Los policías procesados participaron de la reconstrucción del crimen de Lucas González

Los sobrevivientes y los efectivos acusados fueron citados por la Justicia en la esquina de Iriarte y Vélez Sarsfield luego de que la defensa frenara el proceso anterior con un reclamo ante el juez del caso

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Los sobrevivientes del caso, citados
Los sobrevivientes del caso, citados como testigos (Maximiliano Luna)

En la mañana de este martes se realizó finalmente la reconstrucción del crimen de Lucas González, el futbolista baleado por efectivos de la Policía de la Ciudad a mediados de noviembre. El análisis requerido por el fiscal Leonel Gómez Barbella, a cargo de la instrucción del caso, se realizó en la esquina de Iriarte y Vélez Sarsfield -barrio porteño de Barracas-, donde ocurrió la balacera que le costó la vida al joven de 17 años. Allí, se intentó establecer la secuencia del hecho, en base a los relatos de los testigos y las pruebas obtenidas de cámaras de seguridad.

A cargo del estudio estuvo la Policía Federal. Entre los citados se encontraron los padres de Lucas, sus tres amigos que sobrevivieron al hecho y que fueron detenidos 48 horas con lo que la Justicia considera una falsa imputación, el abogado Gregorio Dalbón -que representa a la familia González en el expediente- y los defensores de los acusados.

También, fueron trasladados desde el penal de Marcos Paz los tres policías de la Brigada de Investigaciones de la Comuna 4 que fueron procesados por la autoría material del crimen: el inspector Gabriel Issasi y los oficiales José Nieva y Fabián López.

El abogado Dalbón inspecciona una
El abogado Dalbón inspecciona una de las armas réplicas (Maximiliano Luna)

El procedimiento original, ocurrido el miércoles pasado, fue interrumpido por un planteo de sus defensores. Los acusados no habían sido citados ya que el fiscal Leonel Gómez Barbella había recibido una recomendación general de la DOVIC -el ala de la Procuración que asiste a víctimas y que participa en el expediente- de que llevar cara a cara a los policías con los amigos de Lucas podría ser revictimizante para los menores.

El juez Martín Del Viso aceptó el planteo de la defensa para evitar futuras nulidades y suspendió el procedimiento, que fue reagendado para hoy.

Leonel Gómez Barbella, fiscal del
Leonel Gómez Barbella, fiscal del caso (Maximiliano Luna)

Ayer por la tarde, Del Viso procesó con prisión preventiva a los tres policías tras un pedido firmado el viernes pasado por el fiscal Gómez Barbella. La calificación fue la de homicidio agravado con alevosía y tentativa de homicidio para los tres compañeros del jugador de Barracas Central. Los términos del juez fueron particularmente duros. En su resolución, descartó “que hayan actuado bajo algún tipo de error o amparados en alguna causa de justificación” ese 17 de noviembre. Para el magistrado, comenzaron una “arbitraria, irracional e ilegal persecución” y que no dispararon a los fines de persuadir una posible agresión sino que lo hicieron directamente contra los adolescentes sin que estos pudieran defenderse“.

Los policías imputados con casco
Los policías imputados con casco y chalecos (Maximiliano Luna)

Los imputados llegaron al lugar a mediados de la mañana en un móvil del SPF, a cien metros de distancia de las vallas de contención. Poco antes de las 11:30, fueron llevados al reconocimiento en medio de una fuerte guardia, vestidos con chalecos antibalas y casco. Dalbón mismo inspeccionó las réplicas de arma que fueron empleadas.

La diligencia arrancó unos minutos después de las 10 en el cruce de Luna e Iriarte con el recorrido de un Volkswagen Suran similar al que tripulaban los chicos y a bordo del cual se detuvieron para comprar un jugo en un kiosco instantes antes de ser interceptados por un Nissan Tiida sin identificar de la Brigada de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.

Mientras cuatro personas llevadas por la fiscalía asumieron el papel de las víctimas, dos de los sobrevivientes -uno de ellos con una remera con la leyenda “Justicia por Lucas”- junto a sus padres y su abogado, Gregorio Dalbón, siguieron de cerca la reconstrucción del momento en el que el Volkswagen Suran se detuvo en el quiosco situado en Luna e Iriarte.

