El 26 de abril de este año, a las 15:30 horas, cinco hombres llegaron a una casa de la calle Castañares al 5800 en Villa Lugano para desvalijarla con un curioso truco, una puesta de teatro del hampa. Se habían hecho pasar por empleados de Metrogas. Para asegurar su mentira, seis días antes robaron el medidor de la casa, vestido de operario. Entonces, una de las víctimas realizó la denuncia a la empresa.
Para que sus víctimas les crean, afirmaron que la denuncia a la empresa ya había sido realizada: incluso, uno de ellos se hizo pasar por el hijo del dueño en un llamado posterior para corroborar la situación. La misma banda generó el reclamo y obtuvo una fecha para colocar el nuevo medidor, el día 26. La misma banda le comunicó al dueño que tenía fecha para una nueva instalación.
Así, los seis delincuentes hicieron su jugada. Uno de ellos tocó timbre con casco, planilla, mameluco de trabajo y un medidor nuevo. A 50 metros, esperaba el resto de la banda. Fueron denunciados en pleno hecho.
La Policía de la Ciudad llegó al lugar en el acto y capturó a cuatro de ellos. Uno escapó por los techos: Ariel Ciancio, de 25 años, con domicilio en Avellaneda, registrado como remisero en la AFIP, se quitó la vida al verse acorralado, un disparo en la cabeza. Faltaba el hombre de los llamados. Solo quedaba encontrarlo.
Ayer miércoles, la División Investigación de Homicidios de la Policía Federal capturó al último acusado, en un expediente por robo a mano armada, privación ilegítima de la libertad, atentado y resistencia a la autoridad, a cargo del Juzgado de Menores N°3. Se sospecha, según fuentes policiales, que es quien se hizo pasar por el hijo del dueño ante Metrogas.
Imanol R. fue detenido en Sarandí, zona de la que es oriundo, tras un exhorto a una fiscalía local. Le secuestraron tres teléfonos que podrán ser peritados en busca de pruebas, así como precintos para maniatar víctimas y una patente robada a un Citröen con un pedido de secuestro por la Justicia de La Plata. Tenía 17 años al momento del hecho: cumplió la mayoría de edad un mes después. Así, fue trasladado a la DDI de Avellaneda.
Oriundo de Sarandí, fue identificado por la división Homicidios tras un análisis de teléfonos secuestrados el día del hecho. Metrogas aportó grabaciones de comunicaciones, en donde se encontró el llamado de los delincuentes. Así, con un cotejo de la división Acústica Forense, se pudieron comparar la voz en el teléfono tras una serie de escuchas. El match fue inmediato.
La pista que llevó a Imanol comenzó con una de las líneas de los ladrones, registrada a nombre de un joven de Wilde de 25 años. Así, se recolectaron otros números aportados por empresas de telefonía a nombre del joven de Wilde. Todos fueron insertados en cuentas de WhatsApp. La cara en la foto de perfil no coincidía con la del titular. Se profundizó sobre una de las líneas, que había hecho una compra online. Imanol resultó ser el verdadero usuario.
Entonces, esa línea fue intervenida.
Por otra parte, se analizaron los llamados en el chip insertado en el teléfono secuestrado. El mismo se había usado para llamar a Metrogas, así como una empresa que realizaba instalaciones. En esta última empresa, se habló con un empleado en particular, que tenía que realizar la reposición del medidor en la calle Castañares, una coincidencia inquietante.
Las pericias luego confirmaron que Imanol era quien realizaba los llamados. Así, fueron por él y lo encontraron.
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