El 30 de diciembre del año pasado, Carlos, un vecino de Mar del Plata de 63 años, llegó a su casa del barrio Don Bosco acompañado de una joven con la que había hecho un acuerdo previo: la había contratado para un encuentro sexual. Instantes después, Carlos supo que la joven en realidad le había tendido una trampa. Es que al momento de ingresar a su vivienda, la víctima fue abordado por dos ladrones armados que lo estaban esperando. Unos diez meses después, desbarataron a la banda.
Aquella noche del 30 de diciembre, los delincuentes redujeron al dueño de la casa, ubicada en Francia al 1.800, y lo golpearon para robarle la billetera, el teléfono celular y la moto. Tras ello, escaparon junto a la joven que actuó de entregadora, y como carnada. Uno de los asaltantes se subió al rodado de Carlos y huyó a toda velocidad. Sin embargo, chocó a los pocos metros luego de una mala maniobra. El conductor resultó herido de gravedad y no pudo continuar la fuga. Sus cómplices, en tanto, lo abandonaron: se fueron rápidamente a bordo de una camioneta.
Minutos después, el delincuente herido fue detenido en el lugar. Posteriormente, lo trasladaron al Hospital Interzonal General de Agudos, donde finalmente murió. Fue identificado como Mauro Ezequiel Ramos, de 35 años.
Carlos hizo la denuncia y se inició una investigación para dar con los prófugos. Con el correr de los meses, detectives de la DDI de Mar del Plata descubrieron que la joven involucrada en el hecho es una menor de 17 años. La localizaron y detuvieron el 9 de junio pasado, según informaron fuentes policiales. Más tarde, a fines de septiembre, cayó otro acusado, identificado como Adrián Erick, de 27 años.
Y este martes fue capturado un tercer, y último, sospechoso que también participó de la entradera a Carlos. Se trata de Juan Luis Araya Riffo, de 41 años, quien fue apresado en un allanamiento a una casa de Labarden al 3.800. Allí, los efectivos de la Policía Bonaerense secuestraron una Renault Kangoo gris, además del celular del acusado y documentación variada. De acuerdo a la investigación, ese vehículo es señalado como en el que usaron los delincuentes para escapar cuando abandonaron a Ramos.
De esta manera, Araya Riffo quedó a disposición de la unidad fiscal del fuero penal juvenil a cargo de Marcelo Yanes Urrutia. Al igual que Adrián Erick y la menor de 17 años, está acusado de robo agravado por la intervención de una menor de edad, el empleo de armas, la producción de lesiones graves y por haber sido cometido en poblado y en banda.
Un caso reciente
A principios del mes pasado, efectivos de la Policía de la Ciudad detuvieron tras una serie de operativos en territorio porteño y Lomas de Zamora a dos adolescentes de 18 y 19 años acusados de cometer robos como “viudos negros”: según fuentes del caso, se cree que arreglaban encuentros sexuales con hombres mayores a ellos a través de aplicaciones como Grindr y aprovechaban las citas para drogar y asaltar a sus víctimas.
La investigación en su contra empezó hace poco más de dos meses, el 30 de junio pasado, cuando un hombre de 30 años denunció haber sido brutalmente asaltado luego de concretar un encuentro con los jóvenes para hacer un trío a través de esa app.
Ese día, cerca de las 20, el hombre relató haber acordado la cita en su casa de Lomas de Zamora, a donde efectivamente llegaron sus dos invitados en el transcurso de la noche. Todo lo que ocurrió después, el denunciante no lo recuerda.
Su próximo recuerdo es al día siguiente, cerca de las 14, cuando se despertó con sangre en todo el cuerpo y una herida profunda en la cabeza. Luego de pedir auxilio a una amiga, al inspeccionar su casa notó que sus dos invitados de Grindr le habían robado varios objetos y de valor.
Así, el personal de la División Sumarios y Brigadas de Prevención de la Comuna 6 inició una investigación para identificar a los ladrones, que resultaron ser dos jóvenes adolescentes del barrio porteño de Barracas: F.S.G, de 18 años y su vecino que vivía a sólo cinco cuadras y cómplice R.A.C, de 19, antes domiciliado en Lomas de Zamora, donde ocurrió el ataque.
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