Federico Jonathan Longiaru (34) es un viejo conocido de la Justicia de Bahía Blanca. Con antecedentes por robo desde 2004, cuando todavía era menor de edad, en su largo historial delictivo figuran incluso varios hechos cometidos mientras debía cumplir arresto domiciliario. El último es de hace unos días: lo acusan de haber participado de una violenta entradera en esa ciudad bonaerense. Ahora Longiaru está prófugo, aunque debería estar preso desde hace tiempo: el año pasado salió de la cárcel con la excusa de la pandemia y ese beneficio le fue revocado al ser encontrado en la calle, pero cuando lo fueron a buscar para trasladarlo nuevamente a un penal, se dieron cuenta de que había escapado.
El nombre de Longiaru reflotó recientemente por el asalto a una casa del barrio Sánchez Elía. Ocurrió el domingo pasado por la mañana en un inmueble ubicado en Remedios de Escalada al 1.700. Las víctimas, el matrimonio propietario de la vivienda y un amigo, fueron sorprendidos en el quincho por cuatro ladrones armados y con los rostros cubiertos, que accedieron al lugar a través del patio de una iglesia lindera.
El dueño resistió el robo y se trenzó en lucha con uno de los delincuentes que portaba una pistola Bersa calibre 9 milímetros con pedido de secuestro radicado en Avellaneda. En medio del forcejeo, se produjo un disparo y el asaltante cayó herido. Se trata de S.D.M., de 17 años y nacionalidad paraguaya, con domicilio en el barrio porteño de Barracas.
El menor resultó lesionado en una pierna y un brazo. Fue asistido y quedó bajo arresto. Mientras, los investigadores de la DDI de Bahía Blanca comenzaron la búsqueda de los cómplices, que huyeron tras el disparo. Mediante testimonios de vecinos y el relevamiento de cámaras de la zona, identificaron a dos sospechosos, según informaron fuentes del caso a Infobae: además de Longiaru, señalaron a Aldo Alfredo Bogado Peralta, ciudadano paraguayo de 37 años que posee una causa por homicidio en riña por la cual estuvo 6 años preso y le otorgaron la libertad condicional.
Pero los detectives además advirtieron que la banda delictiva se movilizaba en un Chevrolet Astra gris registrado en Lanús al que encontraron más tarde estacionado sin ocupantes en una estación de servicio ubicada en Falucho y Parchappe. Los delincuentes lo habían dejado ahí para “enfriarlo” y pasar a buscarlo luego. Eso mismo quiso hacer Bogado Peralta dos días después de la entradera. Sin embargo, para entonces los policías lo estaban esperando escondidos y lo capturaron.
Tras la recolección de pruebas, los investigadores realizaron dos allanamientos: uno en la calle Gambaretes al 3.200 y otro en Humboldt 490. Este último domicilio pertenece a Longiaru. Es la vivienda de donde escapó a mediados de octubre pasado, luego de que la Justicia le revocara el beneficio del arresto domiciliario por incumplir la cuarentena en abril de este año.
Esa fuga se dio durante el proceso de traslado, después de que se le desactivara el sistema de monitoreo de la tobillera. Según precisó el diario La Brújula 24, aquella vez Longiaru pidió cambiarse de ropa y aprovechó esa situación para huir por una ventana.
La primera causa de Longiaru fue en octubre de 2004 por robo calificado con uso de arma. Tenía por entonces 17 años. Cuatro años después se le inició un expediente por resistencia a la autoridad. En tanto, en enero de 2009 asaltó una parrilla en Monte Hermoso. Por ese hecho lo condenaron en 2010 a siete años de cárcel. Sin embargo, a los dos años y medio, en septiembre de 2012, cuando disponía de libertad asistida, protagonizó un enfrentamiento armado en Villa Miramar y lo acusaron de abuso de armas y lesiones.
En febrero de 2015, mientras todavía seguía purgando años de prisión, intentó robar en una distribuidora de golosinas, pero resultó herido tras tirotearse con la Policía. En este caso le dieron ocho años y medio de prisión. Con el tiempo, el delincuente quedó involucrado en una causa federal por narcotráfico. Junto a su concubina, Carina Gómez, vendían cocaína. Ambos fueron condenados a 5 años de prisión y al hombre lo enviaron al penal federal de Santa Rosa.
El 3 de abril de 2020, Longiaru había recibido el arresto domiciliario al ser considerado paciente de riesgo (padece HIV) en el marco de la pandemia. Pero como tiempo después lo encontraron en la calle incumpliendo el beneficio, el Juzgado de Ejecución Penal N° 1 decidió que vuelva a ser trasladado a una cárcel. Eso, por el momento, no sucedió.
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