La mañana del 5 de diciembre pasado, cuando llegaron al complejo termal “Victoria del Agua”, en Entre Ríos, la coordinadora de la empresa de tours de Rosario le preguntó a Roberto Pedro Ríos (57), uno de los turistas que había contratado sus servicios, si se encontraba bien. La mujer, que lo conocía de otros viajes, lo notó extraño y muy callado. El hombre, distante, le dijo que no había ningún problema y siguió su camino dentro de las termas. Sin saberlo, esa fue la última vez que mantuvieron contacto: 9 días después de aquella breve charla, Roberto fue encontrado muerto en una zona de lagunas dentro del predio, en un avanzado estado de descomposición. Su muerte generó conmoción y todo lo que la rodea todavía es un misterio.
El hombre, chofer en un frigorífico rosarino y padre de dos mujeres, había decidido pasar ese domingo en las termas de la ciudad de Victoria y viajó sin ningún conocido. Al lugar llegó acompañado por otros 15 turistas. Cuando arribaron, cada uno tomó su camino y quedaron en encontrarse a las 17 horas para emprender el regreso a Rosario. Sin embargo, a la combi de vuelta sólo subieron 14 de los viajeros. Faltaba Roberto. La coordinadora pensó que se había demorado y comenzó a llamarlo al celular. El hombre nunca contestó.
Le avisaron al personal de complejo, lo buscaron por todo el predio pero no había señales. La mujer, que tenía a su cargo a los otros 14 turistas, le avisó a la Policía de Victoria y resolvió volver a Rosario sin su viejo cliente. “En el contingente había personas mayores y la encargada no podía esperar más Ella misma le dio aviso a la familia de Roberto. Les dijo que se tuvo que volver. Los familiares hicieron la denuncia de la desaparición la madrugada del 6”, reveló una alta fuente con acceso al expediente en diálogo con Infobae.
Su paradero seguía siendo un misterio. Pasaron las horas, los días y no se sabía nada del chofer rosarino. El equipo del fiscal de Victoria, Martín Vechetti, comenzó a investigar todas las posibles aristas del caso. Revisaron sus registros telefónicos, sus redes sociales, sus movimientos bancarios y hasta indagaron en el entorno familiar y laboral del hombre. Pero el resultado fue negativo. No había motivo alguno para sospechar que Ríos podría haber escapado o si tenía alguna cuenta pendiente.
Ayer por la mañana, tras una orden de Vechetti, la Policía local y personal de Criminalística hizo un relevamiento ampliado en todo el lugar y se dirigieron a la zona de los desagües del complejo y las bocas de tormenta. Tomaron fotografías para descartar alguna posibilidad de que se haya caído y fue entonces cuando una leve brisa daría un giro a la búsqueda. Un giro macabro.
El subjefe de la Policía de Victoria sintió un olor nauseabundo por el viento, lo siguió y fue entonces que halló el cuerpo de Roberto. Las fuentes judiciales revelaron a este medio que el cadáver estaba una zona seca, en avanzado estado de descomposición y en posición fetal. Estaba vestido con la misma ropa que tenía cuando desapareció 9 días atrás: una remera negra de River Plate -club del cual era fanático- y pantalones cortos. Además, tenía puesta una mochila del mismo equipo con todas sus pertenencias adentro. No lo habían robado. “Eso descartaría en principio una muerte violenta”, dijo a Infobae el comisario Mayor de la Ciudad de Victoria, Oscar Regondi.
La fuente con acceso al expediente aclaró que el resultado de la autopsia encaminará la investigación y por eso no se aventuran a pronunciar ninguna hipótesis firme. El cuerpo fue removido por personal de Bomberos debido al estado en el que se encontraba. Fue remitido a la Morgue Judicial en la ciudad de Paraná y se estima que el resultado preliminar de la autopsia estará dentro de 72 horas. La calificación es averiguación de causales de muerte. Faltan estudios anátomo-patológicos.
De acuerdo con lo que revelaron a este medio, Roberto hace algunos meses se había separado de su pareja. Seguía un tratamiento psicológico pero, según pudieron averiguar con su terapeuta, no había indicios de ser una persona con tendencias suicidas. “Obviamente se va a tener en cuenta el tema de su salud, pero en principio no hay nada extraño”, indicó la fuente.
Las dudas de la familia y su extraño comportamiento
Según comentó su hija Jésica -en diálogo con medios locales-, a Roberto “lo abandonaron” los mismos que lo habían trasladado a Entre Ríos en combi. “Por eso creo que él estaba en Victoria y que algo le sucedió cuando salió en busca de ayuda para regresar”, dijo la mujer al descartar que su padre padeciera de problemas de salud que lo hubieran desorientado o condicionado en su regreso.
“No creo que padezca cuadros depresivos, es un hombre de contextura atlética, sano, no consume alcohol ni ninguna sustancia”, detalló la mujer, a la que le avisaron desde el tour que contrató su papá que Roberto “no había llegado a tiempo al horario de regreso” y que el hombre se había “sentido mal”.
“La coordinadora me dijo que él se sintió mal, yo vi las cámaras de seguridad y no lo vi mal. Lo vi ingresar al complejo, pero después no porque no tienen cámaras en el interior”, explicó la hija de la víctima. El estado de salud de Roberto se suma como interrogante a la investigación sobre su desaparición y posterior muerte.
En ese sentido, los investigadores adelantaron que esperarán a saber cómo murió para comenzar a establecer las responsabilidades penales del caso. “Ese día no estaba bien. La coordinadora tuvo que decirle que se bajara de la camioneta cuando llegaron a Victoria porque no estaba bien. Estaba un poco perdido. Son indicios de que no se encontraba emocionalmente bien”, dijo el comisario Regondi.
Roberto era un hombre sin ningún problema económico. Tenía un buen pasar económico de acuerdo con lo que supieron los investigadores. Era muy querido por sus amigos y, además de su estado de salud, nada hacía sospechar un elemento oscuro en su vida. Vivía con sus padres y lo que más le gustaba era viajar a Buenos Aires para ver a River en el estadio Monumental. De hecho, en uno de esos viajes fue que conoció a la coordinadora que lo llevó el 5 de diciembre a Victoria.
“Así te recuerdo con tu sonrisa, con tu alegría de siempre aunque tengas un día complicado, si hay algo que tenga para agradecerte siempre, que me donaste tu risa, tu alegría, tu bondad, tu energía, tu coraje, tu solidaridad. Siempre a tu lado, todo lo que sé lo aprendí de vos. Siempre fuiste mi debilidad, Papá. Sabelo”, escribió en Facebook Romina, una de sus hijas.
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