Gabriel Alejandro Isassi se sentó ante el juez el lunes por la mañana y pensó en él mismo. Había pasado las últimas 48 horas tras entregarse el sábado, mientras la madre de su víctima cargaba los botines y canilleras de su hijo muerto para mostrárselos a una multitud en Tribunales. De 40 años de edad, personal de la Policía de la Ciudad, rango de inspector, sueldo de 170 mil pesos según él mismo dijo, padre de cinco hijos y luchador de jiujitsu brasileño en sus ratos libres, Isassi se había convertido junto a sus compañeros Fabián Gómez y José Nieva en las nuevas caras del gatillo fácil tras matar a Lucas González de dos tiros y disparar también contra los tres amigos que lo acompañaban, según la acusación en su contra.
No solo eso. Los tres amigos terminaron detenidos, con un arma de juguete que la Justicia sospecha fue plantada para justificar un falso enfrentamiento que jamás existió. Los tres policías, así, fueron acusados de homicidio agravado por su condición de policías, tentativa de homicidio, todo con alevosía, falsedad ideológica, privación ilegítima de la libertad. Podrían recibir la pena de prisión perpetua.
Así, frente al juez, Isassi pensó en el mismo. Aceptó ser indagado en el Juzgado N°7 a cargo del doctor Martín del Viso, con una investigación en su contra a cargo del fiscal Leonel Gómez Barbella y el equipo de la Fiscalía N°32, defendido por el abogado Alfredo Oliván. Mientras la multitud caminaba hacia Tribunales con más de 30 grados de calor en el aire, el policía comenzó a hablar. Infobae accedió a la declaración completa.
“Señor juez, hace dos días que estoy sin dormir, yo salí a trabajar, yo no soy un delincuente, yo soy un laburante, yo lamento lo que le pasó a este chico, yo tengo hijos. Hace dos días que no duermo, me tiraron mierda, me amenazaron a mí, me dijeron que iban a matar a mi hijo”, afirmó. Pidió que cambien su lugar de detención, recordó que atendió un parto en la vía pública, que deberían tratarlo como a un héroe. “Tengo escondidos a mis hijos por esta situación, mis hijos no pueden hacer un paso, espero que entiendan la situación, la comuna nos entregaba un premio en pocos días, estábamos involucrados en la lucha del narcotráfico, trabajábamos para la sociedad. Tengo diecinueve años de carrera”, continuó.
Luego, sugirió que todo se trataba de una situación de contexto: “Era imposible presumir que estos chicos venían de jugar al fútbol... Yo lamento el desenlace de todo esto, pero fue trabajando”.
Minutos antes, Isassi había expresado: “Porque para mí en mi cabeza, ese vehículo podía estar transportando droga o podían estar armados, teniendo en cuenta las calles por las que circulaba”. Es decir, Lucas González murió por tener el perfil equivocado, en el lugar equivocado, con los policías equivocados. Es decir, según Isassi, los chicos eran posibles narcos.
Isassi aseguraba que trabajaba en un literal zona de guerra. “Es una zona en donde realizamos constantemente interceptaciones de vehículos y encontramos drogas, armas. De hecho hace pocos meses habíamos participado de una detención en un bunker donde habíamos encontrado una ametralladora, escopetas, es decir, quiero que quede claro el concepto del lugar donde estábamos trabajando, se trataba de una zona sumamente compleja”, afirmó ante el juez Del Viso. Habló de operativos recientes donde supuestamente había encontrado una ametralladora, así como de otro punto de acopio de droga sobre el que debían avanzar en pocos días bajo órdenes de una fiscalía porteña especializada.
Este operativo al caer, dijo el policía, había elevado su estado de sospecha. “Era inminente un allanamiento. Estábamos esperando que salga la firma, teníamos que ver que estaba pasando, teníamos que estar atentos a qué vehículos estaban y cuáles salían. Sí había una fuga de material, o ingreso de material, de interés para esa causa. Teníamos que estar atentos a si había satélites para esa causa, es decir era una causa compleja, la gente que rodea es siempre gente pesada”, continuó.
Aseguró también que se identificó como policía al abordar el Volkswagen Suran en la que viajaban González y sus otros amigos, que vestían los chalecos “por si el operativo era televisado”, un dato ya refutado en el expediente. “López tenía el chaleco colocado en razón del operativo que pensábamos podía desatarse en caso de encontrar droga en ese vehículo. Tiene que tener el chaleco “Siam” por si se televisa el procedimiento, como todos los procedimientos que tienen lugar en la Policía de la Ciudad”, afirmó Isassi.
Luego, el policía comenzó a relatar el momento del hecho, su propia versión.
“Ya cruzando Vélez Sarsfield, ya le tira el primer ‘sirenazo’. Ya después nos vamos por el costado de ellos y seguimos con la sirena de emergencia... Yo creo que esa situación por lo menos ocurrió tres o cuatro veces, lo del sirenazo. Fue algo inmediato, fue todo en el momento. En ese momento es que le digo al chofer, ‘intercéptalo, intercéptalo´’”, continuó.
“Estábamos con los chalecos anti bala colocados y López además tenía el chaleco Siam, estábamos identificados, hasta teníamos las chapas. Bajamos gritando ‘policía’, ‘policía’. En ese momento, yo me voy arrimando por detrás del baúl mío y López por detrás de mí y Nievas siempre queda adelante. Nievas queda entre la puerta de nuestro vehículo y el mismo habitáculo. En ese momento que estábamos gritando ‘policía’, en ese momento ellos aceleran, y el vehículo se abalanza directamente hacia mí. Yo sentí que atentó contra mi vida en ese momento. Me colisiona a mí, y lo colisiona a Nieva, yo quedo entre el vehículo mío y el de ellos, quedo apretado. En ese momento que él acelera y me choca yo efectué un disparo”, completó el inspector. Poco después, la escena culmina. No hay nada en el testimonio sobre la réplica supuestamente plantada en la Volkswagen Suran.
Hoy martes, el fiscal del caso continúa con la toma de testimonios, entre ellos, los de los padres de Lucas, asistidos por psicólogas de la DOVIC, el ala de la Procuración que acompaña a víctimas de delitos. Se espera para los próximos días la pericia que será clave para definir las imputaciones en el expediente: el análisis balístico de las armas de los efectivos y los cuatro impactos de bala en la Suran, ordenado por Gómez Barbella, a cargo de la PFA, que podrá determinar si fue Isassi, Nievas, o Gómez quien mató a Lucas. Isassi es uno de dos efectivos que admitieron haber disparado en Barracas.
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