Se confirmó la noticia más triste. La familia del empresario argentino Eugenio Schneider reconoció el cuerpo hallado en la noche del sábado en el Río Uruguay, a pocos kilómetros de la ciudad de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos. Así lo indicó la Armada uruguaya en un comunicado.
Según el diario El Observador de Uruguay, Schneider, dueño del Frigorífico Casa Blanca y quien estaba desaparecido desde el jueves pasado, murió por ahogamiento. Así, la fiscal de Gualeguaychú Gabriela Sero ordenó que el cuerpo del empresario sea entregado a sus familiares para que despidan sus restos.
De 81 años y amante de la natación, la equitación, la música del Renacimiento y barroca y ex alumno de Jorge Luis Borges, Schneider se había radicado en la localidad Casa Blanca, a unos 17 kilómetros de Paysandú, en Uruguay.
Justamente, el jueves pasado a las 14, abrió el portón que separa su casa del río Uruguay y dijo: “Me voy a nadar”. Nada más se supo de él. A las 17 de ese jueves, y sin noticias del empresario, sus familiares radicaron la denuncia.
“Él ya no nadaba. Tuvo COVID-19 y hacía poco que se había recuperado totalmente. Esta incertidumbre nos deja muy mal a todos. Es muy querido por acá”, dijo un empleado del frigorífico al diario local.
La noticia el sábado por la noche del hallazgo por parte de efectivos de la Prefectura Naval argentina de un cuerpo en las aguas del Río Uruguay hizo sospechar que podría tratarse del empresario, y por eso se había citado a sus familiares para que participaran del reconocimiento del cadáver.
Fue una patrulla de la Prefectura, de la división Concepción del Uruguay, quien encontró el cuerpo a la altura del kilómetro 163 del río Uruguay, próximo a la isla Dolores.
Mientras la Justicia ordenaba que fuera entregado a las autoridades judiciales de la provincia de Entre Ríos para continuar con las dirigencias; la Armada uruguaya publicaba un comunicado en el que señalaba que, “según complexión física y descripción”, los restos “podrían coincidir” con los del empresario desaparecido.
Multifacético
Según el diario El País de Uruguay, Schneider era un hombre con múltiples facetas. Empresario exitoso, escritor, alumno de Jorge Luis Borges, amigo de presidentes, dueño de una profusa cultura e ingenio. Estaba al frente del frigorífico Casa Blanca (Fricasa) ubicado en Paysandú, donde también instaló el restaurante “La Pulpería”, ubicado en una casona construida a mediados del siglo XIX y adornado con instrumentos musicales antiguos y partituras medievales.
Había nacido en Buenos Aires en 1940 y estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires. Durante su cursada, tuvo de profesor de literatura inglesa nada menos que a Jorge Luis Borges. A los 22 años, se radicó junto a su familia en los Bosques Valdivianos, en Chile.
En 1978, se radicó en Uruguay y se estableció en Estancia San Ramón. Fue por ese entonces que compró el frigorífico ubicado en Casa Blanca, un pequeño pueblo que por ese entonces permanecía prácticamente deshabitado. Para el 2000, Schneider se estableció en ese lugar y consolidó su empresa como una de las referentes de la industria ganadera de Uruguay.
“No creo que mi negocio pueda ser manejado por el gerente de una multinacional. Por eso, no vendo. Sería como vender carne humana. Trato de imaginar una empresa que siga funcionando armónicamente cuando corra el rumor de mi muerte“, había dicho en 2015 durante una entrevista con el diario uruguayo El País.
A Schneider se le conocieron cuatro parejas en un lapso de 50 años, tuvo ocho hijos y decenas de nietos y bisnietos, que ahora lo despiden.
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