesos para liberarlos.

Un dato que ilustra la situación dentro de esa comisaría: el detenido estaba hablando desde su celular marca LG, que figuraba secuestrado en el acta de procedimiento del Comando Radioeléctrico.

Érica A., madre de Brandon Bay, se dirigió a la seccional en la madrugada del 9 de septiembre junto a otras personas y abonó los 50 mil pesos en efectivo al suboficial Axel T. Además, le entregó un falso boleto de compraventa del auto secuestrado.

El propio suboficial llamó al fiscal de Flagrancia que estaba de turno y le informó que los demorados tenían el boleto de compraventa en el que figuraba como vendedor el denunciante del robo, y Flavia Bay como compradora del rodado. La mujer y el “Gordo” no fueron liberados a pesar de la jugada, ya que estaban bajo investigación.

Por el grado de participación en la planificación y ejecución de la coima, el suboficial Axel T. quedó en prisión preventiva hasta el 12 de abril próximo, otros dos policías también fueron imputados por la jugada con roles menores, quedaron libres pero sujetos a reglas de conducta.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar