El 8 de septiembre de 2012, el narco Martín “Fantasma” Paz, que había sido cuñado del jefe de “Los Monos”, Claudio “Pájaro” Cantero, fue asesinado de cinco balazos por un sicario mientras conducía su flamante coupé BMW blanca junto a su pareja y su pequeña hija en la ciudad de Rosario. Ese episodio dio origen a la megacausa en contra de esa afamada banda criminal, que conduciría a la detención de sus cabecillas y la posterior condena, a mediados de 2018.
Pero además, esa investigación revelaría otra organización dedicada al narcotráfico en Santa Fe, enfrentada a Los Monos y liderada por el padre de “Fantasma”, Luis Alberto Paz (66), un ex promotor de boxeo, también conocido como “El Señor de los Cielos”, en relación al líder del cartel narco mexicano “Juárez”, Armando Carrillo Fuentes.
Ayer Paz fue condenado por la Justicia. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) de la ciudad de Santa Fe, integrado por los jueces Germán Sutter Schneider, Mario Gambacorta y Eugenio Martínez Ferrero, le impuso la pena de 13 años y 9 meses de prisión por los delitos de tráfico, comercialización y transporte de estupefacientes y lavado de activos.
Paz fue detenido en diciembre de 2018. Su nombre trascendió públicamente cuando testimonió en la causa contra Los Monos, a la que le atribuyó el asesinato de su hijo. El crimen por encargo, de acuerdo a la investigación, tendría detrás una presunta deuda de 10 millones de pesos que “Fantasma” habría contraído con Los Monos para blanquear, y que habría derivado hacia otros fines.
Sin embargo, Luis Paz dio otra hipótesis y dijo que Cantero “le quedó debiendo una Amarok” a su hijo, y que “todos le debían plata a él”, por lo que urdieron “un complot para matarlo”.
Lo concreto es que el homicidio de “Fantasma” nunca se esclareció. Aun así, el expediente fue la base sobre la cual el juez de instrucción penal Juan Carlos Vienna detuvo, procesó y mandó a juicio a 12 integrantes de Los Monos, entre ellos, a “Guille” Cantero.
Según la investigación, tras la muerte de su hijo y la pelea con el clan Cantero, Luis Paz se instaló en la ciudad de Santa Fe y se vinculó al comercio de estupefacientes. Encabezó así una organización que operaba en Rosario y Villa Constitución, además de la ciudad capital. La misma era integrada también por el arquitecto Andrés Fernando Cantelli, Hugo Omar Díaz, Alejandra Urunde, Claudia López y Carlos Suarez. Todos ellos acordaron juicios abreviados por los mismos delitos, por lo que no llegaron al juicio oral.
Todos cayeron en medio de 24 allanamientos realizados en Santa Fe y Entre Ríos, operativos en los que además se incautaron unos 800 gramos de cocaína, un kilo de marihuana y distintas armas.
Al margen de la causa por comercialización de drogas, la Justicia inició un proceso paralelo por lavado de activos en el que están involucradas su pareja y dos hijas del primer matrimonio, por su participación en las sociedades Paz SRL y La Nueva Esperanza SRL, que habría creado para blanquear dinero proveniente del narcotráfico.
Cuando fue detenido en diciembre de 2018, Paz vivía con su pareja en el country Los Molinos, de la ciudad de Recreo, y tenía un patrimonio conformado por al menos 13 vehículos -entre ellos camiones y semirremolques- y 5 inmuebles. Si bien alegó que para esa época, por su actividad comercial, tenía ingresos de entre 50 mil y 60 mil pesos mensuales, los jueces también lo condenaron por lavado de activo al considerar que no pudo demostrar el origen lícito de su fortuna.
Así, durante el juicio también le decomisaron todos esos vehículos e inmuebles. A la vez, el tribunal le impuso una multa por 2,5 millones de pesos “más la suma equivalente a tres veces el valor de esos bienes”.
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