“A él no lo quería nadie. No tenía mayor relación con los que vivimos acá pero eso sí, miraba a todas las mujeres y niñas que le pasaban en frente. Un asqueroso”, dice a a Infobae María, vecina acerca de Damián Lezcano Mendoza, el único detenido por la desaparición y el femicidio de Nancy Videla, la mujer buscada desde hace 6 días después de ausentarse de su casa de Ingeniero Budge. En la madrugada de hoy, su cadáver fue encontrado bajo un contrapiso en la casa de Lezcano sobre la calle Bucarest al 2500, convertida por el hombre en un inquilinato.
María vive en una de las casas contiguas. Anoche no pudo dormir por el ruido de las excavaciones policiales, aunque eso fue lo que menos le importó. Lo único que destacó de todo el episodio es que no va a ver por un buen tiempo a su vecino. “No tenía contacto con él pero acá todos lo conocían por acosador y por los alquileres que hacía en su casa. Muchas personas iban a venían”, contó María. Lezcano rentaba las habitaciones de su propiedad temporariamente y por eso la rotación de gente era una constante.
Sin embargo hay un detalle que se desconocía hasta ahora y que podría comenzar a establecer un perfil de su comportamiento: todos los vecinos que hablaron con este medio aseguraron que el hombre sólo le alquilaba a mujeres. Algunas con hijos, pero siempre procuraba que sus clientas fueran solteras. “En muchos casos se aprovechaba de la vulnerabilidad de las chicas para alquilarles”, añadió la vecina. Sobre la construcción del contrapiso, dijo que no haber escuchado nada, ya que es muy común que ese tipo de obras se realicen en el barrio. “¿Quién se puede imaginar que estaba escondiendo un cadáver?”, se preguntó.
Dos presuntas víctimas, en primera persona
A., de 17 años, y su hermana Rocío, de 22, viven al lado de la casa de Lezcano. En medio del alboroto generado por las presencia de los móviles de televisión en toda la cuadra, salieron de su casa y se animaron a hablar. Las dos dialogaron con Infobae a metros de los escombros producidos por la construcción del contrapiso en el que hallaron el cadáver y contaron detalles escabrosos del hombre de 70 años. Las dos lo conocen muy bien y según dijeron, no dudan en que pudieron terminar como Nancy.
“Cuando yo tenía 14 años, Lezcano me acosó. Siempre que pasábamos nos decía indirectas. Iban dirigidas para nosotros. Pasabas y te sentías acosada. Te miraba de una forma asquerosa. Te decía ‘mi amor’. Un asco. Él tuvo varias denuncias. No sé por que no hicieran nada. Lo denunciaron por acosar, por manosear a una nena, hija de una de sus inquilinas de origen colombiano. Vino un patrullero hace un mes, se lo llevó pero después volvió”, contó A.
En uno de esos episodio, la mamá de la menor enfrentó a Lezcano en la calle y mantuvieron un altercado. Al igual que María, A. lo recuerda con desprecio y pese a lo que padeció al ser su vecina, no sale de su asombro por el hallazgo de la mujer muerta a pocos metros de su casa. “Esto te genera impotencia como mujer. No haber visto nada y no poder hacer nada. Es muy doloroso”, agregó la adolescente, quien además indicó que lo conocía desde que era una nena.
Según estimaciones de ella y de otros vecinos, Lezcano llegó al barrio entre los años 2013 o 2014. Lo hizo después de la muerte de su hermano, quien aparentemente era el dueño legítimo de la casa de la calle Bucarest, cuya dirección es el domicilio fiscal de una sociedad fundada con su familia.
“Nunca imaginé que podría ser tan psicópata de enterrarla en su propia casa. A Nancy nunca la vi por acá porque entran muchas mujeres acá. A una chica una vez se le dificultó pagar y le ofreció que la dejaba quedar a cambio de que tuvieran relaciones sexuales. Vino una amiga de ella a quedarse porque tenía miedo y hasta que vino otro móvil a llevárselo porque ella hizo la denuncia”, reveló A.
