La jueza Marcela Silvia Rama, a cargo del Juzgado de Familia Nº 5 de San Isidro, libró un exhorto a la Justicia de Córdoba con motivo de solicitarle la notificación de su perimetral y la colocación de una tobillera electrónica a Fabián Gerardo Tablado (45), el femicida que en 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló y que el miércoles pasado recuperó su libertad tras cumplir su última condena.
La medida responde a un pedido del padre de la víctima, Edgardo Aló. La semana pasada, la magistrada Rama había dispuesto que cuando Tablado saliera de la cárcel cumpliera una nueva perimetral por 120 días que le impidiera acercarse a menos de 500 metros de su ex suegro. Para garantizar esto, la Justicia ordenó que Tablado lleve una tobillera electrónica, a pesar de los casi 500 kilómetros de distancia que separan la localidad cordobesa de Bell Ville, donde fijó domicilio, de la ciudad de San Fernando, donde vive Aló.
Sin embargo, surgió un problema: Tablado no fue notificado de esa perimetral y de la colocación de la tobillera al momento de abandonar la Unidad Nº 46 de José León Suárez y cuando lo fueron a buscar a la casa de sus padres en Tigre, el lugar en el cometió el femicidio y donde vivía antes de ser nuevamente detenido, no lo encontraron.
Los efectivos de la comisaría 1ra. de Tigre fueron recibidos en la vivienda localizada en la calle Albarellos 348 por la madre de Tablado, que les ratificó que su hijo se había ido a Bell Ville, donde vive su nueva novia, una joven a la que conoció por redes sociales.
Ante esta situación, la magistrada de San Isidro tuvo que recurrir al Tribunal de Familia de la Tercera Circunscripción del Poder Judicial de Córdoba.
En su resolución, según reveló la agencia Télam, pidió que “arbitre los medios necesarios para que se notifique a Fabián Gerardo Tablado por medio de la Comisaría de Bell Ville de las medidas de restricción decretadas en autos”. Además, le solicitó al organismo de seguridad correspondiente “la colocación de la instalación de los dispositivos duales ordenados en autos”, para monitorear que la restricción se cumpla.
Tablado pasó más de la mitad de su vida encarcelado por las tres condenas que tuvo a lo largo de sus 45 años. Salió en libertad el 28 de febrero de 2020, tras purgar más de 23 años, nueve meses y un día por el crimen de Carolina; permaneció esos 292 días libre en la casa de Tigre de sus padres donde mató a su ex en 1996, y luego volvió a ser detenido el 16 de diciembre pasado, cuando Edgardo Aló denunció que violó la restricción de acercamiento.
El 19 de octubre de 2020, Tablado pasó caminando a 150 metros del lugar de trabajo en Tigre de Aló, algo que tenía prohibido. Iba junto a sus hijas, sobre quienes también tenía una perimetral, a tomar un helado. Todo fue confirmado por los videos de cámaras de seguridad.
El juicio se hizo el 9 de noviembre pasado y el titular del Juzgado N°6 de San Isidro, Hernán Sergio Archelli, condenó a Tablado por el delito “desobediencia reiterada” (dos hechos), a un año de prisión efectiva y lo declaró reincidente.
El crimen de Carolina Aló (17) fue uno de los más violentos de la historia argentina. Ese 27 de mayo de 1996, en épocas en las que no existía la figura del femicidio, el asesinato se cometió en la casa de la familia Tablado de Tigre.
Carolina estaba de novia con Tablado, que tenía 20 años por entonces. Ambos iban a la nocturna de la Escuela N°1 Marcos Sastre de Tigre, pero la noche del 27 de mayo ambos se fueron antes de que terminara la clase. ¿El destino? La casa de Tablado. La familia del joven no estaba.
En base a lo que se reconstruyó de la investigación del crimen de la adolescente, ambos discutieron y Tablado persiguió a Carolina por varios ambientes de la casa: escaleras, cocina y garaje. Hasta que la alcanzó y la mató de 113 puñaladas. Usó cuatro armas blancas halladas en la escena del crimen: una cuchilla de cocina, dos cuchillos de mesa Tramontina y un formón de carpintería.
El juicio se realizó en 1998 y, como en aquella época no existía la figura del femicidio, para intentar lograr una prisión perpetua la fiscalía y la querella acusaron por la figura del homicidio agravado por alevosía. Pero Sala III de la Cámara Penal de San Isidro condenó a Tablado a 24 años por “homicidio simple”.
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