El peritaje balístico realizado sobre el arma perteneciente al policía Maximiliano González (25), acusado por el homicidio en Miramar de Luciano Olivera (16), determinó que funcionaba correctamente.
Además, la vaina servida secuestrada en el lugar donde baleó al adolescente se corresponde con la pistola Bersa calibre 9 milímetros utilizada por el policía detenido.
Fuentes judiciales informaron a la agencia de noticias Télam que las pericias sobre el arma y la vaina servida fueron realizadas esta mañana en el Instituto de Ciencias Forenses de Mar del Plata, dependiente del Ministerio Público, por orden de la fiscal de la causa, Ana María Caro.
La madre de la víctima había rechazado la versión de la defensa sobre que González no apuntó con su arma hacia el cuerpo de Luciano, aunque la llevaba montada. ”No existe la opción de que el arma se haya disparado sola. Y en caso de que existiera, viene todo mal desde arriba. Él lo estaba esperando con el arma en la mano. A la velocidad que venía Luciano, le dio tiempo a hacer todos los pasos que lleva disparar un arma”, afirmó la mujer que tendrá como abogado en la causa a Gregorio Dalbón, el mismo que representa a la familia de Lucas González, baleado en Barracas por tres agentes de la Policía de la Ciudad que están detenidos por el delito de homicidio agravado por alevosía.
Tras la muerte de Luciano, la comisaría de Miramar fue intervenida y el jefe comunal, cesanteado. La decisión de separar al comisario a cargo de la Jefatura de Policía de Seguridad Comunal de General Alvarado fue tomada por el ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de Sergio Berni, el domingo pasado.
El comisario a cargo de esa dependencia Edgardo Vulcano, y que había sido designado en marzo de 2021, fue reemplazado por el comisario inspector José Ramón Segovia: asume como interventor.
El policía Maximiliano González, señalado como autor del disparo y acusado del delito de homicidio agravado por ser funcionario policial en cumplimiento de sus funciones, se negó a declarar el sábado cuando fue indagado por la fiscal Caro. Desde entonces, quedó alojado en la Unidad Penitenciaria 44 de Batán.
Este martes se conoció que uno de los de los abogados que asistía a González renunció a ejercer la defensa del imputado por “motivos personales”. Se trata de Lautaro Resúa, quien desde el fin de semana era uno de los defensores del oficial. ”La renuncia obedece estrictamente a motivos personales, puestos en consideración por mí mismo, por mi grupo de trabajo y por mi entorno familiar para tomar tal decisión. La misma no se motiva en la culpabilidad o inocencia de González ni en precisiones técnicas de la causa”, señaló.
El ataque ocurrió pasadas las tres de la madrugada del viernes pasado, cuando una patrulla con cuatro efectivos a bordo quiso, supuestamente, identificar al adolescente que se trasladaba en una moto Yamaha YBR 125 roja.
En circunstancias que aún se investigan, los policías interceptaron a Luciano sobre la avenida 9, entre las calles 32 y 34, y luego de bajar de la patrulla uno de ellos le efectuó un disparo con su arma reglamentaria.
“El móvil no fue a chocar la moto, que venía de frente por la avenida, ellos detuvieron el patrullero y bajan pero la moto siguió y, en ese marco, al parecer la moto lo atropella (a González) y ahí se produce el disparo”, señaló un investigador a Télam. El adolescente cayó gravemente herido y cuando los médicos de la ambulancia llegaron al lugar ya había fallecido. Parte de esa secuencia quedó registrada en un video por un testigo que circulaba por la zona.
El ministro de Seguridad bonaerense Berni aseguró ayer, tras mantener una reunión con los familiares de Luciano, que “no hay ninguna justificación” para explicar la muerte del adolescente y afirmó que el policía involucrado en el hecho, quien había festejado su propio cumpleaños pocas horas antes de dispararle al chico, “hizo todo mal”.
“Los cuatro miembros que estaban en el patrullero relatan que ni bien el policía efectuó el disparo dijo que se le escapó”, agregó Berni y explicó: “Le retiraron el arma, comunicaron directamente al fiscal y los propios compañeros lo detuvieron. No hubo ni siquiera la mínima intención de encubrir, como sucedió (en el caso de Lucas González)”.
Según la fiscal del caso, la autopsia al cuerpo del adolescente baleado “confirma que un único proyectil le perforó el corazón, el pulmón derecho en la parte inferior y también ha tenido una lesión hepática, que produjo la muerte casi de manera instantánea, y salió a la altura de la espalda”.
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