Ocurrió ayer a las 14 en la sucursal de la avenida Hipólito Yrigoyen 10.557 del Banco Galicia, zona de Temperley: cuatro hombres ingresaron al banco, como cualquier persona que va a hacer un trámite. Incluso, no tenían barbijo. Así, lo asaltaron a punta de pistola. Sin disparar una sola bala, se llevaron $4,5 millones de pesos.
“Uno de ellos, el mayor, de unos 60 años, llevaba el brazo sostenido con un pañuelo, como si lo tuviera enyesado. Fue el primero que sacó el arma”, describieron investigadores que relataron cómo se inició el robo. Sus cómplices lo siguieron. “Todos estaban armados con armas cortas”, agregaron.
Así, redujeron al único empleado de seguridad de la sucursal que, incluso, ni siquiera estaba armado. “Lo bueno es que no había tanta gente en ese momento”, se explayaron los investigadores. Luego, los ladrones redujeron al personal del caja y de gerencia. Así, ingresaron al tesoro: “Estaba abierto porque estaban haciendo una transacción. Así que se sospecha que se llevaron unos 4,5 millones de pesos, aunque podría ser más”. A fines de la tarde de ayer, el arqueo seguía sin completarse.
Los delincuentes, que actuaron a cara descubierta y sin guantes en todo el robo, no le pegaron a nadie. Fueron filmados por las cámaras de seguridad que están en el interior de la sucursal. Luego, huyeron. El auto, un Volkswagen Vento azul, fue encontrado horas después por personal de la Comisaría 3° de Temperley de la Policía Bonaerense.
Fue encontrado en la calle San Isidro, zona de Turdera, a 15 cuadras del lugar del hecho. Tenía una patente que comienza con la letra I, pero en los cristales tenía grabados una distinta. El auto, según pudieron corroborar autoridades, tiene un pedido de secuestro por robo tras una denuncia formulada el 11 de noviembre en la Comisaría 2° de Burzaco. Según cámaras de seguridad, los delincuentes tenían un segundo auto preparado, un Peugeot 408 blanco que abandonaron tras descartar el Vento.
Policía Científica trabajó en busca de huellas que hayan podido dejar los delincuentes.
La causa es investigada por el fiscal Ricardo Silvestrini de la UFI N°11 de Lomas de Zamora, quien calificó el hecho como un robo agravado por el uso de arma de fuego en poblado y en banda.
La inseguridad no cesa en el Conurbano. Por caso, una agente de la Policía Bonaerense mató a un “motochorro” que había intentado robarles a dos personas que esperaban en la parada de un colectivo en la localidad de González Catán.
El intento de robo y muerte ocurrió en la noche del lunes en Atalco, cerca del cruce con la colectora de la Ruta Nacional Nº 3. La oficial, que se encontraba con el uniforme policial, esperaba el transporte público cerca de otras dos personas. En un instante, dos delincuentes a bordo de una moto se acercaron para robarles. Fue entonces cuando la efectivo dio la voz de alto y desenfundó su arma.
De acuerdo a fuentes policiales, los ladrones no obedecieron la orden y uno de ellos, que iba como acompañante, hizo un movimiento similar al de tomar un arma de fuego de entre sus ropas. Al sospechar de un posible ataque, la oficial efectuó disparos contra los dos delincuentes. Uno de los proyectiles impactó a la altura del hombro izquierdo de uno de los ladrones. El sujeto cayó malherido al suelo, mientras que su cómplice logró escapar a pie.
SEGUIR LEYENDO: