Milton Aranda, boxeador amateur de 21 años, fue asesinado durante la madrugada del domingo a la salida de una fiesta en la quinta La Marquesa, ubicada en Durero al 600, zona de Marcos Paz. Según contaron testigos, en ese evento el joven había tenido una discusión con otro chico, Kevin Moreyra, por lo que la gente de seguridad del lugar los echó del lugar. La pelea siguió en la calle y un video mostró el desenlace: Moreyra tomó un cuchillo y le asestó dos puntazos en el pecho a Aranda, que murió poco después.
Este viernes, la Policía Bonaerense fue a buscar a Moreyra a su casa de Virrey del Pino, en La Matanza. No lo encontraron y permanece prófugo.
En el marco de una causa que lleva adelante el fiscal Lisandro Massón, de la UFI Nº 4 de Mercedes, los efectivos también allanaron la vivienda de la joven que acompañaba al acusado al momento del hecho. Se trata de Ludmila Ceballos, quien fue detenida al ser considerada cómplice del homicidio: los testigos la señalaron como quien le entregó el cuchillo a Moreyra en medio del enfrentamiento a puños con Aranda.
Tras la reconstrucción de los hechos a partir de los relatos de testigos y del análisis de los videos, para los investigadores está acreditada la participación de la joven: “Ceballos es partícipe necesario del homicidio porque se acreditó que es quien, en un momento dado, le alcanza la navaja con la que Moreyra lastima de muerte a Aranda”, explicaron fuentes judiciales a Infobae. Mañana será indagada por Massón en la fiscalía de Mercedes.
Mientras tanto, continúa la búsqueda de Moreyra, cuyo paradero es incierto desde hace días.
La pelea que antecedió el homicidio fue filmada por varios teléfonos. En las imágenes los gritos que se escuchan son elocuentes: “Dale guacho, metele, ¡dale Milton, dale!”, lanza uno. “Mirá, mirá, ¡está re quebrado, gordo p...!”, agrega otro en el coro alrededor que aplaudía al contrincante de Aranda, que dividía la mayor parte de sus horas entre su trabajo en una fábrica de levaduras y la práctica de boxeo.
Moreyra, jugador de rugby en un club de Cañuelas según decía él mismo en sus redes sociales, estaba superado físicamente. Milton demostraba su velocidad y entrenamiento, mientras sus amigos lo alentaban. El motivo del enfrentamiento se desconoce. “Cosa de borrachos”, aseguró un testigo. Cerca de Milton hablan de un acoso durante la noche en la fiesta, de ebrios densos que lo molestaban.
Poco después, el combate mano a mano cambió drásticamente. De acuerdo a la investigación, Ceballos le entregó a Kevin un cuchillo en medio del tumulto. Así, Moreyra apuñaló dos veces a Milton y huyó.
La fiesta, como cualquier encuentro clandestino, no tenía una ambulancia disponible. Los amigos de Aranda gritaban y lloraban por una asistencia médica que jamás llegó. Había seguridad privada en el evento, siempre según los amigos de Aranda, que no intervino para frenar la pelea dentro de la fiesta como fuera.
Entonces, lo cargaron a un auto y lo llevaron a la Unidad de Pronta Atención de Virrey del Pino, donde llegó muerto. Mientras, Moreyra se había perdido, pero no su nombre. En su fuga, dejó caer su DNI.
En paralelo, los amigos de Milton comenzaron a indagar. Descubrieron la cara del acusado en las redes sociales y la viralizaron con mensajes potentes. También, encontraron a Ceballos. “La sucia es la cómplice que le pasó el arma blanca”, aseguraron en un posteo. Con el correr de las horas, el rugbier borró su cuenta de Instagram.
La causa comenzó siendo investigada por el fiscal Federico Medone, de la UFI de Homicidios de La Matanza, por tener jurisdicción en la UPA a la que la víctima llegó fallecida, aunque luego fue enviada al Departamento Judicial de Mercedes.
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