En la madrugada de hoy, Luciano Olivera, un joven de 16 años, murió tras una persecución de la Policía Bonaerense donde fue baleado. El hecho, investigado por la fiscal Ana Caro, generó protestas en la ciudad que desembocaron en disturbios.
La versión de la fuerza misma, a la que accedió Infobae, es confusa.
El sumario posterior elaborado por el Comando de Patrulla de Miramar asegura que a las 4 de la mañana un móvil intentó identificar a un joven a bordo de una moto Yamaha YBR de 125 cc color roja que se dio a la fuga al ser alertada en la zona de la plaza principal de la ciudad balnearia. Así, la moto fue interceptada por otro móvil del comando luego de una alerta radial. Cuatro efectivos lo ocupaban, con rangos de sargento, oficial y oficial inspector.
Según lo que aseguraron los policías a la propia fuerza, el joven detuvo la marcha al ser interceptado. Los policías descendieron del móvil. Sin embargo, sin explicación, el sumario relata cómo el joven supuestamente arrancó la moto de vuelta y se dirigió a uno de los oficiales.
Así, el oficial identificado como Maximiliano González, dispara su pistola reglamentaria. Según él mismo afirmó, el disparo se le escapó: la bala impacta en el tórax de Luciano. Así, se solicita una ambulancia. Una médica determina la muerte. La fiscal Caro es anoticiada y dispone que se preserve la escena del hecho. González, confirman fuentes policiales, se encuentra detenido.
Luego, llegaron familiares y amigos de Luciano que comenzaron una protesta enardecida. La Bonaerense convocó al cuerpo de Caballería con la excusa de contener un disturbio. La Policía Federal ya fue encargada con las tareas para esclarecer el hecho.
Según el portal Infobrisas, la Policía Bonaerense respondió a la protesta de los amigos y familiares con balas de goma. Un efectivo resultó herido, también fue lesionado un periodista que cubría el episodio.
La fiscal Ana Caro actuó en la escena del hecho durante toda la mañana. El hecho resuena fuertemente con el crimen de Lucas González, muerto el mes pasado por tres efectivos de la Policía de la Ciudad en la entrada de la Villa 21-24 de Barracas. Esta semana, los tres efectivos fueron procesados con prisión preventiva acusados de homicidio agravado por alevosía y por su rol de miembros de una fuerza de seguridad.
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