La mujer de 34 años que fue baleada en la cabeza cuando trabajaba en una oficina a la que ingresó un hombre armado con presuntas intenciones de matar a un ex compañero de colegio que aparentemente le hizo bullying durante la secundaria, en la ciudad tucumana de Yerba Buena, murió este jueves.
Se trata de Mariela Márquez, quien falleció en el Hospital Padilla, donde se encontraba internada en estado grave a causa del disparo que recibió de parte de Gerónimo Helguera, de 29 años, en un edificio ubicado en avenida Aconquija al 1000.
El hecho ocurrió cerca de las 10 del miércoles pasado, cuando Helguera se dirigió a una oficina del primer piso del inmueble, visiblemente, exaltado. De acuerdo a algunos testigos, el joven parecía estar fuera de sí, y portaba un arma de fuego en sus manos.
La zona es particularmente concurrida: en un radio de 200 metros hay un hotel 4 estrellas de una cadena internacional, dos bares, una concesionaria de autos, un banco y un colegio.
De acuerdo con la investigación, el acusado se dirigió directamente hacia el lugar en el que estaba un hombre de apellido Ledesma, quien habría sido compañero suyo durante el secundario, para vengarse porque aparentemente le hizo bullying mientras cursaban juntos.
Luego de propinar algunos insultos y amenazas al presunto acosador, el agresor efectuó un disparo con su arma, pero el proyectil impactó en la cabeza de Márquez, una empleada de limpieza que pasaba por ese lugar de la oficina.
Tras el ataque, el agresor fue detenido y la mujer herida trasladada de urgencia al centro de salud situado sobre Juan Bautista Alberdi al 550, en pleno centro dela capital provincial, donde permaneció internada en grave estado durante algunas horas hasta que este jueves finalmente falleció.
Por otra parte, después de que el atacante fuera trasladado a la Comisaría de Yerba Buena, los investigadores lograron encontrar el arma utilizada en el crimen, la cual había sido arrojada a un tacho de basura de la calle Aconquija.
Por orden de la jueza tucumana Isabel de los Ángeles Méndez, el acusado fue sometido a estudios psiquiátricos y los informes correspondientes llegaron al día siguiente a manos de la magistrada. En base a ellos ordenó que Helguera fuera internado en el Hospital Psiquiátrico Obarrio de la capital tucumana.
En tanto, en declaraciones a la prensa, Gustavo Campos, cuñado de la mujer asesinada, dijo que ignora si ella conocía al sospechoso: “Tampoco sabemos quién es él y por qué le hizo esto a otra persona que solo estaba trabajando en la limpieza del edificio. Estamos esperando la investigación policial para que nos responda este y otros interrogantes”, expresó el familiar, y aseguró que Mariela trabajaba limpiando oficinas, edificios y galerías “para que no le falte nada a sus hijos”.
Por su parte, ex compañeros del acusado confirmaron que asistía al mismo colegio que el hombre de apellido Ledesma, aunque precisaron que no iban al mismo curso y tampoco recuerdan que Helguera haya tenido algún problema con él.
El fiscal de la causa, Pedro Gallo, pidió a la jueza los de exámenes al detenido, mientras que los defensores Ernesto Basclini y Camilo Atim Antuni, aseguraron que el presunto homicida sufría problemas psiquiátricos y que “está medicado desde hace mucho tiempo”.
“Nuestra tarea consistirá en demostrar que no puede ser acusado por su problema de salud mental y que estamos ante una verdadera tragedia”, agregaron los abogados.
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