En la previa del velatorio de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado durante un asalto en Ramos Mejía, uno de sus hijos volvió a ponerle palabras a su dolor y a su resignación, al exigir que el detenido por el crimen “se pudra en la cárcel” y confiar que, junto a su novia, decidieron irse de la Argentina.
“Mi hermano dijo ayer que se quiere ir del país. Cuando pasó esto, con mi novia dijimos ‘nos vamos’. Antes dudaba porque decía ‘lo voy a dejar a mi viejo solo en el laburo’ y ahora me dejó solo él”, dijo Nicolás, recordando que Tomás se había expresado en la misma dirección este lunes.
”Pedimos que se haga justicia y que verdaderamente marque algo lo de mi papá, que no sea una cosa más. Que se pudra en la cárcel y tenga su perpetua y que la chica también, porque ella sabía muy bien lo que estaba haciendo”, pidió el joven, en alusión al detenido, Leandro Daniel Suárez, y a su cómplice, una adolescente de 15 años.
Nicolás aseguró que hace algunos años vivieron otros episodios de inseguridad en el kiosco, pero no “con esta frialdad”. ”Te pedían las cosas y se iban. Lo máximo fue que los encerraran en el baño y se llevaran las cosas del local, pero con esta frialdad que lo mataron no. Ellos sabían muy bien lo que hicieron porque se cambiaron (de ropa dentro de un supermercado), sabían que habían matado a una persona, hicieron varios delitos juntos, no tienen defensa”, señaló.
Asimismo, uno de los hijos de la víctima sostuvo que trabajaban de “domingo a domingo” y ambos buscaban “la manera de tener un descanso cada uno”. ”Cuando agarramos el celular de él lo desbloqueamos y lo primero que había era una página de viajes con la que nos íbamos a ir nosotros. Seguramente nos quería llevar para compartir más momentos juntos, él hacía todo por nosotros”, lamentó.
Por último, el muchacho agradeció al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, a quien le reconoció “la decencia de venir y de dar la cara” y también al economista y candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Javier Milei, quien se comunicó con la familia vía telefónica.
En tanto, esta mañana se conocieron los resultados preliminares de la autopsia realizada al cuerpo del kiosquero, cuyo crimen generó una fuerte protesta reprimida en la noche del lunes por la Policía Bonaerense. El paper final sobre el estudio practicado en la morgue de La Matanza cubrió las dudas del fiscal del caso, Federico Medone, de la UFI Temática de Homicidios de esa jurisdicción. Las conclusiones fueron contundentes: lo asesinaron a quema ropa y el cuerpo tenía seis orificios de entrada y de salida.
Al comienzo del caso, había trascendido que el asesino lo había matado de un tiro en la cabeza. Sin embargo, le disparó más veces: esta tarde se confirmó que fueron cuatro los tiros que recibió la víctima, un hecho de una crueldad insólita para un simple robo de kiosco.
La causa de muerte de Sabo fue un paro cardíaco traumático causado por los balazos que recibió en el tórax. Es que dos de esos cuatro proyectiles que impactaron en el cuerpo del kiosquero fueron las fatales, “lesionando a su paso pulmones y corazón”, se remarcó el reporte al que accedió este medio.
En cuanto al detenido Suárez, de 29 años y que en agosto de 2020 salió de un penal federal tras cumplir una condena de casi seis años por dos hechos de hurto y robo, está acusado de ser el autor material del crimen de Sabo. Así, quedó imputado por los delitos de “homicidio agravado criminis causa y por el uso de arma de fuego, robo calificado -en dos hechos-, hurto de vehículo, portación ilegal de arma, y todo agravado por la participación de un menor”.
Por su parte, la novia adolescente de Suárez y su cómplice en el ataque, oriunda de Ciudadela tal como él, es considerada inimputable dada su edad de 15 años. Sin embargo, la Justicia la mantiene bajo encierro en un instituto de menores con un llamada medida de seguridad y este jueves un magistrado del fuero decidirá su situación.
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