Este martes tres delincuentes fueron imputados por dos entraderas realizadas en la ciudad santafesina de Rosario. Fueron en casas de jubilados.
Se investiga si el ataque cardíaco que sufrió una de las víctimas fatales luego del asalto se debió al estrés ocasionado por lo ocurrido. En esas circunstancias, le taparon la boca mientras desvalijaban su hogar.
Los acusados son Santiago Isaías C. de 18 años, Emanuel Marcos P. de 33 y Cristian Leonel E. de 22.
El primero de los hechos ocurrió este sábado a la madrugada en una vivienda de la casa Forest al 7000 donde los delincuentes ingresaron una barreta de 40 centímetros para forzar una ventana. Posteriormente despertaron al propietario, un jubilado de 88 años, según informó el portal local Rosario3.
Tras ello, maniataron al anciano con precintos plásticos y le colocaron un cable de electrodomésticos en el cuello para asfixiarlo. El objetivo era obligarlo a brindarles información sobre los objetos de valor que pudiera haber en la casa.
La segunda entradera realizada por los mismos tres delincuentes sucedió en una casa de la calle Matienzo al 800. Allí ataron de pies y manos y le colocaron un trapo en la boca al dueño de la vivienda identificado como Espedicto Campos (80) para que no pueda pedir ayuda. Finalmente falleció horas después.
De acuerdo al fiscal de Delitos Complejos y Económicos Miguel Moreno interviniente en el hecho, se estima que de esta última vivienda los ladrones se llevaron 10 mil dólares y 15 mil pesos.
El mismo diario local señaló que aunque se presume que la víctima falleció por un problema cardíaco como consecuencia del estrés vivido en la entradera, aún no es clara la causa por lo que se aguardan los resultados de la autopsia solicitada al Instituto Médico Legal de la ciudad santafesina.
A partir de las pesquisas se sotiene que los apresados estarían vinculados con varios hechos de entrederas realizadas desde hace más de 18 meses, siempre contra jubilados. Durante las detenciones la Policía secuestró una réplica de ametralladora, otras armas y dinero en efectivo.
Sin estar directamente relacionadas, las entraderas mencionadas son un hecho delictivo más entre varios que se produjeron en la misma ciudad durante los últimos días. Una brutal ola de inseguridad azota Rosario y el panorama no ofrece mayores certezas.
Ayer la titular del PRO y ex ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, le envió una carta al presidente Alberto Fernández en la que le reclamó “medidas profundas” para garantizar la seguridad.
Fue poco después de que se conociera que dos locales gastronómicos de la zona fueron baleados cuando estaban llenos de clientes.
De hecho el dueño de uno de esos restaurantes afirmó que ese tipo de ataque se convirtió en una moneda corriente en la principal ciudad de Santa Fe.
Según comentó Osvaldo De Marco, uno de los empleados del restaurante sufrió la herida de una esquirla de bala en su omóplato y una clienta sufrió cortes en una pierna producidos por los vidrios de una botella que fue alcanzada por las balas. Respecto al ataque aseguró no saber el motivo.
Indicó que el atacante no fue detenido y que la situación se está volviendo cada vez más insostenible. La inseguridad no da respiro en Rosario.
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