Santiago Mazzini, el abogado que atropelló y mató al piloto Julián Giménez en agosto pasado y estuvo 93 días prófugo, fue indagado en la tarde de ayer por el fiscal Martín Gómez bajo la calificación de homicidio simple. El imputado, que el viernes fue trasladado a los calabozos de la DDI de San Isidro tras ser capturado, prefirió callar y se negó a hablar.
Al tratarse de una indagatoria vía remota, ayer Mazzini se conectó desde la DDI de San Isidro, dónde se encuentra detenido. Y si bien no dijo más que aportar sus datos personales, después de que le hicieron conocer sus derechos se negó a prestar declaración y aclaró que eventualmente presentará su descargo por escrito, precisaron fuentes consultadas a Infobae.
El abogado de 37 años está imputado con una detención materializada y a partir de ayer, el fiscal tiene 15 días para pedirle la prisión preventiva al juez de garantías, que a su vez son prorrogables por 15 días más. Es decir que en el transcurso de 30 días el fiscal podrá formular ante el juez la prisión preventiva del imputado.
El Código Penal establece entre 8 y 25 años de prisión por el delito del que se lo acusa: homicidio simple.
Mazzini, de 37 años, atropelló y mató a Giménez en Vicente López luego de una discusión de tránsito y se mantuvo prófugo hasta esta la mañana de ayer, cuando fue detenido tras pasar más de cien días prófugo. Fue arrestado tras una serie escuchas telefónicas en la casa de su hermano en la zona de Don Torcuato por efectivos de la DDI de San Isidro de la Policía Bonaerense.
El abogado, según efectivos que fueron parte del operativo de su captura, se refugiaba con su novia. La UFI Vicente López Este, con el fiscal Martín Gómez, está a cargo de la investigación. El acusado estaba acompañado de su novia. Los efectivos descubrieron que está embarazada de al menos cuatro meses.
En octubre, ante la falta de información para dar con su paradero, el Ministerio de Seguridad Bonaerense ofreció una recompensa de hasta cuatro millones de pesos para quien lo entregara.
El crimen ocurrió el 4 de agosto a plena luz del día, 16:30 horas. El abogado conducía su camioneta negra marca Jeep, modelo 2020, por el cruce de la avenida San Martín con Ayacucho cuando comenzó una discusión de tránsito con Giménez, de 29 años, que hacía pocos meses se había recibido de piloto comercial. El piloto manejaba una moto de baja cilindrada. Si bien no hay testigos que corroboren el motivo de la discusión de tránsito, las cámaras de seguridad del municipio muestran que intercambiaron gritos durante varias cuadras y que hasta pudo existir algún tipo de roce entre ellos.
El desenlace se produjo segundos después cuando ambos cruzaron las vías de la estación Florida del tren Mitre. Según se puede ver en los videos, que resultaron claves para la Justicia, Giménez golpeó el espejo retrovisor izquierdo de la camioneta con su mano e, inmediatamente, Mazzini lo arrinconó contra la vereda y lo atropelló. Tanto la moto como su conductor quedaron atrapados debajo de las ruedas de la Jeep. Luego, huyó.
Una mujer que pasaba por la zona llamó al SAME. El piloto fue internado en el hospital Vicente López y luego derivado a la Clínica Olivos. Agonizó por 20 días pero, tras varias operaciones, murió a causa de las lesiones.
Fuentes del caso revelaron que entre las escuchas fueron claves los dichos del propio padre del acusado, quien dio las pistas para encontrar a Mazzini en la casa de su hermana. De inmediato, tras certificar que Mazzini se encontraba en el lugar, la fiscalía dispuso el allanamiento a la casa del hermano ubicada en la calle Rafael Obligado, en el que participó el Grupo Halcón además de la DDI de San Isidro.
El abogado tuvo una actitud belicosa al comienzo del operativo. “Eh, ¿por qué me rompieron la puerta? Yo no soy un delincuente, me rompieron toda la entrada y no soy un delincuente”, afirmó. Luego, depuso su actitud y fue arrestado. Así, será trasladado a una celda para su indagatoria, acusado del delito de homicidio simple.
“Llegamos al lugar y mi hijo todavía estaba consciente. Hablaba. Varios me lo señalaron a Mazzini y me dijeron que era el de campera celeste. Yo me acerqué muy enojado pero mi otro hijo, Leandro, me cuidó para que no haga ninguna locura. Dios me iluminó y no hice nada. Me enfoqué en mi hijo que estaba tirado en la vereda”, recordó Gustavo, padre de la víctima, en una entrevista reciente con Infobae.
Lo que dijo en ese reportaje fue particularmente revelador, la historia del asesinato y la fuga:
-¿Qué hacía Mazzini mientras Julián agonizaba en el piso?
-Miraba para los costados, como buscando que alguien lo proteja. La policía impedía que la gente se le acerque diciendo que estaba con una mujer embarazada. “Yo no sé nada”, decía cada tanto.
-¿Pudiste hablar con tu hijo antes de que se lo lleve la ambulancia?
-Si, fue la última vez que hablé con él. Estaba también su madre. Nos pedía perdón. Nos miró a los ojos a los dos y nos dijo ´los amo´. Nosotros le decíamos que también lo amábamos. Eso fue lo último que hablé con mi hijo. Para mí fue un gran alivio saber que pudimos tener esas últimas palabras.
Ahora, Gustavo Mazzini podrá tener justicia. La indagatoria, confirmaron fuentes judiciales, ocurrirá esta tarde. Su pareja y su familia que lo refugiaron, dado su vínculo, no podrán ser acusados de encubrimiento según el Código Penal.
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