Familiares y amigos de Lucas González, el joven baleado por tres efectivos de la Policía de la Ciudad en el barrio de Barrancas, el miércoles pasado, se reunieron esta tarde en la puerta de la casa de la familia del joven de 17 años, en Florencio Varela, para darle apoyo a la familia del joven fallecido. En paralelo, el grupo de curas villeros organizaron una misa en la villa 21-24, cerca de donde interceptaron a Lucas, para reclamar justicia por el crimen y por los casos de “gatillo fácil” en los asentamientos.
Ayer cerca de las 17.45, se conoció la noticias de que Lucas había muerto producto del disparo que recibió en la cabeza en un operativo policial que no tiene explicación hasta el momento. Tras su fallecimiento, decenas de amigos de Lucas se acercaron al Hospital El Cruce de Florencio Varela, donde se encontraba la familia del joven y los acompañaron. Del mismo modo, esta tarde, amigos y vecinos de Lucas llegaron hasta su casa, en el barrio San Eduardo, donde estaban sus padres.
Ante la cantidad de personas que se llegaron hasta ahí, con banderas y carteles donde reclamaban “Justicia por Lucas”, ambos salieron visiblemente emocionados a agradecer el acompañamiento de la gente y la mamá, Cintia, sostenía una foto de Lucas donde se leía “Justicia”. El padre, Héctor, con sus manos realizó un gesto de agradecimiento y se quebró instantáneamente mientras, los amigos del joven aplaudían para brindarle su apoyo. “El lunes a las 17 vamos a ir hasta los Tribunales para exigir Justicia por Lucas. Nos gustaría que nos puedan acompañar y que estén presentes. Gracias. ¡Somos del barrio!”, dijo Héctor, conocido como “Peca”, a los que vecinos que fueron a darle el apoyo.
Tras las palabras del padre de Lucas, algunos presentes hablaron con los medios en el lugar y reclamaron Justicia por el hecho. “Lo conozco a Lucas, estamos pidiendo Justicia. Sin palabras. El lunes nos vamos a juntar para ir a tribunales. Vamos a estar todos ahí. Vamos a ir todos tranquilos. Queremos que se haga Justicia. A los 17 van a estar los micros acá para salir a Tribunales·, indicó un amigo de la familia mientras sostenía un cartel con una foto del joven.
Otro de los vecinos, dijo: “que caiga el que tenga que caer, mirá los chorros que somos, los que dicen que somos chorros. Donaron los órganos del pibe, imaginate lo ladrones que seremos”.
Luego, otro vecino realizó críticas a cómo los medios de comunicación en un inició dieron la noticia del violento episodio: “Decían que eran delincuentes. Se tienen que retractar por lo que publicaron donde decían que Lucas era un delincuente. Fue una aberración”.
Al mismo tiempo que ocurría esa muestra de cariño a la familia de Lucas, los curas villeros organizaron una misa en la Villa 21-24, cerca de donde fue interceptado el joven, para reclamar del mismo modo justicia. Además, emitieron una carta con duras críticas al accionar policial y le hicieron un pedido el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta.
“Estamos conmovidos por el asesinato de Lucas González, un adolescente cuyo único ‘delito’ entre comillas fue querer crecer como jugador de futbol en un club de la Villa y llevar a probar a sus amigos para que tengan mejor vida. Lucas se encontró con tres Policías de la Cuidad de Buenos Aires que actuaron completamente fuera de la ley”, expresaron en el comunicado.
Y siguieron: “Necesitamos que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires replantee sustancialmente los criterios de formación de la Policía a su cargo, así como los responsables de las demás fuerzas de seguridad que actúan en nuestros barrios”, indicaron en una carta que se leyó en la misa el grupo de sacerdotes.
El texto continúa: “Sería importante que todos aprendiéramos de la decisión de la familia de Lucas que quiso donar sus órganos que seguirán vivos en quién sabe quién. Este gran acto de amor contrasta con los que odian, los que discriminan, los que matan desde el Estado”.
“Sabemos que la violencia institucional en nuestros barrios no es cosa nueva. Lo venimos advirtiendo desde hace años. La no dedicación a corregir estos errores es también la causa de este hecho aberrante. Si no se cambia, seguirá habiendo este tipo de muertes, como sigue habiendo abusos a autoridad y violencia en el accionar de estas fuerzas de seguridad. Como dice nuestro Papa Francisco, “El abuso de poder es una trompada a la dignidad humana y eso no lo podemos permitir y contra eso hay que luchar”. Exigimos justicia para este caso y pedimos a la Virgen que nos ayude a vivir como hermanos”, cierra la carta que emitieron los sacerdotes.
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