La madrugada del domingo pasado un albañil fue encontrado calcinado en el interior de un vehículo, que se incendió en el barrio porteño de Liniers. La sospechas fueron varias, la cámaras de seguridad revelarían lo ocurrido y cómo fueron las últimas horas de la víctima que no llegó a escapar cuando el coche sufrió un cortociorcuito y se prendió fuego.
El hallazgo se produjo alrededor de las 2 del domingo, tras un llamado al 911 que alertaba sobre el incendio de una camioneta Ford EcoSport estacionada a metros de la esquina de Palmar y la colectora de la avenida General Paz.
Minutos más tarde, una dotación del cuerpo de Bomberos de la Ciudad llegó al lugar y logró extinguir el fuego. La sorpresa surgió al momento de las tareas de enfriamiento: cuando observaron el interior del vehículo, los efectivos del Cuartel 9 de Versailles vieron un cuerpo calcinado en el asiento del conductor y apoyado sobre la ventana. Se comunicaron así con el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) y poco después se constató que el cadáver era de un hombre.
La víctima fue identificada: se trata de Guilber Fernández Cabrera, un hombre de 36 años y nacionalidad boliviana que vivía en la localidad bonaerense de Ciudadela y se dedicaba a la albañilería, con empleos registrados en firmas de construcción desde 2007.
Al parecer, Fernández Cabrera había ido el sábado por la tarde hasta Liniers para visitar una peluquería. Así lo aseguró su esposa al ser entrevistada por policías en el lugar del hecho. La mujer contó que la última comunicación que había tenido con su esposo había sido unos minutos antes de la medianoche de ese día.
Según dijo la esposa de la víctima, Guilber le escribió para avisarle que estaba tomando algo en un bar de la zona. Pero como luego no supo más nada de él, ella se dirigió hasta los lugares que solía frecuentar su esposo en el barrio porteño de Liniers, y fue ahí cuando vio la camioneta incendiada y se enteró de lo ocurrido.
Por el caso se abrió un expediente por “muerte por causa dudosa de criminalidad”, con intervención de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°30, a cargo de la fiscal Marcela Sánchez.
En principio, se sospechó que podría tratarse de un incendio intencional para ocultar un homicidio. Pero con el correr de las horas esa hipótesis perdió fuerza. Luego de las primeras pericias que realizó la Unidad Criminalista Móvil de la Policía de la Ciudad y el relevamiento de cámaras de seguridad de la zona, los investigadores establecieron que Fernández Cabrera no había sido atacado.
“Se había ido a tomar algo a un bar que quedaba enfrente de donde se incendió la camioneta. En las imágenes se lo ve con dificultad para ingresar al vehículo y que ya adentro, le dio arranque, pisó el freno varias veces pero no logró ponerlo en marcha para irse”, relató a la agencia Télam un investigador del caso.
“En un momento, con el vehículo encendido, se produjo un cortocircuito y se prendió fuego tan rápido que el hombre no pudo escapar”, continuó sobre la reconstrucción de los hechos.
En aparente estado de ebriedad, Fernández Cabrera también fue víctima de robos. En tres ocasiones, dos personas se acercaron hasta la camioneta para robarle algunas pertenencias. Le sacaron el celular y la billetera. El teléfono fue activado horas después, cerca de las 5 de la mañana. No obstante, los investigadores descartaron que los ladrones estén involucrados en el incendio del vehículo.
De igual modo, se determinó que unas manchas de sangre detectadas a metros de la EcoSport fueron evidencia de una pelea entre dos hombres que tampoco estuvo vinculada con la víctima.
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