Al llegar al lugar, los adolescentes, que ingresaron abrazados al perímetro, fueron recibidos con aplausos por varios vecinos de la zona y con gritos de “¡Justicia por Lucas!”, y “¡Fuerza chicos!”, a lo que respondieron tímidamente alzando su mano, detalló la agencia Télam.

Ese tramo de la medida también fue presenciado por los abogados de los tres policías procesados por homicidio y los de los seis acusados por encubrimiento, quienes también se encontraron en el lugar, los primeros a bordo de un camión del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y los restantes en uno de la Policía Federal Argentina (PFA).

Allí, los adolescentes le relataron al fiscal de la causa, Leonel Gómez Barbella, paso a paso cómo Lucas descendió del auto, fue hasta un quiosco ubicado en la ochava y regresó al vehículo para seguir por avenida Iriarte.

Pasadas las 10.30, la reconstrucción llegó al segundo punto clave en el caso: el cruce de Iriarte y Vélez Sarsfield, donde los policías interceptaron el auto de los jóvenes y dispararon.

En ese lugar ocurrió el primer acercamiento entre las víctimas -y sus familias- con los policías imputados ya que, a las 10.50 descendieron de la camioneta del SPF esposados, con chaleco antibalas y cascos, y presenciaron el procedimiento a escasos 10 metros de los adolescentes.

Mientras que los seis policías imputados de encubrimiento solo estuvieron esposados y observando lo que acontecía junto a sus defensores.

Además de los adolescentes y los policías, fue importante el testimonio de un testigo, quien en el día del hecho se encontraba paseando perros y, según el abogado Dalbón “relató lo mismo que las víctimas”.

Los autos en la reconstrucción
Los autos en la reconstrucción de los hechos (Maximiliano Luna)

La reconstrucción continúo por la calle Luzuriaga, en dirección a Alvarado, donde uno de los adolescentes relató que luego de hacer aproximadamente 130 metros, ya con Lucas herido con un disparo en la cabeza y recostado sobre las piernas del conductor, los dos chicos que venían en el asiento trasero descendieron del rodado y comenzaron a correr con el objetivo de pedir ayuda.

El relato de las víctimas continuó sobre la calle Alvarado, donde el Volkswagen Suran fue detenido y dos de los adolescentes esposados, mientras que Lucas aguardaba la ambulancia para ser trasladado a un hospital.

En el cruce de Alvarado y Pedriel, nuevamente los chicos relataron lo sucedido ante el fiscal, los abogados de las partes, y efectivos de la PFA encargados del procedimiento.

"Justicia por Lucas", la leyenda
"Justicia por Lucas", la leyenda en la remera de uno de los amigos del joven de 17 años baleado por la Policía, en la reconstrucción de los hechos (Maximiliano Luna)

Allí también los seis policías acusados de encubrimiento descendieron del vehículo en el cual fueron trasladados y observaron la diligencia.

Otro momento clave fue cuando una de las víctimas miró hacia una casa donde había una vecina asomada por la ventana y recordó que la misma persona observó todo lo sucedido durante el hecho del 17 de noviembre último.

Ante esa situación, la mujer fue invitada por las partes a brindar su testimonio y, según Dalbón, relató cómo fueron esposados y tratados los menores durante las primeras horas del hecho.

El procedimiento finalizó con el testimonio de uno de los padres de una víctima, que fue el primer adulto responsable que llegó a la escena tras ser avisado por su hijo.

El hombre contó que fue él quien le avisó al papá de Lucas, Mario “Peka” González, lo que había pasado con su hijo y que lo habían trasladado al hospital Penna del barrio porteño de Parque Patricios.

El operativo para trasladar a
El operativo para trasladar a los tres policias acusados (Maximiliano Luna)

En tanto, una psicóloga de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas Dirección de Asistencia y Orientación a la Víctima (Dovic), estuvo en todo momento con las víctimas.

Por último, cerca de las 14, los dos adolescentes sobrevivientes se sentaron sobre el cordón de la vereda, y casi sin mediar palabras entre ellos, se abrazaron, al igual que lo habían hecho al comienzo de día.

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