Unidas por el mismo dolor, las madres de Lucas González y Luciano Olivera, ambos adolescentes asesinados por efectivos policiales, realizaron una conferencia de prensa en Miramar, junto a su abogado Gregorio Dalbón, donde reclamaron justicia por sus hijos y para que los funcionarios judiciales actúen rápido para detener a todos los involucrados en los hechos.
“Lo único que quiero es tenerlo a él conmigo, como siempre digo, ya no puedo, no entiendo por qué hicieron esto, me arruinaron la vida. Sigo por mis dos hijos y por mi marido, porque si no ya me hubiera ido con Lu”, dijo entre lágrimas Cintia López, la madre de Lucas González, el joven de 17 años baleado por tres efectivos de la Policía de la Ciudad el 18 de noviembre pasado en el barrio porteño de Barracas.
Y siguió: “Nos arruinaron la vida y van a pagar por todo lo que hicieron, todos los fueron cómplices que lo paguen. Me lo mataron. No me animo a ir al cementerio, no quiero saber que esté ahí abajo. Quiero que todos paguen lo que hicieron tanto en el caso de Lucas como el de Luciano”.
Por su parte, Judith Priscila Aristegui, la madre de Luciano, el adolescente de 16 años baleado en el pecho por el efectivo Maximiliano González de la Policía Bonaerense, en Miramar, miraba antena las palabras que Cintia expresaba visiblemente emocionada.
Cuando fue su turno para hablar y reclamar por el asesinato de su hijo, dijo:” La Policía se me reía. Y a las 8 de la mañana levantaron al nene y supe quien le había disparado recién cuando llegó la fiscal” (Ana María Caro) a esa hora, aseguró esta tarde Judit. En ese sentido, la mujer agregó: “Quiero ver presos a todos los que se rieron de la muerte de mi hijo
“Tengo que tartar de seguir como se puede, pero no voy a poder a seguir, tengo que dormir con la camiseta del nene abrazada, mirar la cama vacía todos los días, quiero preso a todos, a los que estuvieron esa noche ahí. A mi hijo no lo voy a ver nunca más”.
Ambos casos son similares. En los dos hechos quedó expuesto el mal accionar policial, ya que hasta el momento no hay explicación por lo ocurrido. Así, la investigación del caso de Lucas, que lleva adelanta el fiscal Leonel Gómez Barbella, avanza hacia su resolución
Ayer por la tarde, según información judicial a la que accedió Infobae, Gómez Barbella pidió formalmente al juez Martín Del Viso, que entiende en el expediente, que procese con prisión preventiva a los seis efectivos de la Brigada de la Comuna 4 acusados de encubrimiento, que ampliaron ayer lunes sus indagatorias en Tribunales. También, pidió que se los impute por el delito de torturas.
Así, la calificación en su contra incluye los delitos de falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin las formalidades de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas, todos en concurso ideal.
Por otro lado, el peritaje balístico realizado sobre el arma perteneciente al policía Maximiliano González (25), acusado por el homicidio en Miramar de Luciano, determinó que funcionaba correctamente.
Además, la vaina servida secuestrada en el lugar donde baleó al adolescente se corresponde con la pistola Bersa calibre 9 milímetros utilizada por el policía detenido.
Fuentes judiciales informaron a la agencia de noticias Télam que las pericias sobre el arma y la vaina servida fueron realizadas esta mañana en el Instituto de Ciencias Forenses de Mar del Plata, dependiente del Ministerio Público, por orden de la fiscal de la causa, Ana María Caro.
La madre de la víctima había rechazado la versión de la defensa sobre que González no apuntó con su arma hacia el cuerpo de Luciano, aunque la llevaba montada. “No existe la opción de que el arma se haya disparado sola. Y en caso de que existiera, viene todo mal desde arriba. Él lo estaba esperando con el arma en la mano. A la velocidad que venía Luciano, le dio tiempo a hacer todos los pasos que lleva disparar un arma”, afirmó la mujer.
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