Agustín Rodrigo Rivas, alias “Chancho”, de 19 años, y Nazareno Juan Cruz Mejía, alias “Convulsión”, de 20, los dos detenidos por el crimen de Lucas Iván Cancino, se sentaron esta tarde frente a la fiscal del caso Karina Gallo. “Uno lloraba, y los dos estaban visiblemente conmocionados”, dijeron las fuentes consultadas por Infobae. La titular de la UFI Nº4 de Quilmes los imputó como “coautores” del delito de homicidio en ocasión de robo durante la indagatoria, pero ellos se llamaron a silencio. Enfrentan una pena de 25 años de prisión.
Rivas y Mejías fueron detenidos ayer por haber asesinado de una puñalada en el pecho a Lucas, de 17 años, cuando salía de su casa de la localidad bonaerense de Ezpeleta, en Quilmes, para ir al colegio. Lo mataron para robarle la bicicleta. Esta tarde, cuando debieron enfrentar a la fiscal Gallo, los dos imputados eligieron no declarar. Tras el silencio, ambos fueron enviados a un calabozo a la espera de recabar más elementos de prueba en su contra.
Hay que recordar que, tras los arrestos de los dos sospechosos, se halló a 300 metros de donde mataron a Lucas una cuchilla ensangrentada de la que se espera el peritaje de la Policía Científica para conocer si fue el arma homicida, como se sospecha, y si aún tenía las huellas del homicida.
Lo cierto es que no es la primera vez que Rivas y Mejías se sientan frente a un funcionario a judicial a dar explicaciones por sus actos: los dos sospechosos cuentan con antecedentes penales por robo.
El caso más llamativo es el de “Convulsión”, que el 24 de julio del 2020 a las 7.55, junto a un cómplice interceptaron a un hombre que salía de su casa en la calle Alfonsina Storni, también en Quilmes. Lo apuntaron con un arma de fuego y lo amenazaron con matarlo hasta que finalmente le robaron su moto Yamaha 125 XTZ con la que la víctima intentaba salir a trabajar. Luego del hecho, los dos delincuentes huyeron y en el cruce de Juan Cruz Varela y Brown chocaron contra un auto.
Mejías terminó con una fractura en un pie y lesiones en varias partes del cuerpo. Tenía, además, la cara ensangrentada. Sin embargo, cuando la Policía Bonaerense llegó al lugar del choque, huyó como pudo. Luego, comenzó una persecución a pie que terminó con el delincuente ingresando a la casa de un vecino para esconderse. Intentó ocultarse en el fondo de esa vivienda hasta que fue apresado. Su cómplice corrió la misma suerte. Luego se probaría que el arma no funcionaba.
Pero esa situación no duró mucho tiempo. Cinco días después, por orden del titular del Juzgado de Garantías N° 2, Martín Nolfi, Mejías fue liberado. “El juez actuó según lo que dictan las leyes en estos casos. La ley dice que ante este tipo de delitos, el acusado puede esperar el juicio en libertad. La sociedad deberá en todo caso pedir al Congreso que se cambien las leyes pero mientras tanto tenemos esta. Si el juez lo hubiese dejado detenido, la Cámara lo hubiese liberado”, cuenta a este medio una fuente con amplio recorrido en la justicia bonaerense.
Lo cierto es que un año y dos meses después del hecho, la defensa de Mejías llegó a un acuerdo con la fiscal de juicio María de los Ángeles Attarian Mena para realizar un juicio abreviado a tres años en suspenso. Eso significa que sería condenado, pero no iría a la cárcel.
“Chancho”, quien está señalado como el autor material del crimen, aparece en los registros con dos delitos, ambos de este año. El primero data del 8 marzo de 2021 y sobre él pesa la acusación de averiguación de ilícito. Unos meses más tarde, el 26 de mayo, tiene una causa calificada como robo simple, que lleva la misma fiscal que hoy lo acusa por el crimen Lucas. Esa causa es por un robo a una bicicleta, el mismo delito por el que presuntamente dio muerte a Cancino. Por ese hecho aún se espera una condena.
Esta mañana despidieron los restos de Lucas, luego de la multitudinaria marcha de anoche en donde cientos de vecinos de Ezpeleta y Quilmes reclamaron Justicia y una respuesta ante la inseguridad que se vive en esa zona del Conurbano bonaerense.
Para el momento en que este jueves por la tarde los dos detenidos por el asesinato de Lucas se mostraban conmocionados, en incluso uno de ellos lloraba, ante la fiscal Gallo; los restos de Lucas ya descansaban en el cementerio de Ezpeleta. Unas 30 personas acompañaron a Sabrina, la mamá del chico asesinado. La mujer estaba rodeada por madres y padres de los compañeros de colegio de su hijo, el Instituto Pacelli de Quilmes.
“Estamos devastados”, aseguró un familiar directo a Infobae: “Esto es lo que pasa siempre en esta zona. Nunca nadie se hizo cargo de esto. Ni este gobierno, ni ninguno. Y ahora nos toca a nosotros”.
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