El fiscal Juan Pablo Calderón que investiga la trágica muerte de Alicia Sánchez, quien cayó en la madrugada del domingo desde un décimo piso por el hueco de un ascensor en Pinamar, decidió cambiar la calificación de la causa a “homicidio culposo” e imputó al técnico del ascensor y al encargado del edificio de Constitución, entre Simbad y Del Libertador, donde la víctima estaba junto a familiares y algunos amigos en una fiesta íntima.
Fuentes de la investigación indicaron a Infobae que la calificación original del caso, que era “averiguación de causales de muerte”, cambió a “homicidio culposo” y que así los dos imputados “tendrán la posibilidad de defenderse”.
“El último chequeo técnico del ascensor fue hace 15 días y estaba todo OK. Además, durante esa revisión se cambiaron las puertas. Pasaron de las antiguas y clásicas tijera a estas plegables, un poco más modernas. Pero de todas formas siguieron siendo manuales”, revelaron.
La decisión del fiscal de la UFI N°4 de Pinamar, entonces, fue convocar para “las próximas horas a un ingeniero mecánico desde La Plata para hacer las pericias” correspondientes. Aunque, por el momento, la primera hipótesis es que la muerte de la joven fue un accidente.
“Si bien, no se descartan otras hipótesis; por el momento no hay ninguna evidencia de que haya un tercero en el lugar cuando Alicia se acercó al ascensor”, detallaron las fuentes consultadas. Y agregó que se “secuestró el celular de la víctima para saber cuál fue el último mensaje que envió”.
También, se busca determinar el contenido gástrico y el alcohol en sangre y orina de la víctima.
El domingo a las 4 Alicia cayó desde un décimo piso, cuando se disponía a bajar para abrirle la puerta de entrada del edificio a una amiga. La tragedia ocurrió en Constitución, entre Simbad y Del Libertador, y nadie escuchó ruidos fuertes o gritos esa noche.
Según el informe preliminar de la autopsia, Alicia, de 25 años, sufrió múltiples lesiones en su caída, en la que impactó contra el ascensor que estaba varios pisos abajo. Luego de caer, según se pudo determinar en la autopsia, alguien llamó al ascensor, lo que provocó que fuera arrastrada: eso le causó nuevas lesiones. La chica sufrió.
Lo cierto es que nadie se enteró del calvario que había sufrido Alicia hasta que la joven que la esperaba en la puerta del edificio volvió a insistir con el timbre del portero porque nadie le abría. Cuando la familia atendió los llamados de la invitada, ahí comenzó a preocuparse, y salió a buscarla por la zona común del edificio.
Fue uno de los allegados de Alicia quien notó que la puerta del ascensor estaba abierta en el décimo piso. Al descender por las escaleras, encontraron el cuerpo de la joven, que luego fue rescatado por personal de bomberos voluntarios y de la policía Bonaerense.
De acuerdo a las primeras hipótesis sobre la muerte de la joven, se estima que al llamar al ascensor, Alicia abrió la puerta sin constatar que la cabina todavía no se encontraba al nivel del suelo.
Alicia tenía una hija de cuatro años y vivía en Ostende. Había estudiado la carrera de Martillera y Corredora Pública de la UADE y se encontraba en Pinamar para visitar a su familia.
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