Un comisario y un oficial de la Policía de la Ciudad fueron detenidos y acusados como los líderes de una banda que cometía entraderas. La organización que comandaban se hacía de botines millonarios y se movían con tranquilidad. Contaba con información privilegiada y su mecánica era sencilla. Primero, trabajos de inteligencia y después ingresaban a las casas y se llevaban todo lo que había.
Se tratan del comisario de la de División Alcaidía y traslado de Detenidos porteña, Walter Edgar Díaz y del Oficial Primero, Ricardo Marcelo Cuello, de 51 años. Ambos fueron arrestados bajo la orden del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 36 a cargo de Héctor Ferro. Aunque no solo ellos cayeron, la banda estaba conformada por un ciudadano chileno de 44 años, identificado como Luis Emilio Johnson.
La trama para descubrir a los policías ladrones comenzó pocos meses atrás, cuando la banda ingresó a un domicilio ubicado en Cerrito al 800, en el barrio porteño de Retiro. Del lugar se llevaron un botín millonario: 45.000 dólares y 1.150.000 de pesos. Incluso dos vehiculos.
Las víctimas del robo hicieron la denuncia y rápidamente los investigadores comenzaron la investigación. Tras realizar una serie de cruce de datos, entre los autos con los que habían llegado a cometer la entradera se conoció la primera pista: los autos pertenecían a los efectivos de la policía.
Tras su identificación, comenzaron a realizar tareas de escuchas para determinar el accionar de la banda, cómo funcionaban y quiénes eran sus líderes. Así, llegaron hasta sus domicilios. Pero además escucharon como la banda hacía las tareas de inteligencia sobre los objetivos a asaltar. Debido a que Díaz y Cuello pertenecían a la fuerza porteña, la organización contaba con una radio policial y sabía lo que ocurría minuto a minuto, por lo que les era fácil huir antes de que los agarraran.
Según sospechan los investigadores la banda cometió una larga serie de este tipo de robos. Aunque por el momento solo pudieron comprobarles el robo millonario en el barrio de Retiro.
De este modo, ayer se ordenaron 15 órdenes de allanamiento que fueron concretadas por la División de Robos y Hurtos de la misma Policía de la Ciudad, para desbaratar a la banda. En los operativos secuestraron dinero en efectivos, armar, equipamientos policiales y credenciales de la fuerza.
Por su parte, desde la fuerza porteña, explicaron a Infobae, que a los policías acusados de cometer las entraderas se les inició un sumario de inmediato y fueron separados de la institución.
Así, los tres sospechosos quedaron alojados en un calabozo a la espera de que sean llamados por los funcionarios judiciales para que den su versión de los hechos que se les acusan.
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