Este lunes por la tarde, Hugo Iván Morales, de 23 años, detenido por el brutal abuso y femicidio de Brisa Formoso, se sentó frente al fiscal Daniel Ichazo, a cargo de la investigación del caso, y se negó a declarar.
“Frío, inmutable, como si nada”: así describieron a Infobae su actitud los investigadores. Las pruebas que lo involucran en el crimen de la joven de 19 años son varias.
Para empezar, la prima y la amiga de la víctima -que salieron con ella a una fiesta en una sociedad de fomento de Berazategui la noche del viernes- recuerdan su cara, que se llamaba Iván, que se conocieron con Brisa esa noche y que él fue quien se ofreció a acompañarla a su casa a la madrugada. Dos videos breves tomados con celulares dentro del evento los muestran bailando y conversando.
Como Brisa nunca llegó a su casa, el sábado su familia hizo la denuncia e inició una búsqueda que terminó este domingo a la mañana, cuando el cuerpo de Brisa Abril Formoso Sobrado fue encontrado entre los pastos crecidos de un descampado en la localidad de Ranelagh, a 15 cuadras del lugar de la fiesta.
Luego, efectivos de la Comisaría 4ta de Berazategui capturaron a Morales en su casa. Al momento de su detención, según consta en el examen médico al que accedió a Infobae, el joven, registrado en la AFIP en el rubro de la construcción e hincha fanático del Quilmes Atlético Club, estaba lleno de rasguños en el cuerpo y la cara. También tenía ropa con rastros de sangre que había intentado lavar y que fueron secuestradas.
Los resultados preliminares de la autopsia determinaron la mecánica violenta del crimen: Brisa -madre de un bebé de 9 meses- fue golpeada, abusada y luego estrangulada con su propio pantalón de jean.
El fiscal Ichazo de la de la UFI N° 1 de Berazategui espera ahora los resultados de una serie de peritajes que terminarán de esclarecer algunos detalles del crimen. En primer lugar, los exámenes toxicológicos, que podrán confirmar o desestimar el testimonio de una amiga de la víctima que aseguró que a la joven le habían suministrado “alcohol y clonazepam” en la fiesta.
La fiscalía también aguarda los resultados del examen de ADN que confirmen la presencia del perfil genético del o los agresores en el cuerpo de Brisa y, por último, del análisis que determine fehacientemente la hora de muerte, que se calcula entre las 5 y las 8 de la mañana del sábado. Por lo pronto, no hay pruebas que indiquen la existencia de un segundo sospechoso, confirmaron fuentes del caso. La pericia de ADN también será clave en esto: hallar un segundo perfil implicaría un giro en el expediente.
Aún así, la situación de Morales es complicada. El titular del Juzgado de Garantías N° 7 de Berazategui, Gustavo Alejandro Mora, ya firmó su detención formal, solicitada por el fiscal Ichazo, y convalidó las actuaciones y allanamientos en la causa.
El juez Mora también ordenó que Morales, acusado por el abuso sexual agravado y femicidio criminis causa de Brisa -con una condena por robo en sus antecedentes-, sea trasladado de la comisaría 4ta a una celda en una Alcaidía dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense.
La decisión se explica porque en el barrio de Brisa, la indignación por el crimen aún no cede. “El clima está caldeado”, explicaron a este medio fuentes judiciales.
Este lunes, vecinos, amigos y allegados de la víctima protestaron frente a la comisaría 4° y pidieron justicia mientras un vallado humano de policías les impedía llegar a la seccional. El padre de Brisa les pidió calma pero algunos vecinos quemaron un auto abandonado a metros del corazón de la movilización.
Tras los hechos en la manifestación y los intentos de linchamiento a al familia del detenido, los Formoso repudiaron los incidentes. “¡No estamos de acuerdo con que quemen la casa de nadie! Nosotros no queremos violencia, la policía se esta encargando de todo y están llevando a cabo una investigación, hay un detenido y hay pruebas contra él”, escribió la madre de Brisa. “Por favor dejen de hacer cosas malas en el nombre de mi hija”.
De acuerdo al Observatorio de las Violencias de Género “Ahora Que Sí Nos Ven”, hasta el último día de octubre de 2021, se registraron 213 femicidios en todo el país, uno cada 34 horas. De ellos, el 66% fue cometido por las parejas y exparejas de las víctimas y, al igual que el bebé de Brisa, 161 niños perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia de género.
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