J. P., de 25 años, empleado de una carnicería, vecino de Puerto Madryn, fue arrestado hoy a la mañana por la Policía provincial de Chubut tras una investigación de las fiscales María Eugenia Vottero e Ivana Berazategui, acusado de atacar a varias niñas en la ciudad, cuatro casos definidos como abusos sexuales simples y gravemente ultrajantes. Entre sus víctimas también hay chicos varones.
Según confirmaron fuentes del caso a Infobae, abordaba a sus víctimas a bordo de su moto, las manoseaba y luego huía. Sus ataques se concentraban en plazas de la zona norte de Puerto Madryn.
El primer hecho denunciado se cometió en septiembre, cuando tocó en sus partes íntimas a una niña que andaba en bicicleta al mediodía. El segundo ocurrió en noviembre, cuando manoseó otra menor. El presunto abusador frenó la moto, le preguntó una dirección y la tocó por encima de las prendas de vestir. El tercer hecho ocurrió este mes, con dos víctimas: dos niños jugaban cuando el hombre a bordo de la moto, abusó de ellos. El acusado, según sus la acusación en su contra, frotó sus partes íntimas sobre el brazo de uno de los menores. Las otras menores, que lograron huir, tuvieron que ser asistidas psicológicamente.
La moto en la que se movía fue la pista que permitió arrestarlo, una Motomel Blitz gris y negra con detalles rojos. Fueron, precisamente, detalles particulares de la moto, captada por cámaras de seguridad, que llevaron a identificarlo, así como el casco que usaba con frecuencia.
“El cúmulo de delitos posee una escala penal alta, por lo que en caso de recaer condena la misma será de efectivo cumplimiento” adelantaron las fiscales en su escrito donde solicitaron la detención. También, Vottero y Berazategui pedirán la prisión preventiva en la audiencia de rigor.
El acusado, por otra parte, registra una condena de este año por dos hechos similares, ocurridos en octubre de 2020 y enero de 2021. En ambos, intentó raptar a dos nenas de 11 y 13 años, tomándolas del brazo, no desde una moto, sino desde un auto Chevrolet Cobalt. Ambas menores se resistieron y lograron escapar. Así, no logró cometer sus abusos, si es que lo intentaba.
“Fue a dos cuadras aproximadamente de casa; al estar regresando para un auto de color negro, del cual desciende un masculino con barbijo negro, y le dice a mi hija ‘vení mamita’ e intenta subirla al auto; que inmediatamente su reacción fue gritar, y este hombre huye del lugar”, declaró el padre de una víctima según una transcripción policial.
Por estos delitos, recibió la pena de dos años de prisión en suspenso, dictada en marzo de este año por la magistrada Stella Eizmendi. J.P, en el expediente, reconoció haber cometido los delitos con una confesión. Tras ser condenado, volvió rápidamente a atacar.
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