Este miércoles, el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Bahía Blanca, a cargo de los jueces María Mercedes Rico, Eugenio Casas y Claudia Fortunatti, condenó a 11 años de cárcel a Rafael Antonio Flores Machuca por el homicidio de Cristian Álvarez, cuyo cadáver calcinado fue hallado en diciembre de 2019 en el baúl de un auto de esa ciudad bonaerense.
En el marco de la resolución el Tribunal absolvió a Matías Gutiérrez, quien también se hallaba acusado del hecho, por lo que ordenó que recupere la libertad.
En la etapa de los alegatos el fiscal Jorge Viego había solicitado una pena de 17 años de prisión para ambos hombres, en tanto que los defensores pidieron para Flores Machuca el mínimo legal previsto para el delito de homicidio y que Gutiérrez sea absuelto.
Según la investigación realizada por el fiscal de Homicidios Viego, los hechos ocurrieron entre las 15.30 del 5 de diciembre de 2019 y la 1 del día siguiente en una vivienda ubicada en la calle Moreno al 1800, de dicha ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires.
Aquellos días, efectivos de la Policía de Bahía Blanca encontraron el cuerpo calcinado de un hombre dentro del baúl de un auto, que había sido incendiado en un descampado de esta ciudad bonaerense y tras varias tareas de investigación, detuvieron a un sospechoso, que luego se autoincriminó.
El cadáver fue hallado a raíz del llamado al 911 de un vecino de la zona, que alertó sobre un vehículo que se estaba prendiendo fuego en un basural ubicado en la intersección de las calles Gorriti y Richieri, a pocos metros del centro.
Luego de recibir el aviso, integrantes del Comando de Patrullas y de distintas seccionales de Bahía Blanca, como así también de la Policía Científica, llegaron al lugar indicado por el testigo. Entre los montículos de tierra y desperdicios, encontraron un Renault Logan color blanco totalmente quemado.
Para Viego, en ese lugar Flores Machuca y Gutiérrez le habrían causado la muerte a Álvarez de manera intencional y violenta con un elemento contundente, como un tronco de madera, con el que le golpearon la cabeza para luego colocar su cuerpo en el interior de un automóvil Renault Logan propiedad de la víctima.
Para la fiscalía, los acusados luego trasladaron el vehículo hasta un descampado ubicado en la intersección de las calles Gorriti y Richieri, donde lo prendieron fuego con el fin de ocultar los rastros del crimen.
Mediante la autopsia se determinó que el cuerpo no tenía rastros de humo en las vías respiratorias, es decir que ya lo habían matado al momento de prenderlo fuego y para poder identificar a la víctima fue clave el hallazgo de una chapa patente mediante la cual los detectives establecieron que el auto incendiado había sido vendido en mayo de 2019 en un concesionario de Bahía Blanca. Identificaron al comprador, era la víctima: Alvarez, “de 38 años, oriundo de Algarrobo y dedicado a tareas agrícolas”
Y luego de analizar las cámaras de seguridad de la zona, los investigadores vieron al hombre conduciendo su Renault Logan cerca de las 15 del jueves pasado sobre la ruta nacional 3, a la altura del control del Fitosanitario, yendo en dirección a Bahía Blanca.
Paralelamente, las autoridades a cargo de la investigación dieron con un conocido de la víctima, identificado como López Machuca. Luego de ser consultado sobre este homicidio se “autoincriminó al decir que el dueño del auto había empezado a convulsionar, por lo que lo metió adentro del auto y lo prendió fuego” y además, confesó que había estado con Alvarez en su casa, consimiendo estupefacientes.
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