“¿Me dejan pasar el auto? Listo, yo hago la denuncia. Yo hago la denuncia… Ustedes tres, cag… conmigo, se van conmigo, se van conmigo, se van conmigo”. La mujer, entonces, comenzó a escribir en su celular. De pronto, se puso a lloriquear, alterada y, después, se comunicó, al grito: “Jefe, ¡mirá cómo estoy, mirá cómo estoy! ¡El pantalón todo bajo, jefe, el pantalón todo bajo, mirá cómo me hicieron!”. Simulaba un abuso sexual.
Esa mujer resultó ser la oficial ayudante de la comisaría vecinal 6B de la Policía de la Ciudad, identificada como Lorena Centurión, y estaba borracha: tenía 1,78 gramos de alcohol por litro de sangre, más del triple de lo permitido.
No estaba sola. Con ella iba el oficial primero de la Comisaría 6A, Nelson Guzmán, que tenía 1,82 gramos de alcohol por litro de sangre. Los dos policías de la Ciudad fueron demorados, imputados por resistencia a la autoridad y quedaron desafectados de la fuerza porteña.
El caso ocurrió el sábado y tomó trascendencia en las últimas horas tras la viralización del video con el acting de Centurión: habían sido interceptados por sus pares de la Bonaerense cuando circulaban ebrios en un Volkswagen Gol, propiedad de la mujer policía, en el que intentaron ingresar de contramano a la ruta Panamericana, a la altura del partido de San Isidro.
“Todo ocurrió el sábado a las 5.50, cuando los detuvieron en un control y la oficial Centurión llamó a la plataforma de emergencia de Seguridad denunciando que se encontraba desnuda en un Volkswagen Gol al costado del peaje Ituzaingó, y que había sido abusada por tres efectivos de la Policía bonaerense”, detallaron las fuentes del caso consultadas.
El llamado lo hizo desde el teléfono de Guzmán. Así, mediante la geolocalización del teléfono del policía se logró establecer realmente la ubicación: no estaban en Ituzaingó, como alegaba la oficial alcoholizada, sino en inmediaciones del Boulogne Golf Club, en la zona Norte del Conurbano.
Cuando llegaron los patrulleros, se les informó a los agentes que Centurión y Guzmán estaban borrachos, que habían intentado ingresar a la autopista Panamericana en contramano y que, al ser demorados, la mujer policía comenzó a agredir verbalmente a los policías y que, incluso, llegó a desnudarse.
La Fiscalía de Boulogne dispuso que ambos fueran trasladados a la comisaría en calidad de demorados, que les secuestraron las armas y se les inició una causa por “resistencia a la autoridad”. Más tarde, fueron puestos en libertad.
En tanto, la Oficina de Transparencia y Control Externo del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires les inició a ambos policías un sumario administrativo y los puso en situación de “revista pasiva”.
“La situación pasiva es el peor estado de revista que puede tener un uniformado ya que queda desarmado, sin credencial, sin uniforme y sin cobrar sueldo. Es el paso previo a ser echado de la fuerza”, explicó un vocero de la cartera de seguridad porteña.
Hace dos semanas, un colectivero de la Línea 277, que tenía 1,47 gramos de alcohol por litro de sangre, embistió a un auto particular en una esquina de Banfield y mató a uno de los ocupantes del vehículo: un jubilado de 79 años que venía de jugar a las bochas y salió despedido del coche. El chofer quedó detenido y acusado del homicidio.
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