El insólito marketing por Telegram del rey de la cocaína rosa de La Plata y su novia

El colombiano Duvier Vallejo fue arrestado por la Dirección de Investigaciones Contra el Crimen Organizado de la Policía Bonaerense. Los videos que lo muestran en acción y el cambio de look de la joven

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Video: las filmaciones de la causa.

Duvier Humberto Ortiz Vallejo, de 25 años, nacido en Colombia y con DNI argentino número 95 millones, sin ningún empleo registrado en su historia en el país, manejaba su comercio desde su teléfono. Lo había concentrado en un grupo de Telegram. “Drogas súper baratas”, lo llamó, con 359 miembros atentos a sus packs y promos.

“Activos con el delivery”, decía supuestamente Duvier, con el usuario “$$Buena Vibra$$” y promesas de flores de marihuana premium a 2000 pesos los cinco gramos, un costo, en comparación a tarifarios dealer de Barrio Norte o Palermo, súper barato. También ofrecía ketamina, a la que llamaba “ketepasa”, sin mucha imaginación, cocaína, LSD y tusi, o 2CB, cocaína rosa.

Solía mostrar su stock también: “Sale el verdadero power”, decía entre bolsas de cocaína rosa con la cara de la Pantera Rosa, un gesto que parece la muerte de la metáfora. “Activos con el delivery”, agitaba a su clientela entre emojis de narices resfriadas y otras figuras alusivas.

El grupo de Telegram del dealer y su stock de polvo rosa.
El grupo de Telegram del dealer y su stock de polvo rosa.

Con el tiempo, alguien lo traicionó con una denuncia anónima. Se había regalado demasiado, si es que las acusaciones en su contra son ciertas. Su grupo de Telegram era demasiado gritón. Las capturas de pantalla de su grupo, que ilustran esta nota, llegaron al fiscal platense Hugo Tesón y a la Dirección de Investigaciones contra el Crimen Organizado de la Policía Bonaerense. Lo siguieron y lo filmaron en obvios pasamanos. Después, fueron por él.

Esta semana, según confirmaron fuentes del caso, Duvier fue allanado y detenido en La Plata.

No operaba solo, de acuerdo a la acusación. Hubo otros tres imputados detenidos junto a él, dos de ellos de nacionalidad argentina. Uno de ellos, chofer de una aplicación, supuestamente realizaba las entregas. Les encontraron un revólver calibre 32 largo con varias balas, 108 gramos de cocaína rosa, varias planchas de LSD, 173 pastillas de éxtasis con el diseño del Ojo de la Providencia, consideradas en Europa como de alto poder con 150 miligramos de MDMA, ketamina, una plantación indoor de diez lámparas LED con 18 plantas de hierba y casi dos kilos de cogollos, 64 gramos de cocaína y un certificado de un giro de Western Union desde Colombia para Duvier por 303 mil pesos.

También, se incautó un libro de química, pero Duvier no era el estudiante.

Belén H., pareja de Duvier.
Belén H., pareja de Duvier.

Según fuentes policiales, Belén H., pareja de Duvier, que fue encontrada junto a él en el departamento del centro platense que compartían, sería estudiante de Química ella misma. Está señalada como la presunta encargada de finalizar el proceso de la cocaína rosa y prepararla para la venta. Las mismas fuentes del caso hablan de un mini laboratorio clandestino. El perfil de Instagram de Belén, también de 25 años, nacida en Perú y nacionalizada argentina, muestra un cambio de imagen en cuestión de meses: rinoplastía para su nariz, pechos aumentados, lentes marca Dolce & Gabbana, originales o no.

Sus stories también son un poco vertiginosas, con filtro de polvo de diamantes. Visitas a su cirujano, zapatillas Nike, tragos en bares y peinados de peluquería. También fue detenida.

El caso Duvier, en todo caso, es la marca narco del presente. Hace tiempo que los dealers fidelizan su clientela de drogas de diseño en grupos de Telegram, con un expediente similar investigado por la Policía de la Ciudad. También hace tiempo que apuestan al autocultivo de marihuana para generar un producto premium y no vender porro prensado, paciencia jardinera para mayor ganancia. Y, por último, muestra la penetración de la cocaína rosa o tusi en el mercado narco. Hace dos, tres años, era un problema en ciernes, consumido por ladrones colombianos o en discotecas a alto costo. Hoy, ya es un hecho. Penetró en el mercado transa con fuerza: fuentes policiales hablan de un precio mayorista de 10 mil dólares, más de un 35 por ciento de lo que cuesta un kilo de polvo blanco.

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