Sebastián Ezequiel Alfonso, un oficial ayudante de la Policía Bonaerense, de 32 años, quedó detenido luego de haber sido denunciado por abuso. Había sido designado para cubrir una consigna fija de una testigo en la localidad bonearense de General Daniel Cerri, en el partido de Bahía Blanca, pero la mujer a la que debía custodiar lo acusó de haberla violado.
Según confirmaron fuentes policiales, la denunciante, D., es una testigo que declaró en la causa por la desaparición de Gabriel García Gurrea, el verdulero de Bahía Blanca cuyo paradero se desconoce desde el 19 de mayo pasado. La mujer declaró bajo identidad reservada y apuntó contra la familia de la principal sospechosa del caso, Pamela Antúnez, la pareja de García Gurrea.
Tras brindar testimonio, la mujer radicó una denuncia por amenazas y daños luego de que encontrara varios elementos rotos en su casa. Vinculó este hecho como una presunta intimidación a raíz de su declaración y pidió custodia policial porque tenía miedo. En consecuencia, la Justicia local accedió a la solicitud y el oficial ayudante Alfonso fue encargado de ocuparse de esa tarea.
Sin embargo, recientemente la mujer volvió a presentar una denuncia, esta vez por abuso sexual y contra el policía que debía cuidarla. Según aseguró, la noche del sábado pasado estaba en su casa y salió para decirle al oficial ayudante que le dolía mucho la muela. Le pidió que la ayudara a conseguir un medicamento. Alfonso, siempre de acuerdo al relato de D., le dio una pastilla y una bebida isotónica. Así, ingresó a la vivienda de la testigo y luego la violó, tal cual contó la mujer.
Tras la denuncia, el oficial ayudante de la Bonaerense fue detenido por agentes de la Policía Federal Argentina (PFA), luego de un pedido de la fiscal de Delitos Sexuales, Marina Lara, avalado por el Juzgado de Garantías en turno del Departamento Judicial de Bahía Blanca.
Poco después, Alfonso declaró ante Lara y se defendió: habló de una relación consentida y afirmó que conocía a D. antes de tener que custodiarla. Agregó en su defensa que había mantenido con ella mensajes de texto que, con el paso del tiempo, fueron más personales, por lo que pactaron el encuentro. Negó de esa manera alguna situación contra la voluntad de la mujer.
Al concluir la indagatoria, Alfonso fue trasladado a un calabozo, mientras continúa la investigación. Para ratificar o no su versión será clave el peritaje a su teléfono celular. También el análisis en busca de rastros de fluidos a las sábanas y prendas secuestradas en la casa de D.
Por el episodio, la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense dispuso la desafectación del servicio del policía, quien se desempeñaba en la comisaría de General Daniel Cerri, a unos 16 kilómetros de Bahía Blanca.
Un caso similar en Salta
Un efectivo de la Policía de Salta afronta la misma acusación que Alfonso. Este caso salió a la luz a fines de octubre último y el cabo Alberto Rubén Martínez permanece bajo arresto, imputado por abuso sexual simple agravado por ser cometido por personal perteneciente a las fuerzas de seguridad, en ocasión de sus funciones.
El abuso tuvo lugar en una casa del barrio de la zona este de la capital salteña. La víctima tenía una consigna fija asignada por un Juzgado de Violencia Familiar y de Género y Martínez. La mujer contó que, como era de noche y para que no lo afectara el sueño, le permitió al cabo ingresar a su casa y le dejó la tele prendida en el living. Luego se fue a dormir. Sin embargo, una horas después, alrededor de las 3, fue sorprendida por el policía, que se metió semidesnudo a su cama.
“Cuando se acostó ya no tenía ropa, estaba con un boxer. Me empujó contra la pared, me abrazó, me tocó los pechos, quería sacarme la remera, le dije que no... Le digo: ‘¿Por qué hace esto?’, y me dijo... ‘me tenté’”, relató la víctima al diario El Tribuno.
La mujer contó que todo terminó gracias a la llegada de otro oficial, que pasó por la casa para controlar que Martínez se encontrara en su posición. Sin embargo, al no verlo en la puerta de la vivienda, comenzó a llamarlo haciéndole luces con el patrullero y sonando la alarma. La víctima aprovechó que el cabo se levantó para cambiarse y salió de la casa a los gritos, alertando al oficial.
Martínez fue detenido y se negó a declarar.
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