Sobre la Avenida de Mayo al 800, en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, Roberto Sabo (48), padre de dos mellizos de 16 años, atendía su kiosco llamado “Drugstore Pato”, ubicado a tres cuadras de la Comisaría Seccional Segunda. Este domingo después del mediodía, el comerciante fue sorprendido por una pareja de delincuentes armados que intentó asaltarlo, le disparó y lo mató. Segundos después y para escapar, los asesinos (un hombre y una mujer) le robaron un auto a un remisero y, luego, una moto a un delivery: no llegaron muy lejos y los detuvieron. La sospechosa tiene 15 años.
El crimen ocurrió alrededor de las 14 horas de este domingo, cuando los delincuentes ingresaron al negocio -ubicado en sobre Avenida de Mayo y esquina Alvarado- intentaron robarle al dueño y lo asesinaron de, al menos, un disparo en la cabeza. Fuentes policiales señalaron a la agencia Télam que un testigo del homicidio informó a la Policía que observó cuando los malvivientes salieron del local y se escaparon en un Ford Focus color negro, que le habían robado a un remisero de la zona. Minutos después, el chofer asaltado declaró que una pareja le sustrajo el vehículo tras intimidarlo con un arma.
Según las mismas fuentes, en medio de la fuga, los delincuentes chocaron contra un árbol en el cruce de las calles Saavedra y Alvear. Para intentar esconderse, la pareja ingresó a un supermercado con la intención de simular unas compras y cambiarse la ropa que vestían para no ser reconocidos.
Agentes de la Comisaría 2° de Ramos Mejía, de la Subestación Oeste de La Matanza, fueron alertados porque le habían robado una moto a un delivery, por lo que rápidamente iniciaron un operativo cerrojo que finalizó con la detención de los sospechosos en el cruce de Avenida de Mayo y Rivadavia.
Los delincuentes fueron identificados como Leonardo Daniel Suárez (29) y una adolescente de 15. En su poder hallaron cinco teléfonos celulares, dinero en efectivo, un revólver calibre .22 con cuatro vainas intactas y una servida.
La causa quedó a cargo del fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, quien caratuló al hecho como “homicidio en ocasión de robo”.
Tras el crimen, un grupo de vecinos autoconvocados y familiares de la víctima, Roberto Sabo, se concentraron frente al comercio y, entre aplausos, exigieron “Justicia”. “A tres cuadras del kiosco está la comisaría, con todos los móviles parados en la avenida de Mayo. Y a cuatro (cuadras) hay un control vehicular. Para la foto están, pero la prevención nada. Tuvieron tiempo hasta de cambiarse la ropa”, señaló Ulises Ramos, uno de los vecinos, en declaraciones a TN.
Pasadas las 18 horas, los manifestantes se trasladaron a la puerta de la Comisaría Seccional Segunda de Ramos Mejía, donde una hilera de efectivos, con cascos y escudos, les impidieron el ingreso. “Hijos de put..., hijos de put...”, gritaban.
“Queremos que se acerque el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni o el subsecretario General de Protección Ciudadana del municipio, Jorge Tapia. Queremos la palabra autorizada de alguien en este tema. Los vecinos cada vez son más y están mas enardecidos por las pocas respuestas que tenemos”, apuntó Ramos.
“La manifestación se está haciendo cada vez más grande. Nos vamos a quedar acá hasta que aparezca alguien. Parece que uno de los delincuentes es menor y sería liberado en cualquier momento. La gente está indignada porque mañana puede salir a asesinar a otra persona”, concluyó.
Pedro Sabo, el padre del kiosquero asesinado, lloró frente a las cámaras. “Arruinaron una familia”, dijo el hombre y explicó que su hijo heredó el comercio que antes era de él y que lo atendía junto a uno de sus nietos. “No sé si mañana no voy a trabajar y me matan a mí también”, dijo el papá de Roberto visiblemente descolocado.
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