E.H, vecino de Gerli, el acusado de violar y prostituir a la sobrina de su pareja, una menor de 12 años, ciertamente dejó un rastro. Sus teléfonos y cuentas virtuales permitieron a la fiscal Soledad Garibaldi y la división Trata de Personas de la Policía Federal avanzar en la imputación en su contra.
Lo habían arrestado en abril, en medio de un feroz intento de linchamiento de los vecinos de su cuadra, que ayudaban a E.H, a su pareja y a sus cuatro hijos con mercadería para sobrevivir. Luego, los investigadores descubrieron que E.H y la mujer entregaban a la menor al menos a otro vecino del barrio, que fue detenido esta mañana, ocho meses después, y que vivía a menos de tres cuadras de la casa de los sospechosos. La tía estaba a cargo del cuidado de su sobrina tras la muerte de su hermana.
El esquema era más grande que el barrio. Los detenidos ofrecían a la chica en redes sociales, en grupos de Facebook de encuentros sexuales de la zona sur. Le enviaban material prohibido a interesados, donde la tía tocaba a la chica, donde la besaba y desnudaba. La mujer la anunciaba no como su sobrina, sino como su hija. La ofrecían gratis al principio, a sus contactos de confianza. Luego, comenzaron a cobrar. Dos mil pesos por cada violación, un poco más.
Y ese vecino violador, que atacaba a la nena junto con la pareja, fue visto en al menos veinte videos que fueron parte de la denuncia original del caso, filmaciones en las que también se ve a la pareja mientras ataca a la menor. Esos videos fueron descubiertos de casualidad, cuando M.O, la pareja, dejó abierta su cuenta de Gmail en su computadora y fue vista con alguien de su entorno. Alarmada por mensajes extraños que ingresaban, comenzó a revisar el material y cargó las imágenes en un pendrive. Horas después, se presentó en la Comisaría de la Mujer de Lanús para realizar la denuncia.
Así, Garibaldi y la Federal fueron a detener a la pareja a fines de abril. La menor y sus primos fueron rescatados, enviados a un hogar. Se secuestraron teléfonos, que fueron peritados por el sistema UFED que extrajo copias forenses de las conversaciones y contenidos. El análisis de los aparatos continuó en los meses sucesivos.
Encontraron varias claves que permitieron ingresar a la cuenta de Google Photos de E.H, así como a su chat de Facebook. Su álbum reveló al menos una decena de fotos de otras nenas desnudas o semidesnudas, de cinco a nueve años. También encontraron imágenes de su sobrina, semidesnuda también.
El chat de Facebook fue un poco más retorcido.
Los detectives de la Federal encontraron un nombre que se repetía, “Raúl Sánchez”, una y otra vez. No parecía tener correlato con una persona real, pero era casi omnipresente. Pensaron que era otro abusador en la lista, pero decía algo curioso. “Voy a estar en el cuerpo de tu marido”, decía Sánchez. Resultó ser E.H mismo. Como Sánchez, le envió un audio a su pareja, para que se lo haga escuchar a la menor, reproducido en esta nota.
El audio dice, en una voz robótica, típica de un programa que traduce texto a sonido: “A mí no me vas a mentir. Siempre una excusa. Yo también te tengo en mi poder. Yo me llamo Raúl Sánchez. El domingo vas a hacer algo si no querés que nadie se entere lo que hay entre vos y yo”. Menciona a la menor en el mensaje.
La menor, incluso, llamaba “papá” al hombre que la atormentaba y violaba. Su padre biológico no pudo ser hallado en ocho meses de investigación.
No solo eso. Aún preso en una cárcel bonaerense, E.H retuvo control de su cuenta fantasma. Los detectives de la Federal se enteraron en plena investigación. El hombre les chateó a los policías desde su celda, cuando se escribió un mensaje a sí mismo. Lo vieron mientras analizaban su cuenta, literalmente en vivo:
“Yo soy un jaker muy bueno. Yo soy el verdadero culpable”, escribió.
El caso dio un paso clave en la madrugada del jueves. Doce hombres fueron detenidos en doce allanamientos realizados por la división Trata de Personas, que depende de la Superintendencia de Delitos Federales de la PFA. La gran mayoría habían pedido a la pareja fotos y videos de la menor. Otro es el vecino violador que puede verse en los videos.
Otros dos son una historia paralela: son la ex pareja de la abuela de la nena y el hijo del hombre. La menor los señaló también como sus violadores en una cámara Gesell. La fiscal Garibaldi también descubrió que el ex padrastro de la menor había abusado de ella y fue condenado. La tía a cargo de su guarda, que años después la violaría y la prostituiría con pedófilos, fue una de las denunciantes de esa causa radicada en la Justicia de Lomas de Zamora.
La conclusión es horrible: cada adulto que estuvo a cargo de cuidar de la chica, en algún punto, la violó.
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