El último dato certero que los investigadores lograron obtener sobre Nancy Beatriz Videla (31) de aquel 26 de noviembre en que desapareció es de las celdas de celulares de esa zona de Ingeniero Budge, en el partido de Lomas de Zamora, donde vivía. La última conexión ocurrió apenas a 17 cuadras de su casa y a solo 100 metros de lo de su novio. Después, el silencio. Ya van cinco días sin que nada se sepa sobre el paradero de la mujer que regresaba de trabajar y se la tragó la tierra.
En el caso interviene la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°27, a cargo de Marcelo Eduardo Munilla Lacasa. Y del paradero de la mujer apenas conoce lo que la tecnología llegó a captar: ese viernes 26 de noviembre salió de su trabajo en Palermo a las 15.33 rumbo a la estación Constitución. Allí abordó una de las formaciones de la Línea Roca y se bajó en la estación Lanús, donde tomó el colectivo 283 B que la llevaría a su casa. Nunca llegó.
“Virgen de Itatí y Falucho es el lugar de la última activación de la antena de celulares”, contaron fuentes de la investigación a Infobae. De ese cruce de calles a la casa de Nancy hay 17 cuadras en línea recta por Falucho. En el medio, a 100 metros de la esquina donde se captó el rastro, está la casa del novio.
Este miércoles, la Policía de la Ciudad, por orden de la Justicia, hizo inspecciones en la propiedad de Alan Leguizamón (30), el novio de Nancy. Los agentes que revisaron la casa lo hicieron con perros adiestrados, que también se usaron para rastrillar esa zona de Lomas de Zamora.
Justamente, con Leguizamón fue con quien se comunicó Nancy ese viernes mientras regresaba a su casa. Le contó su itinerario y le dijo que iba a hacer las compras para un licuado. A las 18.47 de ese 26 de noviembre es la última interacción en el chat de WahtsApp que aportó el joven. Luego, ya no le dio el visto a sus mensajes y a las 12.46 del día siguiente apenas tenían un solo tilde.
Fue entonces cuando Leguizamón radicó la denuncia en la comisaría 1C de la Ciudad de Buenos Aires por su desaparición y se activó la búsqueda. Las cámaras de seguridad de su trabajo la registraron cuando se iba, también las del hall de la estación Constitución e, incluso, cuando hay imágenes de cuando tomó el colectivo en Lanús.
“En función del relevamiento de cámaras realizado, lo que se sabe hasta el momento es que la mujer, efectivamente, se subió al tren. Estaba sola, tranquila y no parecía estar apurada. Luego, se bajó en la estación de Lanús y se subió a un colectivo”, había confiado fuentes de la investigación.
“Las dos cámaras de la zona donde captan su celular las antenas no funcionan. Tampoco se sabe si el teléfono lo tenía con ella por ese entonces, si se bajó antes del colectivo...”, detallaron. ¿Qué pasó con Nancy, entonces? Sigue siendo un misterio aún cinco días después de su último rastro. De momento, el esfuerzo policial está puesto en esa zona donde se le perdió el rastro a la mujer: Lomas de Zamora, su barrio.
Nancy mide 1,60 metro, es de contextura física delgada, tez blanca y cabello largo rubio. Al momento de su desaparición, llevaba puesto un pantalón de jean claro, zapatillas blancas, una remera blanca con una estampa fucsia en el centro, un bolso negro y un rodete alto.
Liliana Beatriz Ayala (59), la mamá de Nancy contó que el jueves 25 de noviembre su hija pasó la noche en su trabajo, en una vivienda ubicada sobre la avenida Santa Fe de la Ciudad de Buenos Aires. “No sé qué es lo que le pasó... Ella es muy familiera, siempre está pendiente de sus hermanos y de sus sobrinos. No me la imagino apagando el celular y preocupándonos a todos”, dijo desde el departamento de Vera, en la provincia de Santa Fe, donde vive actualmente.
*En caso de contar con información sobre Nancy Beatriz Videla, piden contactarse de inmediato con el 911 o al 4309-9600, interno 234153, o por WhatsApp al 11-5821-4001.
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