“Dormía y se despertaba con la pelota”: quién era Maxi Guzmán, el chico de 16 años asesinado en Grand Bourg

La vida de Maximiliano Guzmán (16), como la de muchos otros chicos que sueñan con ser futbolistas, giraba alrededor del fútbol y de la N°5. “Le gustaba jugar en cualquier momento. Dormía con la pelota y se despertaba con la pelota”, contó Gabriel, su padre, en medio del dolor inexplicable y a poco más de 48 horas de la tragedia: a su hijo lo mataron de un disparo en el abdomen dos motochorros en la localidad bonaerense de Grand Bourg, partido de Malvinas Argentinas. Lo asesinaron para robarle dos camperas: “Siempre lo iban a encontrar en una cancha de fútbol... Y ahora está bajo tierra”.

El crimen de Maxi ocurrió en Paso de los Patos al 100, entre José María Gutiérrez y 4 de Marzo, el domingo a la madrugada. El adolescente estaba junto a dos amigos. Su papá contó que iban a comprar una gaseosa. Los delincuentes en moto, uno de ellos con una pistola calibre 9 milímetros en su mano derecha, los vieron al pasar, decidieron retomar, y apuntarles con el arma para robarles. Dispararon.

Las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona muestran que las víctimas, al percatarse de los ladrones, comenzaron a correr: uno se fue hacia la esquina de José María Gutiérrez, otro cruzó la calle rumbo a 4 de Marzo, y el tercero quedó a merced de los motochorros, que lo arrinconaron y lo obligaron a entregarles las dos camperas. Siempre se pensó que ese era Maxi, pero su padre aclaró que es uno de los dos que huye: ya estaba herido.

Los delincuentes no se llevaron ni el dinero ni el celular del amigo de Maxi, solo las prendas de vestir, una con el logo de River Plate. Escaparon y continuaron su raid delictivo: a unas tres cuadras, le robaron el auto y el teléfono celular a una mujer. Mientras, el adolescente fue trasladado por un vecino a un hospital de la zona. No resistió y murió minutos más tarde.

Este martes por la mañana, los restos de Maximiliano fueron despedidos en el cementerio de Grand Bourg. El cortejo pasó por la cancha de San Lorenzo de Grand Bourg, el club donde el adolescente jugaba en el último tiempo y por el que sentía mayor apego: durante su infancia vistió las camisetas de varios equipos de la zona.

Su primer club fue Primero de Mayo, donde se anotó a los seis años. Luego, jugó en las infantiles de Almafuerte, pasó por Santa Mónica y llegó a Victoriano Arenas. “A Maxi lo conocía Polvorines, Grand Bourg, San Miguel, Pablo Nogués. Lo quería y lo amaba todo el mundo. No hacía rivalidad con nadie, tenía amigos con todos los clubes. Era un loco que quería jugar al fútbol”, describió Gabriel, que tiene 37 años y es chofer de Uber.

El padre de Maxi recordó a su hijo con una anécdota: “Jugaba para San Lorenzo de Grand Bourg y un día le agarró la loca y me dijo: ‘Pá, me voy a anotar a Victoriano’. Que es el contra de Grand Bourg. ‘Lo voy a hacer a propósito, para mis amigos’, me dijo. Entonces, un domingo Maxi llegó a la cancha y se puso la camiseta de Victoriano. Todos se lo quedaron mirando, y él se reía. Al otro día tenía que entrenarse en San Lorenzo, y él apareció ahí. El entrenado le preguntó dónde va a jugar, y él le contestó riéndose: ‘No sé, pero te voy a hacer goles’”.

Maximiliano tenía tres hermanos: dos varones de 19 y 6 años, y una nena de 8. El mayor, Brian, también juega en San Lorenzo de Grand Bourg y luego del crimen dijo que piensa en dejar la actividad.

En tanto, tras conocerse el asesinato del adolescente, desde el Club Atlético Victoriano Arenas enviaron un mensaje de condolencias a sus familias y amigos: “Profundo dolor por la pérdida de Maxi Guzmán, jugador de las inferiores del CAVA. Acompañamos a su familia en este doloroso momento y exigimos Justicia en el esclarecimiento de su muerte”, indicó la institución, mediante un comunicado publicado en sus redes sociales.

Por su parte, desde el Club Almafuerte de Grand Bourg también realizaron una publicación en sus redes sociales y pusieron a disposición de la familia las instalaciones del club. “Nos invade un profundo dolor. No tenemos palabras para expresar lo que sentimos, solo queremos justicia por Maxi. Un fuerte abrazo para su mamá, sus hermanos, que ni nos queremos imaginar cómo están en este momento y a toda su familia”, expresaron. Además, comunicaron la suspensión de todas las actividades durante la semana en señal de duelo.

Cómo sigue la investigación

Por el caso hay dos detenidos. A G.D.A., de 17 años, con domicilio en la localidad de Pablo Nogués, lo capturaron gracias al rastreo de un teléfono celular que los delincuentes sustrajeron a tres cuadras del lugar del crimen de Maximiliano. En el allanamiento a su casa, le secuestraron una campera roja de River Plate similar a la robada al adolescente y las billeteras, el DNI y la cédula verde de la dueña del Chevrolet Onix, entre otras cosas.

Con el avance de la causa, los investigadores pudieron identificar al segundo sospechoso, presunto autor del disparo que terminó con la vida de Maximiliano. Se trata de L.F.G., un joven de 22 años con domicilio en la localidad de Los Polvorines, primo de G.D.A., y que hace más de un año que estaba prófugo de la Justicia por otro asesinato.

Fuentes judiciales confirmaron a Infobae que los sospechosos se negaron a declarar en el marco de la causa que lleva adelante la fiscal Verónica Novoa, del Fuero de Responsabilidad Juvenil del Departamento Judicial de San Martín, quien solicitó al Juzgado de Garantías N°5 la detención formal de ambos. Están acusados de los delitos de “homicidio criminis causa y robo con arma de fuego”.

Desde el entorno de Maximiliano también apuntaron a un tercer sospechoso, un hermano de L.F.G. Según las fuentes consultadas por Infobae, por el momento no se busca a nadie más. “Vengo de sepultar a mi hijo, algo que nunca me imaginé. Y hago esto para pedir Justicia por él”, dijo Gabriel a la prensa este martes en la puerta de la casa de los abuelos de la víctima, donde se manifestaban familiares, amigos y vecinos del adolescente tras el crimen. También manifestó que no cree en la justicia y pidió que los asesinos de su hijo “no entren por una puerta y salgan por la otra”.

“Nos están sacando a los chicos. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Hoy me tocó a mí”, se preguntó Gabriel en diálogo con TN y aclaró que la noche del asesinato su hijo había salido a comprar una gaseosa junto a sus amigos cuando les dispararon: Maxi, ya herido, y otro chico escaparon y, al tercer adolescente, le robaron.

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