Horror en Trelew: un hombre degolló a su mamá y se entregó a la policía

El cuerpo de Doraliza Nahuelcheo fue encontrado en su casa con un corte profundo en el cuello. Su hijo Matías le confesó a su hermano el hecho pero se negó a declarar ante la Justicia

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La mujer fue asesinada el
La mujer fue asesinada el lunes a la noche en su casa del barrio Tiro Federal de Trelew

En Trelew, provincia de Chubut, un hombre de 30 años fue detenido en las últimas horas por el salvaje crimen de su madre, que él mismo confesó haber cometido ante su hermano.

Todo ocurrió el lunes pasado a la noche, cerca de las 22:30, cuando Doraliza Nahuelcheo, una jubilada de 67 años y beneficiaria de una pensión a través de ANSES, fue encontrada muerta en su casa de la calle Ingeniero Cipolletti al 100, en el barrio Tiro Federal de Trelew. El cuerpo estaba en el piso, sobre un charco de sangre, con un puntazo de arma blanca en el cuello.

Sin embargo, minutos después del crimen, uno de los hijos de la víctima, Matías Javier Anaquín, de 30 años, fue hasta la casa de su hermano y ensayó una confesión: “Me mandé una macana”, le dijo.

Según informó el jefe de la policía provincial, Miguel Gómez, a la agencia Télam, fue el propio hermano del sospechoso el que efectivamente encontró luego el cadáver de su madre y avisó a la comisaría lo que había pasado.

Anaquín -registrado en AFIP en el rubro de la construcción pero sin empleo en blanco desde 2016- fue detenido en ese momento.

La investigación del crimen quedó ahora en manos del fiscal de Trelew Enrique Kaltenmeier. Según informó una fuente judicial a Infobae, llevará a cabo mañana una audiencia de control de detención para terminar de ordenar la evidencia y los elementos que incriminan al detenido para definir la imputación en su contra.

Anaquín, en tanto, se negó a declarar y su confesión no tendrá valor judicial hasta que él no la reitere ante los investigadores. El jefe policial, en tanto, aclaró que hasta el momento no se registraron antecedentes ni hechos previos de violencia intrafamiliar.

En agosto pasado, en la provincia de Santa Fe, se conoció otro caso de un matricidio bestial. Los restos quemados de Rosa Adela Zorico, una mujer de 82 años de la ciudad de Rosario, fueron encontrados por la policía provincial en un placard de la casa de su hijo, A.R.C, de 40 años.

Al igual que en este caso, fue el propio hombre el que se entregó a la Policía. Llamó, dijo que su madre estaba muerta en la casa y tras varias idas y vueltas, les confesó que él había participado del crimen, pero no supo explicar qué había pasado. Una vez detenido, el hombre aseguró que en realidad un amigo suyo había sido el autor del homicidio y que después él mismo la remató.

En la casa de la calle Callao al 2600, donde vivía el hombre con su mamá y donde ocurrió el crimen, el cuerpo de la mujer fue encontrado parcialmente quemado -luego se comprobó que eran heridas post-mortem- con al menos 20 puñaladas. La diferencia es que Zorico estaba muerta hacía al menos tres días, en los que, creen los investigadores, su hijo intentó deshacerse de los restos.

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