Rocío, la hermana mayor, también relató los acosos callejeros que sufrió durante mucho tiempo por parte de Lezcano. “Era capaz de cualquier cosa. Era un baboso”, dijo la joven. La vecina del detenido recuerda su “mirada libidinosa”. Cuando pasaba por su lado, Rocío ya estaba preparada para enfrentarlo. Fueron años de acoso los que la prepararon para lograr atenuar los acosos. “Me decía año y yo le contestaba. Ahí reculaba y no me decía nada más”, relató.
“Siempre quería algo a cambio. Se aprovechaba de las mujeres. Esto me dio impotencia por no poder hacer nada para ayudarla, estando ella tan cerca”, lamentó Rocío. “Sólo puedo decir que siento asco por él. Era un viejo decrépito que no sé qué le pasaba por la cabeza. Y acá todos lo sabían”, añadió.
No muchos vecinos hablaron sobre el acusado del femicidio de Nancy Videla: de quienes hablaron, todas fueron mujeres. Y todas coincidieron en los acosos y presuntos abusos sexuales que protagonizó el sospechoso en los casi 8 años que vivió en el lugar. Una de ella es C., quien conocía a Nancy a través de una de sus amigas.
Contó que la mujer de 31 años conoció a Lezcano cuando vivió allí hace algún tiempo en compañía de Franco, un ex novio. Pero por pedido del propio Lezcano, la pareja se tuvo que mudar hasta Villa Itatí. Sin embargo -dijo la testigo- Nancy mantuvo el vínculo con él porque además de ofrecer habitaciones en alquiler, el hombre de origen paraguayo era prestamista.
“Se aprovechaba de gente adicta a las drogas para prestarles plata. A Nancy la mató el viernes cuando ella vino por el tema de un préstamo que él le había hecho”, relató C..
La mujer en ese momento recordó varios episodios protagonizados por el prestamista. Según dijo, una amiga suya -inquilina de Lezcano- dormía una noche cuando sintió la respiración de él en su nuca. Cuando despertó, el propietario se le abalanzo y la quiso violar. El escándalo despertó a los vecinos del barrio, quienes irrumpieron en la propiedad y evitaron que el abuso se consumara. El abusador se defendió con un machete y evitó que lo lincharan.
De acuerdo con los vecinos, cargaba con esa arma todo el tiempo en la mano para evitar que se le acercaran. “Era un violento”, indicó.
Pero este fue apenas el final de un serie de acosos que sufrió la joven, de origen paraguayo, a manos del hombre. Durante mucho tiempo, supuestamente quiso obtener favores sexuales simplemente por el hecho de dejarle que se quede a vivir en esa casa. “Le cortaba el agua, la luz, no la dejaba escuchar música. Todo para violarla. Le dijo ‘si no tenés para pagarme, ya sabés cómo se puede arreglar’”, denunció C.. La mujer terminó por irse del barrio, dejando todas sus pertenencias en la habitación que alquilaba.
Finalmente C., recordó que vio a Lezcano hace un mes. Fue después de que la increpara violentamente en su propia casa para reclamarle por los objetos que la inquilina que había querido violar. Es que luego la joven huyó del barrio, C. fue hasta la casa de la calle Bucarest y retiró las pertenencias de su amiga. Lezcano, al sentir que era su dueño, le exigió que le devolviera esos objetos.
“Vino hasta mi casa a decirme chorra. Que le devolviera todo”, señaló la mujer, que como otras, lamentó que no se dio cuenta de la construcción que el acusado llevó a cabo hace apenas dos días para “terminar con la tortura de Alan”, el novio actual de Nancy.
Lezcano será indagado vía Zoom por el juez del caso, Diego Slupski. Está acusado de femicidio criminis causa. Según aseguraron fuentes del caso a Infobae, se cree que intentó abusar sexualmente de Nancy. Al no lograrlo, la habría matado con un objeto contundente para luego enterrarla bajo el contraipiso. Además, tiene una imputación en un expediente por homicidio simple en la jurisdicción de La Matanza, investigado por la UFI N°2 de esa zona, todavía sin resolución, que data de 2002 con una condena de un tribunal de la zona, de acuerdo a otro registro en poder del Ministerio de Seguridad bonaerense.
“Hoy dormimos más tranquilos al saber que ese tipo no vuelve más. Pero debimos haber notado que Nancy vino y que la mató. Nadie se dio cuenta”, concluyó una de las vecinas acosadas.
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