A 48 horas del crimen de Rodrigo Guillermo Becker, el subcomisario de la Policía de la Ciudad asesinado cuando salía de su casa en Caseros para robarle la moto, son cuatro sospechosos que fueron detenidos por la policía Bonaerense. Tres de ellos enfrentaron este jueves al fiscal que investiga el asesinato: dos están acusados por el crimen, y el tercero por vender el vehículo que se llevaron los homicidas. Sólo uno aceptó declarar, y se desligó del caso.
Luis Miguel Escobar, alias “Luisito”, fue aprehendido en el interior de Fuerte Apache, junto a Pablo Buera, de 24 años, el miércoles. Ambos están acusados de haber participado del feroz ataque al subcomisario para robarle la moto y también el arma. En tanto, Federico García Arzún (24) fue arrestado por vender la moto Honda Tornado que el martes por la noche, cuando balearon a Becker, se llevaron los ladrones.
La investigación quedó en manos del fiscal Ignacio Correa, titular de la UFI Nº5 de San Martín, quien esta tarde citó a declarar a esos tres acusados. Primero llamó a Escobar y Buera, que fueron imputados por el delito de homicidio criminis causa y robo agravado. Los dos se negaron a declarar.
En cambio, el tercer sospechoso, imputado por el delito de encubrimiento, decidió hablar. En su declaración, según confirmaron fuentes del caso a Infobae, se desligó del hecho. Por el momento, todos quedaron detenidos.
Mientras tanto, la investigación continúa y aún resta atrapar a un prófugo: Lautaro Caín Nicrosia, de 24 años, vecino de Martín Coronado, con un tatuaje de un reloj en su antebrazo izquierdo como seña particular. Este sospechoso fue identificado por una perito de la Policía Bonaerense, según consta en un informe biométrico que es parte de la causa.
Según investigadores, Nicrosia habría conducido un Chevrolet Corsa que usaron en la fuga de los delincuentes. En su escape, le arrebataron una moto Honda a una pareja. Ese vehículo luego fue descartado: las huellas de cuatro dedos del prófugo fueron encontradas en ambos costados del tanque de combustible.
El cotejo con la base de datos criminal fue inmediato luego de obtener las impresiones dactilares. Nicrosia, sin pedido de captura vigente, registra una causa de 2016 por el delito de atentado contra la autoridad, que generó un expediente en una fiscalía de responsabilidad juvenil de San Martín.
Mientras tanto, todos coinciden que el crimen del subcomisario fue una ejecución. El miércoles, justamente, trascendió un video, obtenido de una de las cámaras de la casa de Becker donde se ve toda la escena. El oficial de la Policía de la Ciudad salió de su casa con la moto, la dejó en la vereda y luego regresó sobre sus pasos hacia su propiedad: tenía dos cascos en su brazo.
En los 44 segundos que dura ese video se ve cómo el subcomisario es abordado por los dos motochorros. Ya rendido, los delincuentes avanzan sobre él para quitarle pertenencias que llevaba consigo. Sin embargo, con Becker sin posibilidades de moverse o escapar, le disparan a corta distancia. La autopsia determinó que recibió tres disparos en el pecho.
Lo último que puede verse en las imágenes de ese video trágico son los movimientos de sus piernas y manos, cada vez más lentos a raíz de las heridas. Tenía 41 años y trabajaba en la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 9 de la Policía de la Ciudad.
Un vecino de la zona aseguró: “Se vive con mucho miedo porque a cierta hora no queda nadie en las calles del barrio. Cuando salí, Rodrigo estaba tirado en la vereda y otros vecinos lo llevaron al hospital. Todo lo que fue es lo que se ve en el video que está dando vueltas”.
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