Dos semanas atrás, Ignacio “Naco Goldfinger” Pardo, el exsaxofonista de Los Fabulosos Cadillacs, fue rescatado junto a su amigo Gastón Minin mientras flotaba en las frías aguas del Río de La Plata a muy poca distancia del cadáver de Carlos Cammarota y de una mochila con 34 kilos de cocaína de máxima pureza. Tras el hallazgo, “Naco” negó todo tipo de vinculación con la droga.
Sin embargo, el juez federal N°3 de La Plata, Ernesto Kreplak, dictó su procesamiento en las últimas horas. Lo imputó por el delito de transporte de estupefacientes, con prisión preventiva y le trabó un embargo por 50 millones de pesos al igual que a su amigo Minin.
En el fallo, el juez Kreplak expuso todas las pruebas que recabó para fundamentar que “Naco”, Minin y Cammarota estaban juntos y transportaban la cocaína hacia un destino aún desconocido para investigación. De este modo, a lo largo de 43 páginas, marca las inconsistencias en la declaración que realizó Pardo, cuando intentó desligarse de la droga con un relato que, para el magistrado, “resulta endeble y por momentos, francamente inverosímil; en ciertos pasajes presenta inconsistencias internas y, en otros, contradicciones abiertas con elementos probatorios de cargo que no han recibido objeciones de la defensa, ni parecen presentarlas”.
De momento, lo que sí es una certeza en el expediente es el recorrido que hicieron los tres hasta el camping “El Pajarito”, en Ensenada, donde el viernes 15 de octubre pasada la medianoche zarparon en medio de un fuerte temporal. El trío a bordo de la embarcación denominada “Puerto Bemberg”, partió con un rumbo desconocido con los 34 kilos de cocaína de máxima pureza y a las pocas horas se produjo el naufragio. Allí, para el juez, momentos antes de lanzarse al agua presuntamente aparecen otros sospechosos, que un testigo relató que el mismo 15 de octubre cuando ocurrió el naufragio y aún el grupo no había sido encontrado se acercaron al camping e intentaron alquilar una lancha. Un misterio que se suma a la serie de incógnitas que envuelve el caso. Los acompañantes quedaron captados en dos automóviles diferentes por las cámaras de seguridad camino a La Plata junto a Pardo, Cammarotta y Minin que viajaban en una Toyota Hilux.
Así, en la resolución, Kreplak desecha por completo la versión que Pardo dio sobre los hechos. Revela sus inconsistencias y apunta que “Naco” tomó fragmentos separados de lo que ocurrió y los unió para intentar desligarse de lo evidente. En su declaración, Pardo relató que conoció a Cammarota porque éste le quería comprar una lancha a cambio de una moto y 3.000 dólares en efectivo. Según “Naco”, la venta se realizó en la zona norte, cerca de su astillero. Sin embargo, el magistrado reveló que una serie de testigos relataron que Cammarotta y Pardo en la tarde del 14 de octubre llegaron por agua hasta las costas del camping “El Pajarito” y no pudieron descender por el bajo nivel de agua. La hipótesis de ese viaje es que ambos estaban observando el territorio.
“Según surge de los testimonios, dos personas fueron vistas arribando cerca de las 15 de ese mismo día 14 de octubre por el Río de La Plata, a la altura de la desembocadura del arroyo “El Pajarito” en Ensenada, a bordo de una lancha de las mismas características externas de la que posteriormente usara Pardo en la madrugada del 15/10″, se lee en el escrito.
“Naco” relató todo lo contrario. Declaró que efectivamente realizó la transacción y en ese momento, Cammarotta le preguntó cómo ir hacia Ensenada. “Ahí me preguntó dónde podía bajar y que se iba a ir por el agua navegando hasta Ensenada, él insistía que se quería ir por el agua. Yo le dije 10 veces que no. Quedamos que al otro día me traía la documentación de la moto y el 08 y una fotocopia del documento para poder hacer la escritura en Prefectura. Me preguntó de nuevo el derrotero a zona Sur… y me dice que se iba a ir navegando a zona Sur porque la lancha la iba a dejar en Ensenada en un club náutico que no sé cuál es. Yo le dije que era complejo llegar a Ensenada. A las 16 era viable navegar, pero luego a eso de las 18 había viento de 57 km por hora”, había declarado Pardo.
Luego, el magistrado desenreda parte de la declaración de Pardo, donde cuenta que tras concretar la operación de venta y preocupado porque Cammarota se había lanzado al agua sin conocimientos en medio de un temporal, intenta ubicarlo desde un teléfono celular en una nebulosa explicación con idas y vueltas. Por eso, según él, es que fue a ver a su amigo Minin para salir a buscar a Cammarotta en medio de la noche y el temporal.
Sin embargo, el juez Kreplak, se pregunta: “¿Por qué habría emprendido la búsqueda de Cammarota cuando nada le confirmaba que este se encontrase navegando y, además, esto implicaba poner en peligro su propia vida, atento la nocturnidad y las condiciones climáticas? Pero en ese caso, ¿por qué extraña razón omitió dar aviso de la desaparición de Cammarota a la autoridad naval?”.
Luego, indicó que aún resta “demostrar la efectiva posesión por parte de los imputados del material ilícito secuestrado”. Y sostuvo: “El solo hecho de que existan tres personas en situación de naufragio y un bolso flotando no implica, per se, que el bolso les pertenezca. Sin embargo, en el caso de autos, se observa una incógnita que subyace hasta la fecha: sin perjuicio del silencio o los dichos de los imputados, se encuentra probado que los tres se embarcaron en el Río de la Plata en una noche por demás peligrosa. Entonces, si no era a buscar o llevar el bolso con los estupefacientes, ¿a qué fueron? Y, en todo caso, ¿por qué incurrir en el camino de la mendacidad en lugar de dar una explicación clara, verosímil y comprobable? La respuesta es que, al menos con los elementos reunidos hasta el momento, no hay otra forma de explicar la presencia de los tres imputados en ese momento y en ese lugar”.
Así, el juez entendió que Pardo, Cammarotta y Minin, zarparon juntos y los procesó por el delito de transporte de estupefacientes. Sin embargo, la investigación continua. Hay partes del misterio que envuelve al hallazgo narco que aún no fueron resueltas. Parte de esos vacíos en la historia, tal vez, van a develarse tras el secuestro de ocho celulares que encontró el juez Kreplak y los envió a peritar para saber qué contienen en su interior. Allí, probablemente estén partes de las respuestas: en el intercambio de mensajes o en el registro de llamadas entre los sospechosos antes del naufragio en el que Cammarrotta perdió la vida en las frías aguas del Río de la Plata con un morral atado con 34 kilos de cocaína de máxima pureza.
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