El martes por la noche, Rodrigo Guillermo Becker, subcomisario de la Policía de la Ciudad, fue asesinado a tiros a la salida de su casa en Caseros por un grupo de delincuentes que intentaron robar su moto Honda Tornado. Cuatro sospechosos fueron detenidos por la DDI de Tres de Febrero de la Policía Bonaerense ayer por la noche. Luis Miguel Escobar, alias “Luisito”, quien fue aprehendido en el interior de Fuerte Apache junto a Pablo Buera de 24 años, quienes habrían participado del feroz ataque al uniformado para quitarle su vehículo.
Otros dos sospechosos, identificados como Alberto Esteban Delfrate y Federico García Azrun, fueron arrestados por intentar vender la moto robada.
Hasta hoy quedaba un prófugo por encontrar. Lautaro Caín Nicrosia, de 24 años, vecino de Martín Coronado, con un tatuaje de un reloj en su antebrazo izquierdo como seña particular, fue identificado por una perito de la Bonaerense según consta en un informe biométrico que es parte de la causa.
Según investigadores, Lautaro Caín habría conducido el Chevrolet Corsa de la fuga. En su escape, los delincuentes le arrebataron una moto Honda a una pareja que luego fue descartada: las huellas de cuatro dedos de Nicrosia fueron encontradas en ambos costados del tanque de combustible de este vehículo.
Hoy por la tarde, tres brigada de la división Homicidios de la Policía Federal, conducida por un oficial jefe lo capturaron en San Martín con la colaboración del área de Homicidios de la DDI local de la Policía Bonaerense. Luego de tareas de persuasión realizadas al entorno íntimo se determinó que el profugo visitaba de manera habitual la casa de su ex pareja en la calle Güemes.
El cotejo con la base de datos criminal fue inmediato luego de obtener las impresiones dactilares. Nicrosia, sin pedidos de captura vigentes, registra una causa del año 2016 por un episodio de atentado contra la autoridad, que generó un expediente en una fiscalía de responsabilidad juvenil de San Martín.
El crimen fue una literal ejecución. Este miércoles trascendió un nuevo video, obtenido de una de las cámaras de la casa de Becker, que se desempeñaba en la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 9 de la Policía de la Ciudad. Las cámaras muestran cómo Becker salió a pie de su domicilio con la moto Honda, la dejó en la vereda y luego regresó un momento sobre sus pasos hacia la casa: tenía dos cascos en su poder porque se estima iba a buscar a un familiar o estaba por llevar a alguien hacía un lugar.
En 44 segundos, se ve cómo el subcomisario es abordado por los dos motochorros. Ya rendido, los delincuentes avanzan sobre el subcomisario para quitarle pertenencias que llevaba consigo.
Sin embargo, con el hombre sin posibilidades de moverse o escapar, le disparan a corta distancia. Lo último puede verse en las imágenes son los movimientos de sus piernas y manos, cada vez más lentos a raíz de los disparos. Allí quedó tendido luego de recibir el ataque, con nulas posibilidad de defenderse.
Un vecino de la zona aseguró: “Se vive con mucho miedo porque a cierta hora no queda nadie en las calles del barrio. Cuando salí, Rodrigo estaba tirado en la vereda y otros vecinos lo llevaron al hospital. Todo lo que fue es lo que se ve en el video que está dando vueltas”.
El asesinato a sangre fría de Becker ocurrió en medio de una ola de hechos de alto impacto que revivieron el debate por la inseguridad en territorio bonaerense, crímenes en ocasión de robo también: los homicidios de Gonzalo Refi, comerciante platense de 32 años muerto a tiros en Gerli en medio de una supuesta venta de equipos para minar criptomonedas y el brutal episodio que le costó la vida a Lucas Cancino, de 17 años, vecino de Quilmes, que se dirigía
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