Repartidores de delivery desnudaron a un ladrón que intentó asaltar a una mujer con un arma de juguete

Un grupo de repartidores de una aplicación de pedidos protagonizó en los últimos días una violenta golpiza y humillación a un ladrón que intentó asaltar con un arma de juguete a una mujer en el centro de Quilmes. Se trata del segundo linchamiento de este tipo a un delincuente en una semana.

El hecho ocurrió pasadas las 21:30 horas del miércoles en el cruce de las calles Alberdi y Almirante Brown. En ese lugar, en las inmediaciones de la Plaza Conesa, un delincuente interceptó a una mujer e intentó asaltarla con un arma de juguete.

Los repartidores que se juntan en la zona a la espera de pedidos vieron la secuencia y atacaron al ladrón. Todo quedó registrado en un video que se viralizó en las últimas horas.

Primero lo tiraron al asfalto y le sacaron toda la ropa a la fuerza. Cuando ya estaba desnudo, lo golpearon, le propinaron patadas y golpes de cinturón en el piso y le sacaron la réplica del arma que tenía encima.

Así lo retuvieron por más de media hora, según publicó el sitio InfoQuilmes, hasta que llegaron efectivos de la Comisaría 9° al lugar y lo trasladaron a la dependencia.

El martes pasado, un grupo de vecinos de José C. Paz también lincharon y humillaron a un ladrón de 17 años que intentó asaltar un kiosco en la zona de Barrio Sarmiento.

El delincuente había ingreso a la madrugada al comercio, ubicado en las calles Maestro Ferreyra y Rodó, junto a un cómplice con el que intentaron llevarse el dinero en efectivo que había en la caja. La vendedora, una mujer de 37 años, hizo sonar la alarma que los vecinos instalaron en el barrio por los reiterados robos.

Cuando los ladrones intentaron escapar, un grupo de vecinos los persiguió y entre varios lograron atrapar a uno de ellos: un menor de edad que no llevaba armas. Primero, varios vecinos redujeron al joven y lo golpearon.

Luego le quitaron a la fuerza todas sus prendas, excepto la ropa interior, y con cinta de embalar lo ataron a un poste de luz, donde el ladrón quedó atrapado con una herida sangrante en el rostro.

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