Esta semana, las cámaras del Centro de Monitoreo Urbano de la Policía de la Ciudad frustraron un intento de robo en la calle Riglos al 700, zona de Caballito. El blanco, en plena madrugada, fue un Suzuki Fun estacionado en la cuadra, que fue violentado por tres delincuentes, entre ellos Jeremías Onzalo, un delincuente de carrera con varias condenas a su nombre.
En conjunto con las cámaras, se despachó un móvil de refuerzo que patrullaba la jurisdicción al lugar para detener el robo en proceso. El personal del CMU daba las indicaciones que estaban a la vista: la vestimenta de los sospechosos, con camperas gris y roja y negra, que se encontraban forzando el auto, con una mujer que oficiaba de campana en la esquina de la calle Bonifacio. Así, fueron encontrados y detenidos. El auto, con visibles daños, quedó secuestrado.
Los tres imputados quedaron a disposición de la Justicia, acusados de tentativa de hurto en un expediente a cargo de la Fiscalía N°22 de Eduardo Cubría. Son Denis Nahuel Oseira, de 26 años, con domicilio en Malvinas Argentinas y Jeremías Onzalo, de 29, domiciliado en Lanús Oeste. Natalia Noemí Acosta, de Quilmes, 35 años, es la supuesta campana. Onzalo y Acosta comparten un antecedente penal en común, un violento robo ocurrido en 2018 en la zona de Boedo, con un ciudadano chino como víctima, que terminó con un golpe en la cara. Literalmente, le robaron a trompadas.
Así, el Tribunal N°22 le dio a Onzalo un año de cárcel: se le computó otra pena previa por el delito de encubrimiento dictada por otro tribunal en Lomas de Zamora.
Entre 2018 y 2020, Onzalo estuvo preso entre Ezeiza y Marcos Paz de acuerdo a documentos judiciales. El año pasado, el Tribunal N°1 volvió a condenarlo por un nuevo hecho junto a otro cómplice, un robo fracasado idéntico al de Caballito, intentó abrir un Volkswagen Golf en la calle Beauchef el 28 de marzo de 2020 para para llevarse las pertenencias. Su cómplice había caído por robarse un frasco de monedas de un restaurant. Vieron un patrullero pasar, soltaron sus herramientas y huyeron. Así, le dieron seis meses más y lo declararon reincidente.
El 29 de septiembre pasado, el personal del Centro de Monitoreo observó otra secuencia delictiva en vivo. En la esquina de Brasil y Lima, en las inmediaciones de Plaza Constitución, a la salida de la terminal del tren Roca, una mujer de pelo largo y castaño aprovechó el descuido de un hombre en el cruce del semáforo para meter su mano en la mochila y luego caminar sigilosamente para intentar huir.
Luego, la mujer abordó un taxi en la esquina de Hornos y Brasil, según pudo ver el personal desde las cámaras. En vivo, el CMU enviaba indicaciones a policías en el lugar. “Ahí donde está la moto, es el segundo taxi”, una camionera Toyota Meriva, indicaban por radio. Así, fue interceptada y capturada. El Juzgado N°6 a cargo de Osvaldo Rappa avaló su detención. El delito fue un ataque punga fallido, tentativa de hurto.
La identidad de la sospechosa fue cotejada. Marleni Aurora Aguilar Contreras, de 47 años, nacida en Perú, tuvo dos DNI en la Argentina, con domicilios registrados en Caballito y en Congreso, en las inmediaciones del Palacio Barolo. También tiene un largo registro en la Justicia. Un documento judicial al que accedió Infobae habla de “cuatro antecedentes condenatorios”.
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