El Gobierno de Santa Fe aceleró una decisión que tenía en carpeta a menos de 24 horas de la protesta en el Monumento a la Bandera, en Rosario, donde cerca de mil manifestantes marcharon para pedir mayor Seguridad y Justicia tras el crimen del arquitecto Joaquín Pérez, e increparon también al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y al intendente Pablo Javkin.
El Ejecutivo provincial resolvió este jueves desplazar de la conducción de la Policía de Rosario al director Luis Maldonado, que será enviado a la Oficina de Gestión Judicial (OGJ). Mientras tanto, la titular de la fuerza a nivel provincial, Emilse Chimente, se hará cargo de la Unidad Regional II hasta la designación del nuevo conductor.
De este modo, el ministro de Seguridad santafesino, Jorge Lagna, dijo que el cambio es “para hacer ajustes necesarios” y que la jefa Chimenti “se instala en la Unidad Regional II”.
Allí “se va a encargar de los temas de la unidad sin abandonar su otro cargo”, como jefa de la fuerza a nivel provincial, abundó Lagna. “Lo hablamos mucho con ella y con (el secretario de Seguridad) Germán Montenegro. Desde hoy, su oficina está en la Unidad Regional II junto con el director de Policía Marcelo Mendoza”, dijo el ministro en declaraciones a Radio Dos de Rosario.
Mendoza es el actual subjefe de la Policía local y continuará en el cargo. Voceros del gobierno provincial dijeron que la salida de Maldonado, que había asumido en junio pasado, obedece a “cuestiones operativas”.
A su vez, las fuentes indicaron que Maldonado fue trasladado a la OGJ, un área del Ministerio Público de la Acusación (MPA) que no posee tropa a cargo ni se realizan tareas de seguridad preventiva.
Maldonado había asumido la jefatura de la Unidad Regional II de Policía –que abarca a las localidades del departamento Rosario- en junio del año pasado, tras el fallecimiento a causa de Covid-19 del entonces jefe, Adrián Forni.
Su salida se produce ahora en un contexto de fuerte demanda social por un mejor servicio de seguridad, disparado por el asesinato del arquitecto Pérez y 188 homicidios cometidos en lo que va del año en Rosario.
Pérez de 34 años fue asesinado de dos balazos el martes 19 de octubre, durante el intento de robo de su vehículo cuando iba a guardarlo en una cochera, es una víctima cuyas características lo distinguen de la mayor parte de los casi 190 muertos que hubo este año en Rosario.
El último informe sobre violencia altamente lesiva del Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe indica que más del 60% de los homicidios registrados en el Departamento Rosario tuvieron como contexto las disputas entre organizaciones criminales vinculadas a la economía ilegal, y casi el 20 obedece a conflictos interpersonales.
La mayor parte de las víctimas son jóvenes varones de sectores populares de entre 15 y 29 años, según el documento oficial. Los casos de homicidios en ocasión de robo son menos frecuentes y en lo que va del año se registraron cinco hechos de ese tipo.
Mientras tanto, la violencia mafiosa en Rosario no da tregua. La semana pasada se produjeron tres nuevos asesinatos perpetrados, de acuerdo a los primeros indicios, por sicarios. Un joven de 20 años, una mujer 40 y un ex jefe de la barrabrava de Newell’s Old Boys fueron las víctimas. A todos los acribillaron atacantes que están siendo buscados.
El primero de los homicidios ocurrió pasadas las 18 en las calles Miller y Uriarte. Nahuel Alejandro Maradona (20) fue baleado en esa esquina por dos personas que lo venían persiguiendo en moto. Mientras la Policía levantó del lugar del hecho al menos cinco vainas servidas, vecinos de la cuadra llevaron al joven al hospital Alberdi, pero al llegar la víctima ya estaba sin vida.
Por el momento no hay detenidos. Si bien no se descartaba ninguna hipótesis, por las características del crimen, los investigadores apuntaban a una venganza o ajuste de cuentas. El caso está en manos de la fiscal de la Unidad de Homicidios, Marisol Fabbro, quien ordenó peritar las vainas secuestradas y la toma de testimonios a vecinos de la zona y allegados a la víctima.
Una dos horas después del crimen de Maradona, se produjo otro en el sur de la ciudad rosarina. Cerca de las 20, Ángela Oviedo (40) se encontraba caminando por las calles Centeno y Rodríguez, en el barrio Itatí, cuando fue baleada por dos personas en moto que pasaban por el lugar y le dispararon sin mediar palabras, para luego darse a la fuga.
Oviedo fue herida en el tórax y en un hombro. La trasladaron de urgencia al hospital de Emergencias, donde finalmente murió poco después.
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