Drama en La Matanza: un hombre mató a sus dos hijas de 3 años y se suicidó

La madre de las nenas había viajado a Perú tras separarse del padre de la chiquitas. Los cuerpos los descubrió el dueño de la pensión donde vivían, en Villa Celina

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Lugar del hecho
Lugar del hecho

La escena dramática la descubrió el dueño de la pensión de la localidad de Villa Celina, en el partido de La Matanza, donde Avilo Martínez, de nacionalidad peruana y de 29 años, alquilaba una habitación. Su inquilino había asfixiado y asesinado a sus dos hijas de tres años y, luego, se suicidó. La mamá de las chicas se había ido a Perú.

Los cadáveres fueron encontrados en las últimas horas en la pensión ubicada en cercanías del cruce de Pasaje Tigre y Carrillo, adonde llegaron los efectivos de la Comisaría 7° de Villa Celina, luego del llamado del dueño de la pensión.

La escena con la que se encontraron los investigadores fue bestial: sobre una cama matrimonial estaban los cuerpos de ambas nenas, Talia y Ailem: tenían rastros de ahorcamiento. En la otra habitación, el cadáver del padre de las chicas colgaba de una soga.

De momento, la información que tienen los investigadores es que Martínez se habría separado de la madre de las nenas y la mujer luego de la separación habría retornado a Perú. La pareja vivía en esa habitación con sus hijas y allí mismo tenía un taller de costura, donde trabajaban. Según los testigos de la zona, nunca escucharon peleas ni discusiones, más bien los definieron como una “familia tranquila”.

Ante esto, se investiga qué fue lo que ocurrió. El caso quedó manos del fiscal Gastón Duplaá, titular de la de la UFI Temática Homicidios de La Matanza, quien calificó el hecho como homicidio agravado por el vínculo. En el lugar, los investigadores secuestraron el teléfono celular de Martínez para rastrear los mensajes que intercambió antes de asesinar a sus hijas, y luego quitarse la vida.

Mientras tanto, el partido de La Matanza continúa en un trajín de violencia que parece no parar. Este martes por la tarde se conocieron los resultados de la autopsia realizada al cuerpo de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado en Ramos Mejía y cuyo crimen generó una fuerte protesta en la noche del lunes: lo asesinaron a quema ropa de cuatro disparos y el cuerpo tenía seis orificios de entrada y de salida.

Se trató de un crimen de una crueldad insólita para un simple robo de kiosco. La causa de muerte de Sabo fue un paro cardíaco traumático causado por los balazos que recibió en el tórax. Es que dos de esos cuatro proyectiles que impactaron en el cuerpo del kiosquero fueron las fatales, “lesionando a su paso pulmones y corazón”, se remarcó el reporte al que accedió este medio. “Estas lesiones le provocaron a la víctima una abundante pérdida de la volemia lo que le ocasionó el óbito por shock hipovolémico”. Se desangró.

El cuerpo presenta seis orificios de bala, según consta en el documento. Un arma calibre .22, incautada a los sospechosos, era la sospechada de haber sido empleada para matarlo: y así se confirmó este martes por la tarde. Leandro Suárez (29) y su novia de 15 años, Y.G, ambos de Fuerte Apache, fueron detenidos con una pistola .635 y un revolver calibre .22, la posible arma homicida.

Suárez, que en agosto de 2020 salió de un penal federal tras cumplir una condena de casi seis años por dos hechos de hurto y robo, está acusado de ser el autor material del crimen de Sabo. Está imputado por los delitos de “homicidio agravado criminis causa y por el uso de arma de fuego, robo calificado -en dos hechos-, hurto de vehículo, portación ilegal de arma, y todo agravado por la participación de un menor”.

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