Lucas González, el joven de 17 años que fue baleado por tres efectivos de la Policía de la Ciudad, recibió un disparo en la cabeza que le quitó la vida. Así lo confirmó el resultado preliminar de la autopsia ordenada por el fiscal Leonel Gómez Barbella, titular de la Fiscalía N°32. Además, se reveló que la causal de la muerte fue la lesión el proyectil que le ingresó en el cráneo y le causó una hemorragia interna, según confirmaron fuentes del la investigación a Infobae. También, indicaron que Lucas tenía un surco en el pómulo derecho de una segunda bala. Es decir, que hubo un segundo disparo a matar.
El estudio forense se realizó en la en Morgue Judicial del Cuerpo Médico Forense de la calle Viamonte por los doctores Alejandro Rullan Corna y Patricia Gómez, donde se determinó una “lesión por proyectil de arma de fuego en cráneo” además de “hemorragia meningoencefálica”. Mientras tanto se espera que, tras el estudio, el cuerpo de Lucas sea entregado a la familia para que puedan el velar a su hijo, en una cochería en Florencio Varela que ya fue confirmada para realizar el sepelio.
Del mismo modo, el fiscal Gómez Barbella, titular de la Fiscalía N°32, pidió al Juzgado N°7, a cargo del juez Martín Del Viso, las detenciones e indagatorias de los tres policías acusados de asesinar el miércoles pasado a Lucas. “Hay que indagarlos. La prueba es suficiente”, asegura una fuente cercana al expediente.
Las órdenes de arresto aún no fueron firmadas por el juez Del Viso en la mañana de este sábado. La división Homicidios de la Policía Federal espera la orden para detener a los sospechosos. Lo que sí fue ordenado es la pericia balística a las armas incautadas a los policías, a las vainas servidas recogidas en la escena y a los cuatro impactos de bala en la camioneta Volkswagen Suran en la que viajaban Lucas y sus amigos, un estudio que estará también a cargo de la PFA.
La pericia balística es considerada una prueba clave, pero para los investigadores el cuadro probatorio actual amerita el arresto y la indagatoria, a cuatro días del crimen. La calificación es la de “homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones”, el cual prevé la pena de prisión perpetua y no es excarcelable bajo ningún punto de vista.
La causa fue delegada al fiscal ayer por la tarde, tras una decisión del magistrado Martín del Viso. En un lapso de cuatro horas, decretó un estricto secreto de sumario, contactó a la madre de Lucas para informarla del progreso de la investigación y requirió también a la DOVIC, el área de la Procuración dedicada al acompañamiento de víctimas, que asista a los González. Además, en un segundo escrito elevado al juez Del Viso, Gómez Barbella requirió que cualquier pedido de eximición de prisión que sea presentado por las defensas del inspector Gabriel Isassi, del oficial mayor Fabián López y del oficial José Nievas sea rechazado. Los abogados, por fallas en el sistema, aún no pudieron consultar los escritos en el expediente.
Ayer por la mañana, el Juzgado de Menores N°4 que recibió el caso en un primer momento a causa de las detenciones de los tres jóvenes que acompañaban a Lucas, se declaró incompetente y sobreseyó a los detenidos que habían sido liberados poco antes, señalando que eran víctimas en el hecho, no sospechosos. También se prohibió que los policías acusados salgan del país.
Del mismo modo, en las últimas horas, trascendieron imágenes en las que se observa el accionar de los tres efectivos acusados de asesinar a Lucas González, el joven futbolista de 17 años. El video captado por las cámaras de seguridad ubicadas en el barrio porteño de Barrancas muestra parte de la secuencia, en el que los policías porteños persiguieron a los jóvenes que salían de un kiosco después de comprar un jugo. En esos segundos, disparan contra el VW Surán en el que circulaban los cuatro amigos.
Al mismo tiempo que se conoció el resultado preliminar de la autopsia, el abogado Gregorio Dalbón, quien representa a los padres del adolescente asesinado, realizó una conferencia en conjunto con el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, donde el letrado anunció que pedirá “el juicio político para que sea destituido el juez de Menores Alejandro Cilleruelo (el primero que intervino en el caso), porque dejó en libertad a los policías que seguramente todavía nos están mirando por televisión”.
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